Querida Lucía...

Cuarto dia en la nieve

Era una fantástica y soleada mañana de sábado. La nieve brillaba intensamente bajo los rayos de sol, que invitaban a salir. En el horizonte se veía...

-Hola, Sofía ¿qué escribes?

-Nada, yo...

Ana echó un vistazo por encima del hombro

-Vaya, asi que Sofia nos ha salido escritora.

-Calla, y dime que quieres.

-Como hoy es sábado, Marcos ha venido hasta aquí para ver a Raquel, ¡solo para verla! Ya te lo digo yo, estos dentro de poco se hacen novios.

-¿Tú que vas a saber?

-Que si, yo soy como la diosa esta romana, Afrodita, que lo sé todo sobre el amor

-Afrodita era griega, inculta

-Eh, no te pases. Bueno, el caso es que el chico está ahí abjo esperando nuestra ayuda para preparar una sorpresa para Raquel.

-Genial, vamos a llamar al resto mientras Raquel está en el baño.

Se reunieron los siete en la habitación, para planificarlo todo. Elisa se subió en la cama y empezó a hablar.

-Muy bien, chicos hay que organizarse. Óscar, tú estarás con Marcos, escondiéndole dende no esté Raquel. Yo estaré con Raquel todo el rato, diciendote donde está e intentando que no vaya por el sitio donde vamos a hacer la sorpresa. Sofía, Ana, Luz, Carlos y Vicente, organizareis la fiesta. Las chicas darán ideas de lo que le gusta a Raquel, y mientras los chicos lo montan, haceis guardia en la puerta. ¿ Está todo claro?

-Jolín, que mandona

-¿Has dicho algo?

-¿Yo? Que va, para nada, eh, para nada.

En seguida se pusieron a trabajar, y en poco más de una hora estuvo todo listo.

-Elisa, estás todo el día con el móvil, casi no me haces ni caso.

Ella había estado todo el rato con Raquel, comunicándose por mensaje con los demás.

-¿Cómo no te voy a hacer caso? Sabes que te amo.

-Sueltame, tonta.

-Ven, vamos a ir a un sitio que te va a gustar. Pero tienes que cerrar los ojos.

Elisa la guió hasta llegar a un claro, con apenas árboles, cubierto de nieve, y decorado perfectamente al gusto de Raquel.

-Vale, abre los ojos.

-¡¡¡¡Sorpresaaaaaa!!!!

-¿¡Habéis hecho esto por mí!?

-Bueno, ha sido idea de alguien muy especial.

Entonces Marcos se adelantó.

-¡¡Marcoooooos!!

Corrió a abrazarle, entre las risas de todos sus amigos.

-¿Quieres salir conmigo?

-¿No ves que si?

Era inutil, Raquel nunca sería romántica. Entonces Ana se acercó a Sofía y le dijo al oído: "te lo dije" . Increible, su amiga habia acertado. Estaban todos en silencio, hasta que Carlos rompió el momento.

-¿Bueno, vamos a hacer la fiesta o que?

Pusieron música, y se tomaeon toda la comida. Cuando acabaron, Vicente se puso en el centro y dijo: "va, ¿quién baila?" , y se puso a hacer pasos de baile ridículos.

-¿Es que este chico no tiene vergüenza?

-Luz, te he oído, y para tu información, sé que bailo como un saco de patatas, pero me lo paso bien, y quien tiene vergúenza, ni come ni almuerza.

-Pues yo tengo vergüenza y como y almuerzo.

-Voy a quitarte esa vergüenza pero ya.

La cogió por los brazos y la arratró al centro.

-¡Estate quieto, déjame!

Empezó a bailar con ella, y al final Luz se dejó. El resto de parejas se unieron a ellos. Iba todo bastante bien, hasta que Vicente gritó.

-¡Y ahora, el paso final!

-Ni se te ocurra.

Fue a lanzarla por los aires, pero Luz se cogió a él, se le subió a caballito y le tapó los ojos. Despues cayeron en la nkeve, riendo sin parar. Por la noche, cuando se habían acostado todos, Ana se tumbó en la cama de Sofía.

-¿¡Pero que haces!?

-Chisss, baja la voz. Queria hablar.

-¿En serio, me has despertado solo por eso?

-Yo digo que Vicente y Luz acabarán juntos.

-Eso es imposible. Son totalmente distintos, y no sirve lo de los polos opuestos se atraen, estos son tan distintos que se repelen a kilómetros de distancia.

-Que si, cuando están juntos, se les nota ese "no se qué" de cuando uno está al lado de la persona que quiere.

-Mira, puedes que hoy hayas acertado, pero esta vez te equivocas.

-Tiempo al tiempo, Sofía, tiempo al tiempo.