Eleanor tomó el primer sorbo sin preguntar, mirando siempre la intacta sonrisa de Rubén, que se había formado desde lo mencionado con la "boda".
—¡Oye! —se quejó él.
—¿Qué? Soy yo la que debe pensar en si salir contigo o no.
—Venga, un trago cada uno.
—Vale —aceptó la pelirroja, pasándole la lata.
Una vez más, sus dedos se rozaron, pero ésta vez era diferente, porque ninguno de los dos se detuvo, y continuaron mirándose profundamente a los ojos.
La canción que sonaba de fondo en los parlantes que se distribuían por todo el salón, llegó a su fin, para dar comienzo a una de las canciones favoritas, de la banda favorita de Eleanor.
—¿Oyes eso? —dijo con los ojos bien abiertos y la cara entusiasmada.
—Eh... ¿música? —dedujo Rubén, dando un trago a la lata.
—¡Tío, es Sweet Child O' Mine, de los Guns! —dijo emocionada, ante el comienzo de la canción.
—Aaah, vale, sí —respondió Rubén, comprendiendo que Guns n' Roses era la banda favorita de Eleanor.
Le devolvió la lata a ella, mientras emocionada se movía al compás de la música.
—She's got a smile that it seems to me
Reminds me of childhood memories
Where everything was as fresh as the bright blue sky... —cantó ella, sabiendo perfectamente la letra.
Él la miraba atento y sonriente, mientras observaba cómo se llevaba la lata de Heineken a la boca y tomaba su correspondiente sorbo. Ni siquiera escuchaba la música, sólo estaba profundamente concentrado en ella.
—Si voy a salir contigo, será mejor que traiga mis discos de los Guns y enseñarte música de la buena.
—¿Entonces vas a salir conmigo?
—Dije "si voy a salir contigo"... aún me lo estoy pensando.
En multimedia se encuentra Sweet Child O' Mine, de los Guns n' Roses.
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»beer« rdg.
FanfictionDonde un pack de nueve cervezas Heineken pueden unir a dos adolescentes.