Lo que el destino nos quitó.

Capítulo 4.

No se podía ser más mono de lo que era. Ayer me hizo sentir muchas cosas, pero no puedo describirlas. Aún. Es imposible estar enamorada, hace tan solo 24 horas ni sabía de su existencia. Además, él ha reconocido delante de mí que es un mujeriego que solo tiene rollos espontáneos. ¿Qué posibilidades había de que yo fuera algo especial? Y además, ¿yo quería ser algo más?.
Me levanto e intento pensar en todo lo de ayer. Víctor antes de irse dejó la mesa y la cocina recogidas, buen detalle por su parte. Otra vez esa estúpida sonrisa en mi cara sin saber muy bien por qué . Me tomé una pastilla, y me metí en la ducha. Al salir me encontraba mejor, y con muchas ganas. Así que entre en mi habitación y empecé a mirar de nuevo el caso de mi hermana.

Rocío Jiménez,19 años. Municipio sevillano.
Vista por última vez, en la madrugada del 17 de Julio(Domingo).
Su cuerpo fue hallado a primera hora del Martes 19 de Julio, en otra localidad a 16 km de donde fue vista por última vez.
Causa de la muerte asfixia y traumatismo craneoencefálico.
La que era su pareja hasta el momento, (Jaime Gómez 19 años, natural de Sevilla), fue detenido pero tras el interrogatorio, a falta de pruebas que lo incriminaran y de comprobar su coartada, fue puesto en libertad.
También se interrogó a muchos amigos de la víctima, pero no se hallaban pruebas ni había un móvil claro.

Cuando tienes 15 años, pierdes a tu hermana mayor, y solo te dan un informe así, sientes mucha frustración, yo tenía la necesidad de investigar más y más, por eso me hice abogado. Han pasado 8 años ya, y la verdad es que hemos avanzado en ciertas cosas y otras nos han dificultado el camino todavía más si era posible, para que engañarnos. Yo recuerdo nuestras últimas horas juntas cada vez que cierro los ojos al intentar dormirme por las noches.
Eran las fiestas tradicionales del pueblo contiguo a donde yo vivía, teníamos muchas personas conocidas allí así que esa noche todos buscábamos un coche que nos trasladara.
A mí y a mi hermana, nos llevó Paco, en el coche junto a otros tres colegas suyos. Llegamos al pueblo y había muchos amigos míos, así que me fui con ellos a la disco de la localidad. Al llegar ,ya estaban mi hermana y su pandilla. A mí no me gustaba la gente con los que salía ella. Quitando a dos o tres amigas de la infancia que se hacían de querer, los demás eran todos guerrilleros macabras. Mi padre le dijo mil veces que eran mala influencia, pero así era mi hermana, tan sumamente buena o tan sumamente tonta que no veía el lado oscuro de nadie ni aunque se lo enseñaran con lupa.
Muchas de mis amigas estaban coladitas por tíos de esa pandilla, y a mis amigos le iban las mayorcitas, así que nos tocó sentarnos con ellos. "Genial, iba a pasar una de las mayores fiestas del año con mi hermana, que guay".
Pero no habían pasado ni 20 minutos cuando alguien la llamó a su móvil, ella se dio la vuelta, por lo tanto no pude ver la expresión de su cara, solo sé que al colgar, cogió sus cosas y se fue sin despedirse de nadie. Qué raro. Pero supuse que sería el asqueroso de Jaime, su noviete desde hace ya un tiempo, lo detestaba, bueno yo y todos la que la queríamos, a decir verdad. Yo no bebía por aquel entonces, y la verdad es que ahora tampoco, después de aquello le cogí asco a la bebida, pero esa noche todo el mundo me invitaba a copas y a mí no me salía del cuerpo rechazarlas. A las 2 de la madrugada, ya iba "castaña".
Siempre recuerdo vagamente una conversación de las verdaderas amigas de mi hermana detrás de mí sobre esa hora.
-Se va a perder la fiesta...
-Me ha dicho Pablo, que ha discutido otra vez con Jaime.
-¿Otra vez? ¿Por qué no lo deja ya?
-Creo que cada vez Rocío se lo está planteando más...
Me iba a dar la vuelta para preguntar por mi hermana, pero un amigo me cogió de la mano y me sacó a bailar. "Una canción y vuelvo a preguntarles" pensé. Pero pasé mucho rato en la pista, seguía bebiendo y bailando, hasta que alguien vino corriendo hacía mi, y me sujeto fuerte por los hombros.
-¡Qué haces!
Era Rocío. Tenía todo el rímel corrido, y se le seguían saltando las lágrimas al hablar.
-Bailar, supongo.
-Dios, vas bebida. ¿Quién te ha dado las copas?
-No me he pasado tanto... no sé, me invitaban, alguno de tus amigos, los míos, no sé Rocío.
-Nos vamos a casa, ahora.
Eran sobre las 3 y media, y la verdad es que la fiesta estaba muy bien como para irse ahora, pero me dolía la barriga. Dios mío. "Creo que mañana tendré resaca"
Mi hermana tiraba de mí, nos encerró en el baño y sacó su móvil para llamar a alguien.
-¿Paco?. ¿Vas bebido?... Vale mejor, tienes que venir a por Ainoa y a por mí a la disco y llevarnos a casa. ...Sí, todo va bien...Nos vemos en la puerta principal, dame un toque al móvil cuando llegues. Hasta ahora.
Mi hermana se sentó en el retrete, seguía llorando, nada iba bien, no había que ser muy listo para darse cuenta. Yo me senté entre sus piernas y le daba besitos en la rodilla.
-Te quiero...-dijo entre sollozos abrazándose a mi cuello con fuerza. Me di la vuelta y le miré a los ojos.
-Yo más, pero no llores que te pones fea.
Las dos reímos y así seguimos. La verdad es que mi hermana tenía una belleza que daba miedo, estaba preciosa hasta llorando, pero yo era más feliz, si no la veía en ese estado.
El móvil sonó y ella me llevó a un ritmo acelerado hacia el coche. Me metió dentro, en la parte de atrás y le pidió a Paco que saliera.
-Escúchame, solo te la vas a llevar a ella, pero necesito que no te duermas y que tengas el móvil con sonido, para cuando necesite que vengas a por mí, ¿vale?
-Vale, pero... no sé... que raro todo Rocío.
-No te preocupes, pero hazme caso.-Mi hermana le dio un beso de esos que no se olvidan le sonrío y me dijo adiós con la mano. Ella se fue, con ese arte que tenía al andar.
Mi hermano pasó el rato en mi habitación, por que los dos creíamos que Rocío llamaría pronto. Eran alrededor de las 5 cuando su móvil sonó, era su número pero nadie contestaba al otro lado.
-¿Rocío?¿Nena? ¿Voy a por ti?¿Estás bien?¿Me escuchas?
Entonces le colgó, a mi hermanó no le faltó tiempo en tirarse de la cama coger el coche e ir en dirección al pueblo. Según contaba horas después él, no la veía, preguntó a todos sus amigos, incluso a su novio, pero nadie la había visto. Aquí hay gato encerrado, y lo sabíamos todos. A la hora de comer del día siguiente no había regresado aún, y nuestras sospechas se confirmaron. Llamamos a la policía pero eso solucionó poco...
Dos días después a las 8:58 de la mañana, recibimos una llamada de la policía, habían encontrado su cuerpo sin vida en un pueblo cercano. Una pesadilla. Algo que no le deseo ni a mi peor enemigo, y algo por lo que yo prefiero morir antes que volver a pasar por ahí. El objeto con el que le dieron el golpe en la cabeza, nunca lo encontraron, y el pañuelo con el que la ahogaron era el suyo, lo descubrimos no hace tanto tiempo.
No se encontraron huellas en ninguna parte. Y Jaime puso como excusa que había pasado todo el Sábado con Sofía, la persona con la que mi hermana sospechaba que le engañaba.
Por aquel entonces teníamos muchas dudas.
-¿Quién llamó a mi hermana por teléfono?
-¿A dónde fue?
-¿Cómo llegó el cuerpo de mi hermana, 16 km de donde se encontraba viva?
Tampoco encontramos su móvil por lo que la cosa avanzaba poco.
Repasé la lista de testimonios, entre ellos el de Pablo, el novio de la mejor amiga de mi hermana y a la vez su mejor amigo. Puso a Jaime en un aprieto por que confesó haberlo visto con mi hermana en un descampado del pueblo, su novio lo acabó reconociendo, pero dijo que fue solo cuestión de minutos. Daría lo que fuese por haberlos visto con mis ojos y analizar la cara de mi hermana, joder si hubiera sido en estos tiempos seguro que de esa noche habría cientos y cientos de "selfies"...

-¡ESO ES! ¡FOTOS, VÍDEO! ¡LA CÁMARA DE SEGURIDAD!
Nunca había caído en ese detalle, tonta de mí. Por aquel entonces en ese municipio y en los alrededores había muchos robos e incendios, así que los ayuntamientos decidieron instalar cámaras de seguridad por todo el pueblo.
Llamaré a Nuria y le diré que los llame y que intente que nos manden las pruebas por correo.
No puedo estar más feliz. Era uno de los mayores pasos que dábamos en años.

¿Resolvería ahora el caso?