Pense que eran Isabel y Verónica.

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Está es una historia contada por mi madre, que fue un suceso que le sucedió a mi abuela.

Una noche mi abuela quedó sola en el rancho, el cual estaba situado en un cerro, el lugar era hermosa por el día, pero temible por la noche.
Una mañana el abuelo, salió de repente, dejando a cargo a dos de sus nietas, las cuales tenían el deber de cuidar a la abuela, pero como era de esperar de unas adolescentes, prefirieron ir a divertirse al pueblo, dejando a la abuela sola en casa, mi abuela una mujer que en aquel entonces aún tenía su juventud, pues no le importó, quedarse sola, así que hizo lo que normalmente hacía, ir a alimentar a los pollos,caballos y otros tantos de animalitos que ella tenía, la tarde transcurrió normalmente, pero no fue hasta la noche, cuando empezaron a ocurrir hechos inexplicables. Mi abuela salio para ir al baño, llevándose consigo una lámpara que tenía un cera que muy apenas y si iluminaba el lugar.

Ella al terminar de hacer sus necesidades, se dio la vuelta para regresar, pero entonces vio a lo lejos una pequeña niña con el cabello tan largo que casi lo traía arrastrando. Asustada grito.
_¡Eres tu Isabel! - Grito, pensando que se trataba de una de sus nietas, quienes le estaban haciendo una broma. Pero esta no Contestó.
Luego de unos segundos....
_¡Eres tu Isabel! - Respondió la niña del otro lado, imitando a la abuela.
_¡Isabel! ¿dónde está verónica? - Dijo la abuela, al ver que esta niña solo reía, definitivamente se trataba de Isabel, la que estaba del otro lado, pero la abuela no entendía porque actúaba de esa manera. Isabel tenía el cabello, largo pero cuando se fue, ella lo tenía recogido, o al menos eso pensaba la abuela.

_¡Isabel! ¿dónde está verónica? - La niña volvió a repetir, pero entonces ahora venía hacercandose más y más con pequeños pasos, que hacían ruido al pisar las hojas secas de los aroboles.

La abuela retrocedió e iluminó a la niña, y entonces pudo ver, que está estaba desnuda. Asustada se hecho a correr, para llegar a la puerta de la casa y entrar, pero antes de que lo consiguiera otra niña apareció ante sus ojos, esta otra tenía la apariencia de la segunda nieta verónica.

_¡Pensé que eran mis nietas, pero no, ustedes son demonios! - Grito la abuela.
_ ¡Pensé que ustedes eran mis nietas, pero no, ustedes son demonios! - Dijeron las dos al unísono, la abuela se asusto más, así que con la lámpara que tenía trato de aullentarlas , pero no tuvo éxito, terminó quedándose en medio de las dos, estaba claro de que ellas no querían irse.

Esas dos niñas disfrazadas de sus nietas empezaron a reír y a mostrar sus enamores dientes, les parecía muy gracioso ver a la abuela temblar de miedo, entonces, mientras ellas se reían la abuela aprovechó para tomar una rama seca que estába muy cerca de sus pies, la tomo y encendió la rama y con eso, trato de alejarlas, pero esos demonios no querían irse, así que la abuela logró encontrar algunas piedras y se las habiento, pero no contaba con que esos demonios hicieran lo mismo, ambas tomaron piedras y entre risas diabólicas empezaron a imitar a la abuela, arrojandoselas. La abuela salio lastimada, pero logró llegar a la puerta de la casa y una vez adentro, sacó una lena del fuego y se las tiro, las niñas tomaron la rama y se la regresaron quemandola, mi abuela no sabia que hacer y en ese momento le dio diarrea y se hizo, las niñas hicieron cara de asco y salieron corriendo,  el tiempo pasó muy lento, poco a poco todo volvió a la normalidad, ya más tarde, tocaron la puerta eran como las 12 de la noche, eran las nietas verdaderas de la abuela quienes a penas venían de una fiesta. Y al ver a la abuela, no podían creer lo que ella les decía. Al día siguente llevaron a la abuela al medico por graves quemaduras.

Pero la abuela jamás olvidará ese día.

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