Podridos y deseosos de las rosas marchitas.

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Con literatura comprendida entre libros pequeños y absurdos me encontraba yo encerrada, deseosa de ver el cielo azul, rozar el viento y la brisa. Sólo me acuerdo de la oscuridad que invadía mi corazón atraves del tiempo, rompiendo los recovecos más hondos y extraños de trazos rectos, cortos y rotos. Yo, que había nacido de la luz maldita de la oscuridad y de la noche vi nacer cada luz naciente del sol excepcional e inalcanzable pero a la vez... Tan asquerosamente cercano y sin embargo seguí sumida en la apacible inexistencia del olvido. Es triste, que siendo el amor pérdido y las alas rotas, nadie me mire de cerca y vea en sus ojos reflejos de la infinita verdad de la tristeza, sobretodo cuando estoy mezclada con ella y con la mentira y con la rabia y la esperanza y la desesperanza. Cuando yo soy algo que la luz del sol no llega a comprender o sí, y que absorbe desmaterializandola en pedazos de recuerdos inconclusos e inconexos. Pero ya no importa, ni yo ni ellos ni ellas porque la oscuridad avanza y la luz se apaga y la realidad se desvanece para dar a crecer las historias que la muerte mantiene quietas y que la imaginación de las cosas alimenta con nosotros y nuestros días.

Noma M.S.

Underground. [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora