Mareas.

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Echo de menos hablar contigo, estar a tu lado y sentirte cerca de mi. Poder oír como te acercas desde el otro lado de la cama hasta abrazarme y acariciar mi oído con tu voz, para decirme te amo. Echo de menos esos abrazos interminables, el sentimiento de hogar que me dabas con cada beso y cada caricia, esas que sé que se han perdido.

¿Cómo poder olvidar todo aquello que aprendí a amar, que aprendí sobre ti y sobre lo que te rodeaba? El respirar en tu pecho, tu cara al dormir, tu calidez en las noches de frío... ¿Cómo olvidar todo aquello que ahora es lo que más necesito? Sí, después de arruinarnos y de despertarme sola en estos colchones vacíos, en el sofá de mi casa, en mi pecho hundido. Después de que dijera basta, ahora, cuando te veo marchar y salir afuera me siento marchita, como una flor sin agua y sin tierra.

¿Cómo pensar en que iba a pasar otra cosa? Creí tener miedo a la soledad y era en verdad a perderte, perderte para siempre y ser solo un triste recuerdo de algo que pasó ayer, ser un capítulo más y dejar de importar en tu vida. Tenía miedo de mí misma, tenía miedo de no querer dejar de quererte aunque me hiciera daño y es que, si tenía miedo era por algo. Por qué tengo miedo de esta soledad que me apabulla, de la lejanía de tus pasos, de no quererte lo suficiente y de quererte demasiado.

Ahora que la soledad se ha asentado agusto en mi pecho y en mi mente, solo puedo pensar en que me espera únicamente el querer del arrepentimiento y la infección de los recuerdos entre los dedos.

La tristeza de la fantasía y el triste afecto propio.

Noma M.S.

Underground. [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora