Alice bajó las escaleras silenciosamente y abrió la puerta trasera de la casa para salir al patio, camino abrazándose a sí misma hasta la valla que separaba a ambas casas y se sorprendió al ver a Mark sentado en la mesa del jardín de su casa.
El chico en cuanto la vio se puso de pie y caminó hasta allí. Alice podía distinguir por la luz de la luna los rasgos de Mark, y los ojos del chico estaban clavados en los suyos.
Mark se aclaró la garganta.
—¿Cómo has estado?
¿En serio? Luego de besarla como si no hubiera un mañana e ignorarla durante días, ¿él solo preguntaba eso?
—Perfecta.
Si, sus palabras era hielo puro, pero Mark se lo merecía.
El chico suspiro.
—Mira, se que me comporte como un idiota, pero...
Alice bufó.
—Pero, ¿qué? No soy una de las chicas que están muertas contigo Mark, no me importa que ha sido de ti en estos últimos días. Solo no vuelvas a besarme, porque... tengo novio —esas últimas palabras les costó decirlas y no pudo evitar que su voz temblara.
Mark la observo serio.
—Correspondiste mi beso.
Aquello encendió la rabia en Alice, esas palabras acabaron con la poca paciencia que le quedaba.
—Acababa de pelear con Logan, solo necesitaba... vengarme. No te creas tan importante, Curt.
Sin más la chica se dio la vuelta e ingreso a su casa.
Sabía que había sido dura, pero no para Mark Curt, ese chico no tenía sentimientos y estaba segura que todas aquellas acciones y palabrerías habían sido una actuación.
A la mañana siguiente, Logan se sentía diferente, haber acabado con eso que creía sentía por Anett, lo había liberado.
No podía negar que la quería, quería a Anett con toda su alma, pero solo como una amiga. Había idolatrado a esa chica, ella no era perfecta, ella no era exactamente inteligente o la chica buena. Anett muchas veces lo había cambiado por irse con sus amigas, o con algún chico lindo que la invitara a tomar algo, Anett iba a las fiestas y solo lo llamaba para que la vaya a buscar, Anett siempre le pedía que la ayudara con las tareas, pero luego él era el que terminaba haciéndolas.
Logan sabía que ella lo quería, pero acababa de darse cuenta de que ella también lo utilizaba.
Luego de ducharse, vestirse y sin desayunar, se subió a su auto y manejó hasta la casa de Alice. Sabía que aún era temprano y ella probablemente estuviera durmiendo, pero quería verla, invitarla a desayunar y de alguna manera, pedirle perdón por lo de la noche anterior.
Le envió un mensaje.
Logan.
Estoy esperándote, te invito a desayunar.
El mensaje fue leído, pero la chica no respondió.
Frunció el ceño, quizás estaba enojada y si era así, tenía todo el derecho.
Logan.
Alice, lo lamento, ¿si? Sal y desayunemos. Me quedaré esperando a que salgas.
Alice.
No tengo ganas. ¿A qué loco se le ocurre estar despierto a esta hora un domingo?
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Chico invisible (Completa) ©
Novela JuvenilAlice odie el amor. Logan odia el amor. Pero Logan necesita a Alice si quiere obtener lo que busca, y Alice a pesar de detestar al chico de ojos color vómito, también lo necesita a él. Y así, sin conocerse de nada, comienzan a dejarse llevar por lo...