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«Hi/Oops!»

La desaparición de su padre desde hace unas semanas no lo dejaba dormir ni estar tranquilo. No había llegado a dormir, no se había presentado al trabajo, ni había avisado siquiera. La línea de su móvil estaba cortada, pareciera que la tierra se lo había tragado a tal punto de dudar de su existencia. Su madre había entrado en crisis y le reducía las salidas de casa desde lo sucedido. Era una mujer realmente preocupada, y de no ser por su amigo Niall, estaría aguantando un sermón de su madre diciendo que temía por la vida sde su hijo.

Arrugó su nariz ante tal potente aroma. No le gustaba el cigarro, no le gusta el humo del cigarro, no le gusta que fumen cerca de él. Odiaba todo lo que tuviera que ver con el cigarro. Y ese era el aroma que más desprendía en la habitación.

Miró a su alrededor y se sentía fuera de lugar. Parecía estúpido con su mochila sobre sus hombros y su carpeta con temas de estudio en la mano derecha. No quería volver a casa, le estresaba la idea de pensar que llegando a su casa su madre le diría hasta cuando volvería a salir. Estaba buscando al rubio para charlar sobre el trabajo cuando una pareja de chicos pasaron besándose y uno le golpeó el brazo. Los miró asqueado, era homófobico y no apoyaba las relaciones de dos personas del mismo sexo. Se preguntaba por que en las fiestas de su amigo había parejas de chicos besándose o tocándose justo a lado de él. Se sentía asqueado. Quería matar a Niall, por haberlo dejado botado con el proyecto escolar de ambos.

Se dirigió al pestillo de la puerta y cuando estaba a punto de abrirla por completo la voz de su amigo lo hizo detenerse.

-¿A donde vas, Harry?-preguntó el chico tambaleándose. Estaba borracho y un coraje invadió al rizado.

-Me voy, Niall-soltó el rizado con un toque de furia y decepción.

-¿A donde? Harry, afuera hace un frío de la puta madre.-le advirtió, y Harry se sorprendió que a pesar del estado en el que se encontraba pudiera darse cuenta del clima que estaba presente afuera.

-Puedo con eso, Horan.-cambió el peso de su mochila al otro hombro ya que la laptop con la que portaba comenzaba a entumirle la espalda.-En todo caso, es culpa tuya.

La mirada del chico mostró la faceta de arrepentimiento y ahora si se preguntó Harry, ¿Cómo era que podía establecer una conversación adecuada con un chico que mostraba en sus ojos que el alcohol inundaba su ser?

-Suerte, Styles-animó Niall y la preocupación invadió su rostro-por la banqueta.

El rizado asintió y pisó las afueras de la casa. Los rizos se le alborotaron y salieron disparados hacia arriba, y se maldijo así mismo por no haber traído suéter.

Después de unos pocos minutos de camino, se detuvo justo en los dos lugares que podía utilizar para llegar a casa. Era muy tarde, y quería llegar lo más pronto posible a casa. Si iba por la calle haría veinte minutos, pero si se desviaba por el bosque reduciría el tiempo a diez.

Se armó de valor y se dirigió al pequeño bosque. Caminó con cuidado haciendo un ruido con los pies a causa de las ramas y hojas en el suelo. Se tensaba a cada paso y sentía cada vez más frío. El silencio se hacía más grande y el arrepentimiento de haber cruzado por ahí se apreciaba en su rostro.

A cada paso le salía más humo de sus labios y sentía la respiración más pesada. Harry pensó que aquella era la noche más fría y helada de la humanidad. Maldecía mil veces a su amigo Niall por haberlo dejado botado de tal manera.

Siguió su camino y la vista de los árboles danzando al ritmo fuerte del viento le ponía los pelos de punta. Se animaba y se decía que cada paso era uno menos para llegar a casa.

One night |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora