Yo Quería

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A partir de ese día en que vi juntos a Yui y a Daichi, ya nada fue igual. Fue como si algo dentro de mi se quebrara y de verdad no sabía a quién podía decir de esto. Los chicos del equipo no eran una opción, yo no podía ver ningún rastro de homosexualidad entre ellos; Tsukishima y Yamaguchi me parecían demasiado cercanos pero sólo era por el producto de ser amigos de infancia; Kiyoko no podría entenderme o tal vez si pero yo era muy cobarde como para poder explicarle que estaba enamorado del Capitán y que, por lo tanto, yo era un jodido homosexual.
Jodido en el aspecto en que no había futuro para mi, no en la situación y país donde me encontraba. No tenía salida. Desertar era la única opción y ser alguien "normal" sonaba mal para mi. Desde ese día también lloré varias veces en mi habitación, estaba frustrado, estaba enojado conmigo mismo por ser...así. Hablé conmigo mismo pero me di cuenta de que yo no tenía la respuesta. Al menos una que no fuera descabellada y peligrosa. 

Toda la culpa la tenía este maldito amor; seguí con la misma actitud pero un poco alejada de él, no se notaba mucho, ponía como excusa el querer estudiar más y realizar los deberes. Despúes de todo somos de tercero y lo que importa ahora son las notas y no que yo sea de sexualidad dudosa y además haya manchado mi amistad con una persona muy importante. Insisto, maldito amor porque me ha destrozado el corazón, el alma, la calma y todo mi mundo se ha venido abajo. Nadie dijo que era fácil, jamás. Mi comunicación con Yui se volvió practicamente aún más nula de lo que ya era, incluso ahora me molestaba su sola presencia y yo sé que ella nada tenía de culpa. Era normal que Daichi la haya querido ver de esa manera. Es linda, se esfuerza, tiene buenas notas, es buena en matemáticas (materia imposible para Daichi), es inteligente y tiene un espíritu inquebrantable. Una chica perfecta. No para mí.

Un día cualquiera decidí no presentarme a la práctica que iba después de clases, había hablado con el entrenador Ukai para decirle una mentirilla blanca: "tengo que estudiar para el examen de prueba, serán un par de días". Ni tanta verdad ni tanta mentira. Mamá me estaba presionando sobre elegir una universidad y papá simplemente me apoyaba diciendo que todo a su debido tiempo, pero que si no quería perder la oportunidad debía elegir ahora. Mi mente seguía hundida en pensamientos, a menudo amorosos y atrevidos, con Daichi. Esa fase del enamoramiento no era fácil de sobrepasar y además rechazado lo hacía más difícil. Aquel día salí del aula y caminé con parsimonia por los pasillos casi vacíos de la escuela. Decidí subir a la azotea antes que ir a casa y dejar que algún miembro del equipo me viera y le corrieran el rumor a Ukai, haciendo que mi mentira se derrumbara.

¿Qué iba a ser de mí de ahora en adelante? No era tan malo pensarlo pero soy un adolescente enamorado de alguien de su mismo sexo. Estaba totalmente perdido. 


Había encontrado un lugar cerca de la puerta de entrada/salida de la azotea con un tejadito que me cubría muy bien de los fuertes y agotadores rayos del sol, la brisa se sentía realmente bien y el ruido era mínimo. Un lugar perfecto para poder pensar. Encendí mi iPod, me puse los audífonos, me recosté un poco. Pensé en mi futuro, en mi manera de ser, en lo que quería lograr, lo que pretendía hacer después de graduarme de Karasuno, pensé también en el volleybol, y luego imaginé un futuro con él. Algo bizarro pero hermoso y en ese momento una canción comenzó a torturarme.


"No seré yo quien te despierte cada mañana[...]"

La cruda realidad, tal vez Daichi se casaría con una mujer muy linda e inteligente, alguien con quién compartiera muchos de sus gustos y que amara con todo su corazón, que haya conquistado como el romántico que no quiere aceptar que es.

"Ya no estaré detrás de ti cuando te caigas pero no creo, sinceramente, que te haga falta[...]"

Ahora alguien más sostendría su espalda, lo apoyaría y empujaría, porque siempre lo necesita y es que a veces es muy inseguro. Es fuerte, no lo dudo ni lo haré. Es el pilar de todos nosotros y, sin quererlo, se volvió uno muy importante de mi vida.

"Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya y sé que todo va a seguir como si nada[...]"*
Por que sé que todo irá bien si no le digo nada y arruinamos la amistad, él hará su vida, yo la mía y si bien nos va, mantendremos todo este contacto. Poder saber de sus logros, que termine su carrera y consiga un buen trabajo, que me invite a su boda y me pida ser su padrino de alguna cosa de las bodas. Que, emocionado, me cuente sobre la llegada de su primer bebé y pedirme que le ayude a elegir algún que otro nombre. Que me pida consejos cuando las cosas vayan mal, que confíe en mi después de todo ese tiempo.

La canción aún no terminaba y yo ya sentía las lágrimas correr por mis mejillas, era un completo masoquista. Mi mente aún no estaba preparada para todos aquellos escenarios porque yo era quién me veía en ellos, no alguien más...no Yui con Daichi siendo felices.

Limpié mis lágrimas inmediatamente y me quité los audífonos, abrí los ojos y me encontré con los de alguien más. De entre todas las personas que pudieron haber subido y que me pudieron ver en una situación deplorable y débil como aquella ¿porque tuvo que haber sido Daichi?


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MUSCLE MUSCLE! HUSTLE HUSTLE! (?)

Primero que nada, la canción es La frase tonta de la Semana de La Quinta Estación.
Segundo, lamento la demora!!! Han sido días difíciles! uwu Y a veces me da la inspiración pero no con DaiSuga xD espero que estén disfrutando porque yo armo los caps en el momento que escribo aunque ya tengo la idea de los siguientes dos, al menos.


En fin, espero que disfruten este capítulo y esperen pacientes los demás uwu <3
Saludos! 

XOXO






Maldita TimidezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora