la casa maldita de Georgia

182 0 0
                                    

La casa se encuentra en el poblado de Oskaville , en Georgia, Estados Unidos.

Los protagonistas de este espeluznante historia de horror fueron la familia Walsingham y un joven de nombre Horace Gunn.
La familia Walsingham compró esa casa porque les resultaba atractiva, construida en un lugar boscoso, cerca de un río; un lugar solitario perfecto para descansar. No existía una historia trágica en el inmueble, lo único que recuerda el padre de familia es que al llegar a esa casona, en el jardín, encontró unos huesos; creyendo que eran de animales, los echó al pozo con cal.

Las manifestaciones paranormales se dieron a los pocos días de haberse mudado a su nuevo hogar. Estas manifestaciones se fueron dando poco a poco, creyendo en un principio que se trataba de bromas pesadas por parte de los vecinos, los Walsingham no eran supersticiosos ni creían en fantasmas.

Pronto cambiarían de parecer cuando de forma inexplicable se azotaban las puertas, se caían las sillas, escuchaban lamentos, etc.
Una noche el perro de la familia llamado " Don cesar", comenzó a ladrar muy fuerte hacía una pared; de repente el animal fue lanzado hacía atrás, y al revisarlo su amo, descubrió que tenía en cuello rato.

La segunda experiencia espeluznante la vivió Amelia, la hija menor del matrimonio. La niña antes de dormir, tenía la costumbre de cepillarse el cabello. Mientras lo estaba haciendo, sintió una mano sobre su hombro; ella creyó que se trataba de su mamá, pero al mirar al espejo, solo vio su cara y una mano de hombre que posaba sobre su brazo.

Amelia empezó a gritar y cuando sus padres fueron por su auxilio, la mano ya había desaparecido.

De nueva cuenta, el padre de familia sería testigo de un hecho sorprendente. Después de una tarde con lluvia, el señor Walsingham salió a caminar por el jardín, pero a ños pocos minutos se dio cuenta que no estaba solo,pues a un lado vio cómo las pisadas de un hombre se marcaban en el pasto.

Ante estas manifestaciones los Walsingham prefirieron mudarse.
Decisión que fue apresurada, cuando en una cena, tuvieron la peor de las experiencias delante de los invitados, durante la velada escucharon los lamentos que venían de la parte de arriba de la casa; no le prestaron mucha atención porque no era algo nuevo. Lo nuevo vino después, cuando del techo comenzó a caer sangre.

El señor y algunos de sus invitados, subieron al segundo piso a investigar de donde provenía tal líquido, pero no encontraron nada.
Varios días después de ese hecho y también porque los Walsingham abandonaron tal casa, la sangre seguía choreando, pero para entonces algunos expertos ya habían analizado la sangre y determinaron su autenticidad.

La casona tomo fama en la localidad como un "Lugar turístico" La gente a menudo visitaba el sitio, pero solo por el día, pues en la noche todos ya conocían la historia.
A pesar de esto, un joven llamado Horace Gunn, decidió aceptar el reto de sus compañeros en quedarse 24 hrs en ella. A Horace se le hizo fácil aguantar unos "sustos" pero a la mañana siguiente fue hallado inconciente en el suelo.

Tiempo después cuando Horace ya estaba recuperado, relató lo siguiente a sus amigos: "Al caer la noche, intenté encender la chimenea, así como unas lámparas, pero me fue imposible. Al encender un fósforo, alguien me los apagaba. Pensé en salirme de la casa pero por orgullo me aguanté el miedo. Después no ocurrió nada anormal, incluso ya estaba dormitando en una habitación, pero de repente la actividad paranormal comenzó. Escuché cómo una persona subía y bajaba las escaleras corriendo; también escuche lamentos, todo duró como una hora y después cesó abruptamente. Ya casi de madrugada vino lo más fuerte, que fue la aparición de una cabeza decapitada. No logre identificar si se trataba de una mujer o un hombre"

Después de lo sucedido Horace estaba convencido de que era suficiente por esa noche, pero al momento de salir corriendo sintió como una mano lo tomo por el pie y provocando su caída, el cual pudo salir sin ningún daño, pero cuando intento levantarse sintió una mano en su cuello el cual hizo que se desmayara.

Esta historia llamo tanto la atención que fue publicada en el diario de " San francisco Examiner" en 1891.

RELATOS DE TERROR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora