VII. Nadie te hará daño.

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Alec estaba en su cuarto, se había metido a bañar y después se había acostado a descansar.
Se estaba quedando dormido cuando de repente escuchó un ruido, se levantó de la cama y se metió al baño, se quedó en silencio cuando de pronto escuchó que la puerta se abrió.
-¿Dónde estas imbécil?
Reconoció esa voz, era Will.
-Sal maldito cobarde.
Will intentó abrir la puerta del baño pero no pudo, empezó a patearla y a Alec se le salió un pequeño grito.
-Aqui estas estúpido. Abre la puerta.
-Largate Will. Yo no te he hecho nada.
-Claro que si. Me quitaste a mi hombre.-dijo golpeando la puerta.
-Yo no tengo nada que ver con él. Yo no soy gay.-dijo en un intento de defenderse.
-No me importa si lo eres o no. Lo único que quiero es que dejes en paz a Magnus.
-Pero yo no soy quien lo busca. Él es quien vino a mi.
-No seas mentiroso. Sé que te gusta. Antes de ti él sólo venía por mi.
-No te mientas Will. Él no viene por ti. Sólo te usa.
Aquél comentario hizo enfurecer tanto a Will que de una fuerte patada abrió la puerta y sacó a empujones a Alec.
-¡Will! ¡Sueltame! Yo no te hice nada.
Will empezó a golpear a Alec en la cara hasta que le empezó a salir sangre de los labios y la ceja. Lo tiró al piso y lo empezó a patear, después lo levantó y le golpeó el estómago con los puños causándole un gran dolor a Alec.
-Sueltame Will. Por favor. Quedate con Magnus a mi no me importa. Pero dejame ya.
-Esto te pasa por hacerte el sufrido con él. Es mi hombre Alec. No es tuyo, no puedes llegar y quitarle las cosas a los demás.
-Magnus no es un objeto. Él es una persona.
-Si te vuelvo a ver con él te las vas a ver conmigo Alexander. Conmigo nadie juega.
Dijo antes de empujarlo de nuevo y darle una cachetada.
Will salió del cuarto y cerró la puerta, y cuando iba a entrar a su cuarto sintió una mano sobre su espalda.
-¿Qué le hiciste Will?
-Qué te importa Henry. No es tu asunto.
-Él no se metió contigo Will. Él no te hizo nada. ¿Por qué no le reclamas a Magnus? Ah es cierto. Porque donde te atrevas a decirle algo él te desaparecerá del mapa con sólo tronar los dedos.
-Largate Henry. Esto no te importa.
-No digas que no te lo advertí.-dijo Henry antes de irse a su cuarto.

Alec se metió al baño y buscó algo con que limpiarse la sangre que le escurría de la boca y de la ceja. Se limpió la cara con una toalla, tenía un ojo morado y rasguños en los brazos.
Empezó a llorar deseando que Magnus pusiera en su lugar a Will.
Término de limpiarse y se fue a la cama con mucha dificultad ya que le dolía el estómago de tanto golpe que había recibido. Se acostó como pudo y se durmió llorando.

Al día siguiente Magnus sintió la necesidad de ver a Alec, después de trabajar se dirigió al negocio.
Entró al cuarto de Alec y lo vio acostado, se le hizo raro porque casi siempre estaba despierto. Se sentó en la cama y volteó a Alec de tal forma que pudiera ver su cara. Se horrorizó cuando lo vio. Tenía los labios hinchados y con sangre seca, la ceja con una herida y un ojo morado.
Lentamente lo movió un poco y Alec soltó un gemido de dolor. Se despertó y vio a Magnus.
-¿Quién te ha hecho esto?
-Vete Magnus. Me va a golpear otra vez si te ve aquí.
-¿Fue Will?
Alec no dijo nada y empezó a llorar.
-!Ese hijo de puta! Me las va a pagar.
-No le digas. No le hagas nada. Me va a pegar.
Magnus abrazó a Alec y este grito.
-¿Qué pasa?
-Me duele. Me pegó mucho en el estómago. No se si tengo una costilla rota.
Magnus le levantó la playera y Alec se lo impidió.
-No te haré nada Alec. Sólo quiero ver tus costillas.
Magnus le levantó la playera y pudo ver que efectivamente estaba muy lastimado. Tenía morado casi todo el abdomen.
-Alec tengo que llevarte al doctor.
-No puede sacarme de aquí.
Magnus se dirigió al baño a ver si había algo para calmarle el dolor a Alec. Encontró unas pastillas y una crema para desinflamar.
-Ponte esto y tomate las pastillas. Te vas a sentir mejor.
-Puede...mmm...ponérmela usted...no puedo moverme.
-¿Estas seguro?
-Si...no puedo moverme.
Magnus tomó entre sus brazos a Alec y lo acostó boca arriba mientras le levantaba la playera; se sentó a la orilla de la cama y empezó a aplicarle la crema a Alec en el abdomen. Pudo ver que tenía buen cuerpo y un tatuaje rodeaba su cadera. Era un cuervo.
Masajeo en los lugares donde tenía morado y sin darse cuenta tocó la cadera de Alec, éste soltó un pequeño jadeo, Magnus reaccionó y dejó de hacerlo.
-Gracias Magnus.
-De nada y esto no se va a quedar así Alec. Voy a hablar con Will y con Nathaniel.
-Mientras no me haga nada otra vez, esta bien.
-Mientras yo esté vivo, nadie te va a hacer daño.-dijo Magnus sosteniendo la mano de Alec.

En problemas con la mafia. |Malec|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora