Capitulo 5

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Aviso rápido.

Niñas, vengo a dejarles un comunicado rápido antes de que empiecen a leer:

El que Chat Noir se muestre posesivo y casi psicópata en este y tal vez algún que otro FanFic, NO ES una muestra de amor verdadero. Es horrible en realidad, y les pido que no caigan en esto casi como lo hago yo hace algunos años.

Puede ser lindo y todo en los FanFics pero no se lo crean en la vida real y no busquen ni traten de tener una relación con una persona así. No, no.

Una persona que te ama, no te estará controlando a cada rato porque ESA PERSONA CONFÍA EN TI.
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Chat Noir hizo sus manos puños. ¿Por qué demonios quería que ella abrieran su preciosa boca? Esto no iba bien.

Se acercó más de lo que debería, pero sin ser visto todavía. Tenía unas ganas inmensas de usar el cataclismo en una persona... y esa persona era Nathanaël. Desde que esa sonrisa ladeada apareció en el rostro del muchacho, sabía que algo así pasaría. Conocía el truco... lo había usado varías veces con LadyBug o Marinette... Además, eso de "darle un poco de su helado" tampoco le gustó. ¿Cuándo Marinette ha hecho eso con él? Exacto, nunca. Y ahora lo hace con el primer chico que ve.

— Maldito pelirrojo... — susurró.

Nunca se había puesto de esta manera. Nunca sentía que podría explotar de los celos. Y lo hará cuan...

— Bien... lo haré...

Y esa fue la gota que rebalsó el vaso. ¿Desde cuándo Marinette era tan fácil de convencer? Si hasta se negó por un buen tiempo a que él pueda visitarla por las noches.

Vio como ella separaba sus labios y como el pelirrojo introducía la cucharilla con helado en su boca. Decidió ver un poco más antes de hacer una tontería.

— ¿Y? ¿Te gustó?

"Claro que le gustó, Idiota. Si ese uno de sus helados favoritos"

— Claro que sí. — sonrió.

"¿Por qué sonríes, Princesa? ¡No lo hagas!"

— Quiero probar de nuevo ese sabor de helado...

— ¿Pero como lo harás? Si ya no...

"Ahora si. Te matare, pelirrojo."

...

— ¡No puedo creer lo que has hecho!

— ¡Eso significa que sí querías que te bese!

— Claro que no. ¿Por qué piensas eso?

— ¿Por qué lo defiendes?

La azabache tomó sus dos coletas y las estiró para abajo mientras maldecía en voz baja con los ojos cerrados, al mismo tiempo que más lágrimas resbalaban por sus mejillas. Maldito gato...

Chat Noir se cruzó de brazos e hizo una mueca mientras trataba de no mirarla. Se sentía enojado y a la vez culpable. Verla llorar no le gustaba nada, aunque tampoco le gustó lo que pasó esa tarde.

Marinette tomó aire, se limpió algunas lágrimas de frustración y lo miró.

— Casi lo matas... — dijo en su susurro doloroso.

Los labios de Nathanaël se posaron sobre los suyos antes de que pudiera terminar la frase. No sabía que hacer. Tenía los ojos cerrados y no porque disfrutara el beso, si no por el instinto que tuvieron sus párpados al cerrarse, pensando que algo impactaría contra su cara... más bien, contra sus labios.

Era un beso. El segundo que tenía. Aunque el primero haya sido ella quien tomará la iniciativa con Chat Noir solo para liberarlo de su faceta malvada. Aunque este no era muy diferente del otro.

El beso duró unos segundos solamente, pero para ambos muchachos -Chat Noir y Nathanaël- duró una eternidad.

El joven de ojos color verde agua, se separó con una pequeña y tímida sonrisa. Estaba feliz, demasiado feliz. Por fin pudo hacer lo que soñó desde hace un par de años. No miró a Marinette por le momento. Su sonrojo era notorio y prefirió esperar a calmarse para dirigirle la mirada. Pero en vez de encontrarse con esos ojos celestes que le encantaban, se topó con unos ojos gatunos de color verde que lo miraban furioso.

Chat ya cálmate... — decía la azabache con un nudo en la garganta. Tenia miedo. Cuando el pelirrojo se separó de ella y bajo la mirada, sintió como alguien la tomaba del hombro para posicionarla detrás de él. Al ver que era el joven gatuno, trato de explicarle lo ocurrido sin logró alguno. Lo tomó del hombro para mirarlo, pero él se resistió y le dirigió una mirada llena de furia de reojo. Eso hizo que un escalofrío le recorriera la espalda. Al ver que en su mano derecha había activado su poder del cataclismo y que miraba con más furia a Nathanaël, se asustó. — Ya... dejemos esto... olvídalo... ¿Chat Noir...?

Nada lograba que el ojiverde se separará de su oponente.

"¿Olvidarlo? No, Marinette. No dejaré que esto pasé como si nada...", pensaba el rubio ante lo que decía la ojiazul. No podía hablarle. Si iba a abrir su boca, era para lo siguiente:

Morirás por tocarla a MI Princesa.

Ella - Miraculous LadyBug, MariChatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora