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-Bien.-respondió el castaño después de varios segundos, quizá minutos, después de un largo silencio.

El rizado se sintió extraño. ¿Solo para eso le había hablado? ¿Para hacerle recordar la muerte de su padre? ¿Para recordar que alguien andaba detrás de él? Sentía presencias pisándole los talones.Vigilándolo. Cada día, cada minuto y cada segundo. Asechado. Quizá esa era la palabra correcta después de todo. Salía corriendo de su casa completamente atormentado, como cuando los monstruos del armario lo miraban curiosos cada noche.

-¿Sólo dices eso? -pregunto con despecho.

Louis entrecerró los ojos para mirarlo fijamente.

-¿Cual querías que fuera?-contraatacó-¿Querías que llorara por ti?

-No-susurró-No entiendes nada.

-¿Entender que, exactamente?

Harry suspiró.

-Mi dolor. No sabes lo que es perder a tu padre.

La mirada de Louis reflejo furia y molestia. Algo nada nuevo. Sólo que ahora, si resultaba aterrador.

-No sabes nada, Harry. Tú dolor no se compara con lo que he pasado.

El rizado negó con la cabeza.

-¡Eres un idiota! ¡Tú no tienes sentimientos! ¡No cuentas con ellos!

Ahora sí que Louis lo tomó del brazo como los dos días que había pasado con él.

-¿No tengo sentimientos, Harry?-preguntó en su oído-Entonces, ¿Por qué tengo ganas de golpearte ahora? ¿Por qué siento odio por ti?

-No lo sé.

Sintió como Louis lo tomaba de la cintura y lo acercaba demasiado a él. No le podía estar pasando de nuevo. No frente a todos los alumnos. ¿Qué dirían de él? Le llamarían marica. Le harían bromas y estaría pasando burlas y vergüenzas por culpa de un chico al cual ni siquiera amaba. Se soltó de su agarre.

-No-le dijo mirando al chico de ojos azules-no quiero que piensen que soy gay, no lo soy, no aquí.

Louis sonrió con malicia.

-Pero Harry, no hay nadie aquí-lo sostuvo de los hombros volteándolo a espaldas de él-mira, todos están en clase, donde deberías estar tú. Estamos solos.

Un clic es su cabeza sonó. Debería estar en la escuela. Estando atento, tomando apuntes y guardando la información en su cabeza.

-¡Pierdo clase de literatura!-chilló intentando correr sin éxito, ya que una mano sostenía su mochila.-¡Suéltame!

Unos brazos lo volvieron a poner cara a cara a su compañero.

-Espero Harry, que escribas sobre mí.

Su cuerpo se tensó ante aquellas palabras.

-No te entiendo, Louis.

Louis rodó los ojos, pero puso una mano en la barbilla del rizado para que lo mirara a los ojos.

-Un día Harry, tú me pertenecerás. Un día mientras estés en clase de literatura escribirás un poema acerca de mí-mencionó-escribirás poemas acerca de cómo te beso, de como te abrazo y de que no me quieres dejar ir-continuó pasando una mano por los labios del rizado-sabrás que estarás enamorado de mí cuando mi nombre esté impregnado en una hoja de un cuaderno tuyo. Ahí empezará tu amor por mi. Cuando por aburrimiento ronde por tu cabeza mi nombre y el color de mis ojos y lo pasmes en un papel. Ahí sabrás que estarás perdido. Seré tu perdición y si te hago daño seguirás conmigo-posó una mano en su nuca atrayéndolo a él-mis labios serán tu perdición y estarás loco por mí. Me jurarás amor eterno y cuando estés sólo yo tendré mis brazos abiertos para ti. -Rozó los labios de Harry con los suyos mirándolo a los ojos-temblarás de amor cuando estemos en estas condiciones y tu amor crecerá tan grande que para creerte me lo comprobaras.

One night |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora