Capítulo 7.

10 1 0
                                    

Entonces, justo en ese instintante, mi teléfono sonó.

-Mi móvil... es decir ¡MI MÓVIL! -¡¿Hay cobertura?!-¿Sí?-pregunto emocionada.
-Noa, gracias a Dios. -Era mi hermano, debe de estar realmente preocupado...-Estamos aquí abajo, los bomberos acaban de llegar, necesitan saber el lugar exacto en el que te encuentras.
-En la parte central de la planta número 4.
-Muy bien hermanita. Ya van para allá, mientras tanto, tienes que agarrarte a la pared o tumbarte en el suelo, son órdenes específicas de ellos.
-Cumpliré, Paco, no te preocupes.
Tras colgar solté un suspiro con todo la ansiedad y miedo acumulada que llevaba aguantando hasta ese momento.
-Víctor, túmbate en el suelo y protégete la cabeza con tus brazos.-Me hizo caso aunque seguía con cara de angustiado. -Ya están aquí los bomberos, no tienes de que preocuparte.
-¿Estamos ya fuera del ascensor?
-No, pero...
-Pero nada. Entonces si hay de qué preocuparse.
Me rindo. Nada de lo que diga va a conseguir calmarlo. Solo puedo rezar para que consigamos salir de aquí lo antes posible.
(Unaa, dooos, y treees!)(Buuum)
Se escuchó un enorme estruendo como si estuvieran intentado abrir la puerta con algo metálico, pero no lo consiguieron.
(Unaa, doos, y treees!)
Y porfín empezó a desplazarse.
-¿Hola? ¿Están ustedes bien?
-Mejor que nunca. ¿Qué hacemos?
-Uno de los dos, que se ponga en pie.-Noté tanta seguridad en la voz del bombero que me conseguí relajar del todo.
-Tú primero Noa.-Víctor tenía mucho más miedo que yo y aún así quería que yo saliera primero. No había tiempo que perder, así que cedí. Me incorporé a duras penas y esperé órdenes.
-Acércate hasta el filo de la puerta.-Lo hice, joder, necesitaba terminar ya con esto.-Bien, ahora, tienes que tener decisión ya que si cuando saltes el ascensor cae al vacío te cortará por la mitad sin que podamos hacer nada.-¿Qué?, Víctor tenía razón nada de esto había acabado hasta que estuviéramos los dos fuera.-Señorita, dígame su nombre para poder referirme a usted.
-Eh... Noa. Y él es Víctor.
-Bien, ¿está lista Noa?
-Qué remedio.
-Bien, ahora con fuerza. 1, 2 y.. ¡3!
Por un momento pensé que mis pies quedarían inmóviles, pero no, tuve más valentía de la que me pude imaginar. Al caer al suelo dos bomberos me recogieron por los hombros y empezaron a observar si me encontraba bien.
-Víctor, ¿ha visto a la chica? Tiene que hacerlo igual. Con decisión, ¿me ha entendido?¿Señor?
Víctor no contestaba. Estaba paralizada. Tenía que hacerle entrar en razón si no algo saldría mal.
-Víctor, es un saltito de nada. Claro que puedes. Yo sé que puedes.-Y como si mis palabras hubieran sido el remedio a todas sus penas se preparó para saltar.
-Preparado capitán.
-Así me gusta. 1..2..y...¡3!-No lo vi. Cerré los ojos un momento antes, estaba muy asustada y eso que yo ya estaba fuera. Al abrirlos pude comprobar que estaba bien, solo algo nervioso. Me senté junto a él.
-¿Cómo estás ahora?
Me sonrió, parecía avergonzado y eso me ponía furiosa. Cualquier persona en su situación se hubiera asustado no tenía por qué sentirse mal.
-Ahora mismo mejor que nunca. ¿Sabes? Mañana me despertaré y será un recuerdo bonito. Por el simple hecho de haber estado contigo, aunque me hayas tenido que ver como un cobarde
-De eso nada. Tú has sido quien me ha dado a mí fuerzas para mantenerme cuerda ahí encerrada. Sin ti hubiera perdido la cabeza.
-Ironía de la vida...-No sabía muy bien qué intentaba decir con eso, y creo que mi expresión me delató.-Sí, yo te mantengo cuerda y tú haces que yo pierda la cabeza, por ti.
Muy fuerte tengo que ser en este momento para no comérmelo a besos. Este chico me ganaba por momentos. Es tan misterioso y atractivo a la vez. Es como una caja de sorpresas, y a mí no me importaría quedarme a su lado toda la vida para descubrir hasta el más oscuro de sus secretos.
-Os esperan abajo, teníais a la familia muy preocupada. Nosotros ya nos vamos, vayan con cuidado y... por las escaleras.
Bajamos los dos con pasado ligero y alegres retomando nuestra conversación de antes de quedarnos atrapados.
Al bajar, vi a mi hermano muy alterado, a su lado estaba Félix abrazando a su mujer que sujetaba a mi pequeña Natalia.
-Joder...-Paco se lanzó a mí y me fundió entre sus brazos. Somos muy cariñosos el uno con el otro pero la verdad es que llevábamos mucho tiempo sin darnos un abrazo así. Entonces noté como su voz se cortaba, como si se le estuvieran escapando unas lagrimillas.-¿Estás bien?
-Diría que casi mejor que tú. Anda tonto, que ya estoy bien, todo ha quedado en un susto no tienes por qué ponerte así.
-Noa, eres mi hermana pequeña. Eres lo más grande que tengo ahora mismo en la vida. ¿Cómo me puedes pedir que me tranquilice? ¿Sabes lo mal que lo he pasado? Esto ha salido bien ahora, pero no sería la primera vez que la cosa se complica y no tiene el mismo final.
Ahora la que se había emocionado era yo. No me imagino mi vida sin Paco. Si hubiera sido al revés yo estaría mucho peor. Y lo abracé.
-Pero todo ha salido bien, ¿vale?. Que yo también te quiero...
-Te recuerdo que Paco no es el único que lo estaba pasando mal pequeñaja.
Era la voz de Félix que estaba detrás de nosotros. No pude contener la risa, me solté de mi hermano y fui hacia él. Me sentó en sus piernas como cuando era una cría.
-Te prohíbo volver a montar en un ascensor para el resto de tu vida.-Y sabía que era en serio.
-Te lo prometo.-Y me dio un beso en la mejilla que parecía que me iba a comer.
-Llamó Javi, decía que no se lo cogías y quería saber cómo te encontrabas. Se lo conté, así que le dije lo que había pasado y me dijo que venía ahora mismo para Madrid, así que seguramente se pase después por tu casa.
Mierda... Javi... después de todo lo que había sentido en el ascensor y de que cada vez Víctor se metiera más en mi corazón, ¿realmente quería verlo?. Es decir, me gustaba, me atraía, eso no cabía duda, pero lo que Víctor me había hecho sentir... no se comparaba.
-Sí, vale. Sin problemas. Por cierto, ¿y Natalia? Vi que estaba aquí, me muero de ganas por verla.-Siempre era mi refugio cuando las cosas se torcían. No solo para escapar de mi hermano y de Félix si no para evadirme un poco de la realidad. Con ver su sonrisa me bastaba. Al poco rato de ver a mi sobrina, estábamos todos juntos, llegó Víctor.
-Hola.-Mostraba una sonrisa espléndida ya estaba mucho más recuperado. Por momentos pensé que mi hermano se levantaría y le liaría una buena por mancharme de bebida o por besarme o por haber dormido esa noche en mi casa. Después recordé que ellos no sabían nada de eso, ni siquiera sabían que me dirigía a tomar algo con él cuando pasó lo del ascensor.
-Tú eres el chico que también se quedó atrapado en el ascensor, ¿verdad? .-Víctor afirmó y yo no sabía muy bien a donde iba a llevar esto. -Gracias por haber estado con mi hermana en ese momento tan duro.
-Bueno, aunque quisiera no podría haber hecho otra cosa, ¿no?. De todos modos, fue un placer, casi qué diría que repetiría si es con ella con quien paso el mal trago.
Sin duda mi hermano no se esperaba eso y siendo sinceros, yo tampoco. También notaba la mirada de Félix clavada detrás de mí, esperando a que me diera la vuelta y le diera una explicación.
-Noa, quisiera hablar contigo un momento. A solas.
-Eh, sí. Nosotros tres ya nos íbamos. Llámame mañana en cuanto tengas oportunidad, ¿vale?. Paco, ¿vienes?
-Oh, sí. Claro. Adiós hermanita.
Y los 4 se fueron, dejándonos a solas.
-Creo que mañana tendré que explicar esas palabras tuyas tan bonitas.
-No saben que ibas a salir conmigo antes de quedarte encerrada, ¿no?-No sé a qué venía esa pizca de dolor en su forma de hablar.
-No, Víctor, todavía no quiero que sepan nada. Más adelante, depende de cómo vayan saliendo las cosas podría ser, y solo digo, podría, que yo les contara algo, pero mientras tanto, no quiero que sepan nada de nada, ni contigo ni con nadie.-Y estaba mintiendo, estaban al día de toda mi relación con Javi, pero claro, yo a esa relación no le veía futuro, sin embargo para ser sinceras, algo me decía que con él tampoco.
-Vale no pasada nada... Son casi las dos de la mañana, supongo que ahora no tendrás ganas de retomar nuestra cita así que, ¿mañana? ¿café? Invita la casa.
-Sí la verdad es que ahora ya es un poco tarde, yo mañana también trabajo. Pero aceptaré encantada ese café.
-Venga, te acompaño hasta tu piso.
Me ofreció su brazo para que me cogiera a él, y yo lo hice sin ningún tipo de reproche. No podía estar más agusto en su compañía. Me hizo ponerme el pijama, cenar un pequeño sandwitch, y me metió en la cama, dándome un pequeño beso de buenas noches. Pero así es mi vida, y es que no pueden pasar dos minutos sin que algo me joda los momentos bonitos. El timbre sonó y un detalle del cual ya me había advertido Félix se me pasó por completo...
Víctor se había ofrecido a abrir la puerta y volvió medio minuto después diciendo que era un tal "Javi" . Me levanté a duras penas de la cama cogí mi bata, me daba vergüenza que él me viera en pijama, y le abrí.
-Oh, gracias a Dios, Noa. Me tenías tan preocupado.- Y me abrazó. Creo que debería cambiar de colonia, la que me he puesto esta noche hace que la gente me abrace demasiado.
-No te preocupes Javi, no tenías que haberte molestado en venir, mañana te hubiera llamado a primera hora.-Me gustaban dos hombres en este momento de mi vida, y si eso no era suficientemente malo, estar con los dos de madrugada solos en mi casa, lo superaba con creces.
-Creo que no nos han presentado-No puede ser, se estaba refiriendo a Víctor.-... me llamo Javi. Y soy... un "amigo" de Noa.-Le dio un tono especial a la palabra amigo, tanto que hasta un niño de dos años se hubiera dado cuenta que no éramos solo amigos.
-Oh.-Su mirada hacia mí me fulminó, me sentía la peor persona del mundo...-Encantado. Soy Víctor y era la persona con la que Noa tenía una cita antes de que pasara todo el lío del ascensor.
Ahora era Javi quien me atravesaba con la mirada. Le debía una explicación a los dos. Incluso yo necesitaba respuestas.
-En ese caso, creo que estorbo. Que paséis buena noche.
-Javi, espera.
Pero no lo hizo, salí tras él y cerré un poco la puerta para que Víctor desde dentro no pudiera vernos.
-El día que te iba a conocer a ti, lo conocí a él. Así de la nada... Yo no tenía todo esto planeado, solo he estado una vez con cada uno... y no tengo las cosas claras pero créeme, que no hay persona que quiera saber que va a pasar más que yo.
-Mira Noa, eres increíble. Y me gustas. Pero quiero saber, que no me voy a hacer ilusiones para nada.
Todo esto era más duro de lo que yo me creía, lo estaba pasando realmente mal, ninguno de los dos se merecía pasarlo mal por mi culpa.
-Javi, si quieres seguir teniendo citas conmigo y conociéndome un poco más tendrás que correr el riesgo de que las cosas no salgan como planeas, pero supongo que no es solo conmigo, que con todo el mundo pasa un poco igual, ¿no? Si la idea de que no lleguemos a tener nada al final, te supera, entenderé que salgas por la puerta del edificio y no vuelva a saber de ti. Me lo merezco.
Vi en su mirada dolor y eso dolía en mi alma. También notaba dudas, creo que sé lo que va a decir, pero a la vez se que tiene la certeza de que se va a equivocar y se va a arrepentir toda la vida...
-Claro que quiero seguir conociéndote, Noa.-Me dio un beso en la frente.-Venga, ahora duerme, es demasiado tarde. Hablamos mañana ¿sí?
-De acuerdo. Ve despacio .-Volví a entrar en casa algo más relajada, aunque los discurso de esta noche solo acababan de comenzar.
Al entrar, Víctor estaba terminando de recoger lo que habíamos ensuciado de la minicena y se disponía a irse.
-Víctor, te debo una explicación.
-Lo sé, pero la pregunta es, ¿me la vas a dar? o mejor dicho, ¿me vas a ser sincera? ¿me vas a decir las cosas claras?
-Todo lo que pueda...-Tomé una bocanada de aire, lo necesitaba para poder seguir-El día que te conocí te lo mencioné, era el chico con el que iba a tener una cita... es íntimo amigo de Félix... y se empeñó en que nos conociéramos.
-Así que, no querías que tus hermanos supieran nada a de tus relaciones, eh. -Se refería a lo que mencioné en la puerta del edificio, creo que cada vez, lo estaba empeorando.
-¿Quieres las cosas claras? Está bien.-Si realmente quería arreglarlo tenía que darle sinceridad plena, así que no sin tener verdadero pánico tomé fuerzas para contarlo todo.- Me gustas. Bastante, y no lo puedo negar.-Tomo aire, no sé ni cómo continuar.- Pero Víctor, déjame que me asegure de qué es lo que me conviene ahora mismo en mi vida. No voy a tomar ninguna decisión sin estar segura al cien por cien. ¿Vale?
-Noa, yo ahora tengo las cosas más clara que en toda mi vida... Y me duele que no sea así por tu parte. Pero te esperaré, y no con los brazos cruzados, si no intentando demostrarte que vas a tomar la decisión correcta...
Supongo que era un impulso pero ahora era yo la que se disponía a besarlo, aunque él simplemente me abrazó.
-Ya habrá tiempo, sirenita.

______________________________________
Casi dos meses sin nuevo capítulo, mil disculpas😭. A partir de ahora más.💪.

Lo que el destino nos quitó.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora