Underground. [Terminado]

Estantes en las casas de papel.

Nadie me quiere, nunca, algunos se encariñan y yo les engaño. Otros intentan controlarme y yo les daño como puedo. Algunos simplemente no son capaces de esta solos, atraviesan sus lugares conocidos y me encuentran parada, en mitad del mundo. Sumergida. Acabada. Me encuentran entre la brisa del verano que arde y solo, solo por unos meses intentan amarme pero siempre ocurre lo inevitable. El sentimiento se esfuma, la belleza de los momentos se resquebraja, el pequeño sentimiento de seguridad entre sus brazos se inmortaliza en un segundo, del cual no vuelve a salir y se va. Todo se va. Se va a la mierda y con ello yo también, se rompe y yo me rompo, se esfuma y yo me esfumo, se desangra y yo me desangro.

Después llega la soledad de nuevo, con desprecio, con culpa, con anestesia y sin anestesia, llegan los amigos de caretas blancas, llegan los años nuevos, llegan las fiestas sin noches, llega todo lo que no tenía que venir y también viene el frío. Así pasan los días, y el año, hasta que un día llega alguien nuevo, y me vuelve a romper, pero esta vez se esfuerza en romperme, se esfuerza en no volverme a ver, se esfuerza en hacer todo lo que temía que hiciera y de nuevo, pasan los segundos como horas eternas y esos sentimientos que han pasado por mi en anteriores vidas pero solo se queda unas cuantas. Decepción al ver que ni viéndome frágil se habría quedado, odio por el hecho de que no merecía nada de mi y un desazón, en el pecho, profundo que me ahogaba. La vida sigue, y aunque me dio patadas, me dio lágrimas y me dio también nada fue la que me enseño la amistad que se encuentran por las casualidades y se llevan a la tumba.

Y aunque, no sea el final de mi viaje, ni el final de mi vida, al final puedes encontrar ha alguien que soporta tus heridas. Soporta tus odios a ti misma, tus pequeñas manías y todo lo demás, y le quiero, lo quiero en mi vida. Lo quiero en mi cama, lo quiero en entre mis costillas, lo quiero en el hormigueo de mis pies y en las mariposas de estómago, y también en las polillas. Lo quiero conmigo, lo quiero sin mi, lo quiero lejos y también cerca, a distancia de kilómetros y también de cortos centímetros. Lo quiero aunque pueda hacerme daño, lo quiero aunque tema que no me quiera, lo quiero tanto que tema que se me escape el corazón pero tanto como lo quiero, su golpe romperá cada músculo, cada latido, cada sonrisa, cada mueca, cada gesto, cada hueso si él me deja, y se va y volveré a caer, en que nadie me ha querido y nadie me querrá.

Noma M.S.