Ambos daban sorbos tranquilos a sus latas de cerveza. Cada uno había consumido bastante aquella noche. A pesar de que tenían conciencia de lo que estaba pasando a su alrededor, eso no quitaba que estén un poco tocados por el alcohol que pasaba por sus venas.
—¿Cuándo es tu cumpleaños? —preguntó la pelirroja, en búsqueda de tema de conversación que los distraiga y no sólo se queden mirándose.
—Trece de febrero, ¿y el tuyo?
—Veintiocho de febrero.
—Estamos muy cerca, aunque yo soy un año más grande que tú.
—Sí, aparte de que yo también repetí primero, sólo nos llevamos unos días.
Rubén frunció el ceño y alejó la vista de la lata que colgaba de su mano, para posar sus ojos en ella.
—¿Cómo sabes que repetí?
—Estás en el grupo de Nessa, todos te conocen, ¿no te lo dije ya?
—Pues, a ver, háblame del grupo de Nessa.
Eleanor, aceptando eso como un duelo, se sentó mejor en el sillón (que sin darse cuenta, lo que hizo fue acercarse aún más a Rubén), dio un trago de cerveza, y comenzó a hablar, señalando hacia el grupo.
—Julián Ruiz, 17 años, vive cerca del colegio y siempre viene en bus. Sus padres trabajan en un banco y no les falta pasta pero él prefiere seguir su vida como un tío normal. Le va mal en la mayoría de las materias excepto en química, donde casi siempre es el mejor promedio.
Se detuvo para dar un trago a la cerveza.
—Sergio Corona, 16 años, como su apellido lo dice es algo adicto al alcohol y no creo que sea algo malo, porque henos aquí tomándonos un pack de nueve cervezas. Es el centro del grupo y casi siempre está haciendo bromas por todo. Suele caer bien a toda persona que conoce y me enteré hace unos días que su signo es Cáncer. No habla casi nada de su vida privada pero sé por buenas fuentes que se tiró más de una vez a Nessa.
—Bastante bien.
—¿Quieres que continúe?
El chico sentado junto a ella hizo un gesto respondiendo que sí, y ella decidió continuar.
En multimedia se encuentra Julián.
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»beer« rdg.
Fiksi PenggemarDonde un pack de nueve cervezas Heineken pueden unir a dos adolescentes.