Sentía el aire en la cara mientras andaba en su bicicleta, Sam sabía que iba a ser un gran día. En cuanto llegara a su casa se iba a ir directo al aeropuerto a recoger a su hermano que al fin llegaba de su intercambio.
Sam nunca pensó que lo extrañaría tanto, al principio se emocionó por que iba a tener la tele de su cuarto, pero después de unos días se aburrió de usarla y cada que la veía recordaba a su hermano y lo mucho que le faltaba para verlo de nuevo.
Despejó su mente y dió las últimas pedaleadas para llegar a su casa, bajó de la bicicleta y entró, su papá, quien estaba sentado en la sala leyendo el periódico le dijo- Samantha, ni se te ocurra ir al aeropuerto así de puerca, báñate ahora mismo- Sam obedeció a pesar que tenía ganas de decirle a su papá que odiaba que la llamen por su nombre completo pero decidió no pelear ese día e irse directo a bañar.
Una vez ya en el cuarto de baño, puso su música a máximo nivel, se desnudó y prosiguió con su baño. No tardó más de veinte minutos en estar lista para ir a recoger a su hermano.
Bajó y sus padres ya le estaban esperando en el auto, ella aún con el cabello mojado tomó una manzana del refrigerador y se subió al coche. Llegaron al aeropuerto un par de horas antes del aterrizaje de su hermano.
Fueron las horas más largas de su vida, ya no sabía que hacer con tanto tiempo de sobra. Cuándo al fin anunciaron en las pantallas que el vuelo de su hermano había aterrizado, se dirigieron hacía la puerta señalada y esperaron ahí.
Sam trataba de encontrar a su hermano entre la multitud cada que las puertas hechas de vidrio polarizado se abrían y cerraban, pero no tenía éxito, hasta que en una ocasión lo vio pasando su mochila y maletas por las bandas detectoras de metales -¡Mauricio!- Grito ella con todas sus fuerzas, ocasionando que él volteara y sonriera, la gente que los rodeaba rió al ver la emoción de la chica al ver a su hermano después de 3 años.
Sam notó que estaba más alto, más musculoso y tenía un poco de barba, algo bastante común para un chico de 21 años, recordó cuando eran niños y jugaban todo el tiempo, a pesar de ser 4 años menor Sam no se dejaba vencer tan fácilmente en las luchas, aunque esos juegos le dejaron un par de cicatrices en el cuerpo.
Una lágrima rodó por su mejilla cuando vio que su hermano se acercaba poco a poco a ellos. Sam corrió hacia el, ignorando que una policía le decía que no podía pasar la varda, cuando llegó a el lo abrazó como si no hubiera un mañana y se colgó de sus hombros. Mauricio aún cargándola se acercó a sus padres y los saludó con emotivos abrazos a cada uno.
La familia caminaba feliz hacía el coche, cuando llegaron al auto pusieron las maletas en la cajuela y emprendieron camino a su casa -Al fin en casa- Dijo Mauricio volteando a ver a su hermana -¿Me extrañaste Sammy?-Mauricio era el único en el mundo que la podía llamar Sammy, ese privilegio no se lo daba a nadie. Sam contestó su pregunta sarcásticamente -Para nada, me encantó comer sola cuando papá y mamá se iban a trabajar- Mauricio rió y dijo que él también la había extrañado muchísimo, después de unos minutos en el coche Mauricio preguntó a sus padres -¿Mañana puede ir Alex a la casa?- sus padres dijeron que no habría problema en eso, pero Sam si tenía uno, Alex era la mejor amiga de Mauricio, siempre estaban juntos, siempre salían a fiestas, conciertos, y demás cosas, todo lo hacían juntos, y Sam se ponía celosa por esa razón, además Alex era todo lo que una chica de 21 años quisiera ser, buen cuerpo, atlética, guapa incluso sin maquillaje, pero tenía algo diferente, era lesbiana, vivía sola en un departamento por la misma razón, sus padres la habían corrido de su casa, vivió con la familia de Sam durante un tiempo, pero no quiso incomodar mucho tiempo y encontró su propio departamento.
Sam recordó esa vez que Alex la rescató de ser asfixiada en una multitud de un concierto, pero eso no quitaba que Alex se quiera adueñar de su hermano sólo por que ella no tenía una familia para estar con ella. Pero decidió tranquilizarse y esperar a lo mejor, porque al día siguiente tendría que convivir con Alex durante todo el día.
Unos minutos después llegaron a su casa, cenaron todos juntos, y estuvieron charlando hasta altas horas de la noche, pero eventualmente se fueron a dormir.
En su cama Sam se puso a escuchar música y casualmente salió la canción que sonaba durante el concierto donde Alex la rescató, recordó cómo empezó a sentir que le faltaba el aire hasta que empezó a ver todo más borroso, cuando de repente sintió que alguien la jalaba entre toda la multitud, recordó desvanecerse y que alguien la cargaba, recordó el olor a perfume que ella siempre usaba y se sorprendió a sí misma sonriendo recordando cuando Alex la cargaba para alejarla de la multitud. Decidió cambiar la canción y dormir.
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¿Qué Te Pasa Sam?
Romance¿Qué le pasa a Sam? ¿Será que le está empezando a gustar la mejor amiga de su hermano?