A la hora que habíamos acordado Ryan y yo, el estaba estacionando la moto en el bar Carmela. Mientras él no estaba, aproveché y pedí una limonada esperándolo. Si Thomas hubiera visto en donde me encuentro ahora estaría recitando un sermón que nunca acabaría, a veces extraño sus sermones, aunque son iguales a los de Stay. Solté una pequeña risa melancólica al recordarlo y divisé a Ryan acercándose y sentándose a mi lado.-Si que te alegras de verme. -dice sonriendo mientras levanta la mano pidiendo una cerveza.
-No es por ti baboso. -rodo los ojos- me estaba acordando de Thomas.
-Y Thomas es..? -pregunta con la ceja levantada.
-Era mi ex, hermano gemelo de Stacey. -dije en un susurro apenas oíble.
-No había oído que Stacey tenía hermanos y menos gemelos. -le dio un sorbo a su bebida bastante impresionado.
-Es porque no lo menciona desde que murió hace 3 años. -contesté seca.
-Lo siento, no debí preguntar. -dice Ryan algo arrepentido.
-No te preocupes, fue ya hace mucho tiempo. -lo intenté tranquilizar.
-¿Quieres hablar de ello? -inquirió viéndome.-No, solo quiero emborracharme y ganar esta estúpida apuesta, hagamos algo, si yo gano tu tendrás que acompañarme vestido de monje a la despedida de soltera de Stacey. -reí divertida.
-¡¿Qué?! -bufa- está bien, pero tú me tendrás que contar esa historia de Thomas y tú.
Me removí incomoda pero terminé aceptando sin otra opción.
-...mesero, 2 chupitos de tequila para comenzar, por favor. -oí que pedía Ryan.
Luego de estar 2 horas en ese bar..
-Eres preciosa incluso tomando de esa botella. -escuché decir a Ryan.
-Estaba en lo cierto, eres un borracho sincero. -sonrío satisfecha.
-¿Y que me dices de ti? no creas que no te vi cuando se te escaparon esas lagrimas hace un rato por lo de Thomas, eres una borracha melancólica. -me acusa con la mirada.
-Es que lo extraño y maldigo la forma en que la vida me lo quitó, todo fue mi culpa. -sollozo despacio mientras tapo mi cara.
-Anda bonita, cuéntame por qué. -jugaba con un mechón de mi cabello.
-No, porque eso sería aceptar la derrota, así que por qué no mejor me sacas a bailar? -sonrío mirándolo divertida.
-Sus deseos son ordenes, mi lady. -toma mi mano levantándome y llevándome a la pista con las otras personas que habían.
Hace ya más de media hora que habían comenzado a poner música y lo único que quería hacer era bailar y recordar las buenas noches que pasé con Thomas antes de su muerte, sé que fue hace 3 años pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Decidí borrar todos esos pensamientos tristes y concentrarme en los movimientos de Ryan, a pesar de todo se sentía bien, bailar como si no hubiera un mañana y sentir atracción sin amor, pero algo que tenía muy claro era que no debía admitirlo al menos hasta que el lo haya hecho primero.
-Gracias por hacerme olvidar de todo y vivir solo el momento. -sonrío leve y me alejo un poco ya que estábamos bastante cerca.
-No tienes porque alejarte, preciosa. -Ryan volvió a tomarme de la cintura.
-Si sigo aquí nada va a terminar bien. -digo haciendo una mueca mientras intento alejarme pero él tenía más fuerza.
-Ese es el punto, ¿no? -dice cada vez más cerca quedando solo a centímetros.
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House Doesn't Mean Home.
Teen FictionSinopsis. Mencionan por ahí que todo pasa por una razón. Unos le llaman destino y otros una simple coincidencia. Cuando algo sucede fuera de lo planeado, es difícil aceptar que el rumbo de tu vida cambiará totalmente. Esta historia es una de ellas...