Capítulo 2

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Al escuchar mi nombre me quedo perplejo, no lo puedo creer. A mi lado veo las caras de remordimiento de mis compañeros, al parecer ellos tampoco se lo pueden creer. La última cosa que podía imaginarme en ese momento era que iba a salir elegido.
Respiro hondo y me acerco hasta el escenario. Luchó por guardarme mis emociones y por no romper en llanto, ya que este no es momento para llorar, o por lo menos, no en este lugar. Miro el rostro de Katniss que esta igual de sorprendido que el de todos. En ese momento, al intercambiar miradas con ella, recuerdo cuando hace unos años, su padre había muerto en un accidente minero, hacia ya unos meses. Era un día frío y lluvioso, vi a Katniss que estaba revolviendo la basura. Seguro que estaba buscando algo para comer, pero por desgracia, recién habían vaciado los cubos. Realmente, nose que es lo que se me paso por la cabeza en ese momento, pero era como si mi cuerpo se movía sin que yo se lo ordenará. Sin darme cuenta, me vi quemando una hogaza grande de pan. Sabía que recibiría una paliza de parte de mi madre por haberlo quemado, y así fue. Entonces me ordenó que fuese a tirarcelo a los cerdos. Cuando ella se fue a atender a un cliente, aproveché el tiempo y le quite como pude la mayor parte de lo que estaba quemado. Entonces me acerqué a los cerdos, y cuando vi de reojo que katniss me miraba, sin pensarlo, le tiré la hogaza de pan. Ella me miró estupefacta, mientras que yo sólo entre de nuevo a la panadería sin siquiera mirarla . Me arrepiento cada día de no haberle hablado en ese momento, seguro que ella ya lo ha olvidado; sin embargo, yo no, y nunca lo haré. Después de ese día, intenté hablarle, pero nunca tuve el valor de hacerlo, ya que nunca llego el momento oportuno.
Me distraigo y vuelvo a la realidad al escuchar que Effie Trinket pregunta por voluntarios. Todo queda en silencio, sin pensarlo dirijo la mirada hacia mi hermano Tom, aunque veo en su cara dolor y angustia, él no se mueve, y es ese el momento, donde me doy cuenta que estoy sólo en esto.
Cuando el alcalde termina de leer el tratado de traición, nos indica a Katniss y a mi que nos demos la mano. La miró a los ojos y aprieto su mano con fuerza. Luego miramos a la multitud, mientras suena el himno de Panem y nos dirigimos al Edificio de Justicia.

Los juegos del hambre: versión de PeetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora