Alzó la cabeza, frunció el ceño y caminó con paso firme hacia la habitación de Astrid. Se paró frente a la puerta. Su corazón se había acelerado ligeramente. Tomó un respiro y tocó la puerta. La rubia no quiso abrirle. Cerró sus ojos y dejó que su corazón fuera el que hablara.
-Astrid?...Mira...lo que dije, no lo dije en serio y no tenía intención de herirte, de acuerdo? Simplemente quería... ummm...- apartó la vista.
Ni siquiera sabía que quería decir en ese momento en la Universidad.
-Sé que lo que dije estuvo mal- prosiguió -pero Chimuelo realmente me tiene preocupado y si ese tal Harry se atreve a hacerle algo a él...- su voz se entrecortaba -o...o a ti...- vino el quiebre de su garganta.
Desde adentro, la chica pudo escuchar los sollozos de Hazel. Sabía que estaba llorando y que eran palabras sinceras las que salían de su boca. Sus ojos estaban un poco hinchados por que ella también había llorado. No le había dolido tanto el hecho de lo que dijo, sino que lo dijo con mucha firmeza.
Él no tenía derecho a decir tal cosa por que ella siempre estaba para él y siempre lo apoyaba más que a nadie. No podía decirle eso por que simplemente no era real.
-Sé que nunca me perdonaría el seguir viviendo si ya no estas a mi lado- concluyó -y...y por eso quiero ir a rescatar a Chimuelo sólo. Así no pondría a nadie en peligro- luego bajó la cabeza, haciendo que sus cabellos rubios también lo hicieran.
Hazel sintió como abrían la puerta pero no se ánimo a levantar la vista.
-Hipo?
-Jmm?- respondió sin dejar de tener la cabeza abajo.Sintió como la chica colocaba sus manos al lado de los brazos de él. Las sentía frías y de pronto sintió como su cuerpo cambiaba. Luego la rubia colocó su mano debajo del mentón de Hipo para hacer que la mirara.
-Me hace feliz saber que te preocupas por mí... Pero sabes? También pienso en tu seguridad y si algo te llegara a pasar, yo no me perdonaría nunca el no haber estado ahí contigo.
El chico sintió como las lágrimas volvían a sus ojos y se deslizaban por sus mejillas. Se abalanzó hacia la chica la abrazó.
-Digas lo que digas, voy a ayudarte Hipo- agregó la chica
-Eres testaruda eh?La rubia rió por el comentario. Luego pasaron ambos al cuarto y se fueron a dormir. No les importó mucho el hecho de no haber cenado.
El día se había dado libre por un congreso de profesores. Era perfecto para ir a buscar e investigar sobre el paradero de Harry y Chimuelo. Astrid se sentó en la silla frente al computador y abrió la parte de 'Favoritos' y luego el artículo que había leído sobre el claro del bosque.
-Demonios...- se lamentó al recordar que estaba incompleto.
-Hola Astrid! Que haces?- saludó Hipo de sorpresa.
Esto hizo que la chica se sobresaltara y golpeara al castaño sin querer.
-Auch!- se quejó el chico mientras se masajeaba la cara.
-Lo siento!- se disculpo la rubia mientras se tapaba la boca -me-me sorprendiste...
-Ah no me digas...- contestó Hipo con sarcasmo.
Luego lo ayudó a levantarse, dedicándole una sonrisa apenada. Se volvió a sentar en la silla y abrió una nueva ventana en el navegador.
-Como venía preguntando antes de que me golpearas, que haces?
-Ummm...sólo... Investigo un poco sobre el bosque donde adquiriste la maldición...
-Ah sí?
-Sí. Habla de que una niña rubia tocó el árbol del cual comiste un fruto.
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¿Es él o es ella?: El claro del Bosque
Fiksi PenggemarPrólogo: Los meses pasaron, al igual que la edad en Hipo y Astrid, quienes han salido del colegio y ahora deberán estudiar en la Universidad. En unos cuantos meses su compromiso estará formalizado y sólo faltará la ceremonia. Pero no todo es tan per...