Realidad...

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Ese chico...
Ocupa un lugar muy importante en mi vida, tengo la esperanza de que en un determinado momento sea un recuerdo, no se si será triste o bueno, pero solo u  recuerdo, esa es mi esperanza...

Sus ojos tienen el poder de cautivar a las personas, no es guapo ni mucho menos mi chico ideal pero simplemente me gusta, qué, no lo sé será que es tan opuesto a mi, en casi todos los aspectos ( a él no le gustan los dulces para nada, pobre criatura del señor no sabe lo que es uno de los más dulces placeres de la vida: los dulces ).

Solo su sonrisa logra iluminar el día más oscuro que hubiese tenido, su voz logra darme esa tranquilidad que desaparece en los días más pero más tormentosos.

Su mirada logra tranquilizarme, cuando nuestras miradas se cruzan me pierdo en aquellos ojos tan comunes de un café que me quita el sueño en los momentos menos pensados. Su mirada es hostil, dura pero para los que realmente saben ver a través de ella podrán notar lo dulce, sincera, cálida y amable que en verdad es; es una verdadera lástima que esos ojos que tanto anhelo ya no me miran, pues no contamos con el valor suficiente para defender lo nuestro ante quien fuera, nos dejamos intimidar por el qué dirán.
Si tú hubieras estado dispuesto a luchar por este sentimiento, yo habría hecho lo mismo sin importar que fuera el enemigo, sin importar que todo el mundo estuviese en nuestra contra mientras tú estuvieras a mi lado, cogidos de las manos - a la mierda el mundo, esto está jodido, pero sabes... Yo me quedo a tu lado-pero no lo hicimos, ahora nos la pasamos imaginando lo que pudo haber sido ya no lo será, es triste saber que el tiempo de nosotros ya pasó, de lo cual estamos concientes y un prueba de ellos es cuando se cruzan nuestros caminos, nos miramos tan fría y hostilmente que cualquiera pensaría que nos odiamos y ninguna se imaginaria la existencia de aquel sentimiento tan hermoso que una vez nos unió.

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