12 de enero

92 14 6
                                    

Estoy escribiendo esto a la 1 de la madrugada, pero no, no estoy loca. Las que están locas son mis amigas. Han entrado por la ventana a las doce en punto para felicitarme, y he empezado a pegarles con el palo de golf, hasta que me he dado cuanta de que eran ellas. Claro, se ha armado un buen griterío y mi madre ha venido corriendo, pensando que me estaban atacando algunos que habían venido a robar, y cuando ha descubierto quienes eran, ha cambiado los gritos de amenaza hacía los supuestos ladrones por los gritos de una buena bronca dirijida a mis amigas, pero después se ha calmado y ha dejado que se quedaran un ratito. Me han cantado el cumpleaños feliz y se han ido por donde han venido, árbol abajo. Será mejor que me vaya a dormir, que es el día de mi cumple y quiero estar fresca como una rosa.
Ya he vuelto del cole, y cuando he llegado a clase y me he sentado, me he clavado una caja pequeñita en el trasero. Era una cajita roja, de terciopelo, y dentro habían unos pendientes en forma de corazón y una etiqueta de feliz cumpleaños. En seguida he pensado que habían sido mis amigas, pero cuando he ido a agradecérselo, me han dicho que ellas no tenían nada que ver con el misterioso regalo. ¿Y si ha sido Carlos? No, no lo creo,últimamente me evita, y no lo entiendo ¿acaso sabe que le gusto, pero yo a él no le gusto y me evita? No aguanto mas, me gustaría poder pedirle explicaciones, pero cuando me acerco a hablar con él no me salen las palabras, me pongo muy nerviosa. Igual algún día me atrevo (ojalá), pero de ser así, ese día está aún muy lejos.

Con cariño e intriga, Sofía.

Querida Lucía...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora