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¿Qué hago?.

Me lo pregunto día a día luego de mi cumpleaños, no sé si ir a ver a Fernanda; una parte de mi quiere verla. Pero la otra parte...

Ha pasado un mes desde mi cumpleaños, desde que decidí contarle a alguien sobre lo que tenía guardado para mí. Nada ha cambiado. Mis días son iguales, mi vida es igual. Me falta emoción, tal como cuando conocí a Fernanda.

¿Debería conocer a alguien? ¿Pero quién? ¿Dónde?.

Hace tiempo no me interesa los chicos, y las chicas, bueno me interesaba sólo una. ¿Y si ella ya es feliz con alguien más? Esto es una tortura.

Decidí caminar un rato, el lugar donde vivo es tranquilo para dar un pequeño paseo mientras escucho música.

Estaba concentrada viendo mi celular, buscando una canción, cuando tropiezo con alguien y caigo al suelo. Mierda.

-Disculpa andaba en otra, ¿estás bien?.

-Si estoy bien, gracias.

-Hola, un placer, me llamo Nicole.

-Hola, me llamo Vania.

-Muy lindo tu nombre, igual que tú.

¿Qué tienen las personas con decirme cosas así? mis mejillas ya las sentía ardiendo.

-Bueno me tengo que ir.

Quería conocer a alguien, pero no de esa manera y no en este momento. Pero al parecer Nicole quería seguir la conversación.

-Disculpa, pero si quieres te invito a tomar un café a ese lugar.

Me señaló un pequeño local que estaba a dos cuadras de allí.

-Está bien, pero sólo un café.

-Sólo un café.

Me sonríe y camina a mi lado.

Mientras caminamos no deja de mirarme, claro y yo como un tomate. Linda forma de conocer a alguien.

-Te sonrojas mucho.

-Me lo han dicho, ¿y tú? nunca te había visto por este barrio.

-Ah, vengo del norte. Llegué hace una semana y no conozco a nadie.

-Por eso la invitación a tomar un café. Digo irónicamente.

-Puede ser, pero no es sólo esa.

Me mira y abre la puerta del local.

-Después de ti.

-Ok.

Nuevamente sentí algo sonrojada mis mejillas.

Nos sentamos al final del local y rápidamente una chica, alrededor de unos 18 años viene hacia nosotras.

-Buenas tardes, ¿Qué se quieren servir?.

-Buenas tardes, yo quiero un café con leche y un pie de limón, ¿y tú Vania?.

-Un café cargado y una torta de chocolate.

-Está bien, en un rato más le traigo sus pedidos.

Al irse la chica noto que no tengo dinero suficiente para pagar lo que pedí.

-Tranquila, que esto lo pago yo.

-No te molestes, no es necesario.

-Por la cara que te vi hace un momento, si es necesario. Déjame pagar a mí.

-Está bien, pero sólo por esta vez.

-¿Me quieres decir que habrá una segunda vez?.

Nicole me mira coquetamente, yo lo único que quiero es que me trague la tierra.

-No... no quise decir eso... o sea...

-Ya ya, tranquila fue sólo una broma, nos veremos cuando usted me ordene, estoy a su disposición.

Nicole hace una reverencia y hace que yo sonría. Se nota que es una chica entretenida y segura de sí misma. No debo negar que se ve muy linda con ese pelo corto negro, una chaqueta de cuero y una camisa blanca. Vaya que linda.

-Tienes una linda sonrisa ¿sabes?.

Otro piropo. ¿Así será toda la cita?....Esperen... ¿Cuándo ésto es una cita?... ¿O si?.

-¿Así eres con todas las chicas que se tropiezan contigo y les invitas un café?

-No, sólo me ha pasado esto contigo, pero debo reconocer que es una entretenida forma de conocer a alguien.

Otra sonrisa, con Nicole se me ha olvidado la razón por la cual salí triste de mi casa.

-Aquí tienen sus pedidos chicas, que los disfruten.

Mientras me tomo mi café y converso con Nicole, me doy cuenta que es una chica bastante agradable, no me molestaría volver a tropezarme con ella.

-¿Y tienes pareja?.

Me pregunta de la nada, ¿qué respondo?.

-Vaya, es algo complicado...

-¿Por qué?.

-Tuve algo con una chica pero su mamá al saberlo la cambió de colegio y me prohibió volver a verla, así que no sé si sigo con ella.

-Uh, que difícil situación, ¿por eso andabas con esa cara triste?.

-Si, por eso mismo, ya ha pasado tiempo. Y no sé si seguir como si nada o volver a buscarla.

-Quizás deberías seguir, si estuvieran juntas, te llamaría, te buscaría, aunque a su mamá no le guste, si le hubieses gustado, lo hubiera intentado.

-Pero... me dijo que me amaba... no puede olvidarse a sí de mí... olvidar lo que teníamos...

Por un momento estuve a punto de llorar, cuando Nicole se sienta junto a mí y me abraza.

-Tranquila, yo desde este momento te voy a cuidar, porque de verdad me interesas.

Y por primera vez, me sentí protegida... y querida.


Sin Título.Where stories live. Discover now