"Santa dejó un regalo."

52 5 2
                                    


Habían pasado seis meses de la boda de Stay y Brad, la noticia de que Stay estaba embarazada había sido una bomba, dejando a todos completamente anonadados y obviamente, felices. Brad ya se sentía un padre orgulloso y nos había dicho que Ryan y yo seríamos los padrinos en el momento en que naciera.

Estábamos en época navideña, todo era comida, familia y paz. La panadería estaba en su punto máximo, eso me alegraba mucho, y también supe que a Ryan le estaba yendo bien al igual que a mí. En mi vida personal no había de que quejarse, tenía ligues solo por noches, nada serio. También había comenzado a ir al gimnasio. En teoría, vivía de la vida. Stay ya me había dado un enorme sermón, por una parte me importaba pero por otra no, era algo confuso a decir verdad. Esta noche era noche buena y había una cena en la casa de Stay y Brad, yo era la anfitriona de la comida. Brad había comprado una casa para él, Stay y su bebe, era enorme y preciosa. Había decidido cocinar ahí, todo ya estaba listo y los invitados comenzaban a llegar. Esa noche había invitado a una de mis citas, pero eso no significaba que era algo oficial, únicamente era el único que estaba libre. A Brad le gustaba tener todo grabado, y esta no era la excepción, según él, decía que le iba a enseñar a su bebe todo lo que había pasado antes de su nacimiento y su etapa de crecimiento. Era muy lindo y también por un lado, cursi.

Mandé un saludo al próximo primogénito Cooper-Lane con la cámara en mano, Brad me estaba enfocando y se le notaba bastante emocionado.

-Solo que te doy la suerte del mundo para soportar a tus padres, porque en algún momento te avergonzarán. -dije y al mismo tiempo alguien me abrazó por los hombros.

-Hola bebe, te esperamos con ansias y te pido que hagas sufrir con caprichos a tus padrinos. -Reconocí esa voz de inmediato, la de Ryan.

-Yo con gusto te consentiré. -me aleje de la cámara y de Ryan, yendo a saludar a mi cita, que estaba recién entrando.

-Hola, preciosa. -dijo dándome un beso.

-Invéntate un saludo mejor. -dice Ryan a lo lejos, burlándose.

-Callate Ryan. -suspiro exasperada- pensé que no ibas a venir, Will -me dirigí a el con una sonrisa.

-No pensaba fallarte, linda. -sonríe encantador- ¿Qué preparaste esta vez?

-Ve a probar, que en eso eres experto. -le guiñé el ojo y vi que se alejó, yéndose a probar, lo más probable.

-Entonces, ¿Cuándo es la boda?. -dijo Ryan apareciendo a mi lado.

-No pienso casarme con él, solo estamos saliendo. -dije rodando los ojos.

-Y con salir te refieres a ¿sexo casual? -dice levantando una ceja.

-A eso mismo me refiero, ¿por qué? ¿Celoso? -lo miré divertida.

-A decir verdad, solo un poco, me gustaría conocer esa parte tuya. -sonríe burlón.

-Lastima, tu turno ya caducó hace más de seis meses, cariño.

-¿Dónde consigo una nueva oportunidad? -me miraba expectante.

-No doy segundas oportunidades, pero suerte intentándolo. -sonreí y me aleje buscando a Will.

-Todo esto está delicioso, al igual que tu. -dijo al verme junto a él.

-sonreí- entonces, ¿Qué dices si nos vamos temprano de la fiesta? -digo coqueta.

-Es hora de celebrar noche buena, preciosa. -susurra en mi oído.

-Deja despedirme y te alcanzo en el auto. -lo beso corto para ir donde se encontraba Stay.

-¿Por qué no me has presentado a tu pareja?. -dice al verme.

House Doesn't Mean Home.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora