Siembra de cuerpos

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  • Dedicado a Maria de Diego
                                    

M38.457.298                                                                                                            enemigo: orkos

mundo agrícola: Ruhr II                                                         

el ruido gorgoteante de Ahti al morir fue lo ultimo que recuerdo de mi mejor amiga.mi unnica amiga.

ambos perteneciamos al tercer pelotón del 101º de Alraquis.Ela,yo y otros 18 muchahcos alraquileanos habíamos crecido y entrenado juntos escuchando gilipolleces de la belleza de otros mundos y la gloria al servicio de La Guardia, y nos habiamos alistado,para recibir un infierno de sangre y cieno

estabamos en un agrícola,en el que solo hay campos,oceanos y ciudades-colmena.todo era verde y bonito e un planeta protegido del Emperador(nuestro dios.hombre),pero en este,los orkos,una de las mayores calamidades de nuestro universo habian decidido infestarlos delas esporas con las que se reproducian y de sus tropas hediondas.una invasion de reglamento,maldita sea...

la tropa de invasion planetaria orka habia asolado la poblacion del planeta y reducido las plataformas de defensa planetaria a cenizas.po lo que habian enviado a nuestra nave,cargada al maximo de guardias imperiales de diferentes mundos deseosos de luchar.

ahora mismo,la mitad de mi compañía(8 escuadras de 10 soldados) se encontraba de reconocimiento en unos campos de cultivo gigantescos de uno de los continentes.

grandes surcos en la tierra que hacian las vecesde trincheras rectilineas,ahora mismo estaban medio inundadas y el agua helada nos llegaba hasta las rodillas,y una pequeña capa de escarcha lo cubria todo.un neblina cubria nuestro avance,sabiendo que deberiamos encontrar una caraan orka pronto...no me jodas...los oficiales ivan a caballo.y la infanteria pelandonos de frio con el fango hasta las rodillas, y encima si se te estropeaba el rifle laser era culpa tuya.

mientras cavilaba, un zumbido sonó a mi izquierda, y una explosion ilumino de rojo toda la niebla del alba.todos nos giramos sorprendidos,agachándonos y apuntando,por la costrumbre del entrenamiento.y vimos como una escuadra de buenos compañeros se combertia en humo,cenizas y barro.

-¡pieles verdeeees!-oímos que alguien gritaba.todos nos pusimos a cubierto mientras los cohetes surcaban el cielo, sin darnos a penas.loo que ayudo a organizarnos.

eramos guardias imperiales, El Martillo del Emperador, unos descerebrados xenos verdes no ivan a pararnos.

practicamente a la vez, mi escuadra empezó a disparar,salvas de laser rojo surcaban el cielo contra la maraña de orkos que se nos venia encima,saltando por encima de las franjas de cultivo,lo que les convertia en blancos excelentes.caían muchos orkos,pero muchos mas venían detras,todos a pie, vociferando y agitando sus grandes hachas,disparando sin ton ni son a nuestras filas.cada vez estaban mas cerca.

-Adelante alraquilenos-grito nuestro sargento encaramandose a la trinchera,desenfundado su sable-tenemos a estos cabrones encima¡bayonetas y cargad!-me agache en el surco de tierra que usabamos de trinchera para calar mi cuchillo de combate en mi rifle,y,al levantarme,la sangre me salpico la cara.el sargento caía ante mi con tres agujeros inmensos en el pecho.

-derek,¡acabas de ascender!-me vociferó ahti,guiñándome un ojo, por encima del estruendo de balas silbando,explosiones y gritos.la mire con cariño y con expresion extrañada.estaba muy guapa disparando sobre esos orkos

toda la escuadra me miraba atonitos,esperando ordenes, y la misma cara debia de poner yo.tragué saliva y dije-muchachos,¡enseñemos a esos pieles verdes de que estan echos los alraquileanos!-y ellos me respondieron con gritos de jubilo-ésto marchaba bien...-

con las bayonetas caladas y el fuego en nuestros corazones-¡cargad!

nada mas salir de la trinchera,los orkos nos recibieron con algunos tiros desatinados,estaban mas cerca de lo que creia,me agache sobre el cuerpo del sargento y cogí sus granadas-esto no le hara falta ya,señor-le dije sin perder el respeto al mando que nos imponían en la academia.

gritando como un poseso,saltando por encima de las trincheras de los cultivos,me reuní con mi escuadra,disparamos mientras saltabamos,y cuando el enemigo estubo encima,le acuchillamos.

no habia tiempo para pensar,todo eran reflejos y suerte,usaba mi rifle para protegerme de los embates de hacha orkos,para acuchillarles con la bayoneta o dispararles a quema ropa.el sol ya había salido,y le daba a todo un aspecto irrealmente dorado, el cual los orcos lo infestaban de las sombras que proyectaban con sus grandes cuerpos.cuando mi rifle se partio en dos,golpee con la culata a un orko y clavé la bayoneta en el cuello de otro, y retrocedí para recoger el de uno e los caídos,y descubrí con pesar que ahtime ofrecía el sullo,y la desesperacio llenó mi alma,creando un vacío que nada podria llenar ya.

el ruido gorgoteante de Ahti al morir fue lo ultimo que recuerdo de mi mejor amiga.mi unica amiga.la chica que amaba mas que a mi vida,que me habia acompañado toda mi vida,ahora su rostro se transformaba en una debil sonrisa manchada de sangre que salia de los pulmones perforados.alzaba su mano con el rifle,que temblaba.agarré rapidamente el arma,arrodillado como estaba a su lado incapaz de decir una palabra,cuando su mano resbaló del MK-ii, se la recogí antes de que callese al suelo,susurrandola,en un intento de mantenerla conmugo, "te quiero..."

Diario de un guardia imperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora