Encuentros "casuales"

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Se levantó temprano; se bañó, y se fue a estudiar; después de una jornada larga de clases fue a su casa por unas cosas más para llevarse al departamento; se preguntó si coincidiría con la chica de ojos azules, subió por las escaleras, la encontró en enfrente de su departamento, ella no se percató de que la estaba observando, giro la cabeza, al verlo ahí parado, se asustó y giro la llave con tanta fuerza que la rompió y un pedazo se quedó atascado en la cerradura

—Diablos— la única llave de repuesto que tenía estaba adentro, y no tenía dinero suficiente para llamar a un cerrajero— Esto es una locura.

—Te puedo ayudar ¿si quieres?— dijo pensando en una excusa para hablar con ella.

—Gracias eso me vendría bien, sólo que ¿Qué harás para abrir la puerta?— pensó que era todo un caballero.

—Disculpa; pero ¿cuál es tu nombre?, conozco un truco— pregunto de forma dudosa.

—Mi nombre es Diana, y ¿Cuál es el tuyo?—Es un poco atractivo pensó.

—Muy bonito nombre, el mío es Mario— después de unos pocos segundos abrió la puerta

—Gracias por ayudarme con la puerta, ¿Quieres pasar a tomar algo?— pensó en que así se conocerían un poco mejor.

No lo dudo ni un segundo—Claro muchas gracias, en mi departamento todavía no tengo nada de comida o agua— Quería saber si vivía sola, vivía con su familia, o si tenía novio.

—Pasa, ponte cómodo— dijo señalando un sillón.

Él se sentó y ella se dirigió a la cocina por dos vasos de agua. Regreso y le dio un vaso de agua; empezaron hablar de hablar de sus vidas; él se sorprendió al saber que iban en la misma universidad, que no tenía novio, que no tenía muchos amigos, era un año menor que él; y desde hace unos pocos meses se había mudado a ese complejo de departamentos con el objetivo de huir de su casa ya que era hija única y su padre la presionaba demasiado, desde pequeña le quiso imponer su profesión; opto por conseguir un trabajo los fin de semanas; pero después de unos días de que su madre se enterara, le ofreció darle dinero y dejo el trabajo; huyó de su casa para así estudiar lo que en realidad le apasionaba; su pasado era algo oscuro; su abuelo era un veterano de la segunda guerra mundial; su mamá era alemana, su papá era un importante comerciante, tanto que desde que ella había nacido no tenía tiempo para su familia.



Todo demonio necesita de un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora