En mi oreja, sentí la canción "Chantaje" de Shakira, ¿enserio estaba soñando con una canción? abrí mis ojos soñolientos y me los froté, la dichosa musiquita aún seguía sonando debajo de mi cabeza. Me encantaba esa canción, pero al ponerla para todo, empezaba a aborrecerla.
-Mierda...
Me había dejado el puto móvil debajo de la almohada. Desbloqueé la pantalla y vi que eran las nueve de la mañana.
-¿Que coño quieres a esta hora, Kiara?-Contesté de mal humor.
-Buenos días a ti también.-Dijo mi mejor amiga con una risita.
-No le veo la gracia.
-¿Sabes que?.-Preguntó.
-Pues no, no se que. Que preguntas me haces es que de verda...
-¡QUE YA ESTOY EN LA CIUDAD! ¡HE VUELTO COMPARE!-Gritó dejándome sorda.
No me jodas... miré el calendario de la pared, sí, en efecto volvía esta mañana.
-Tíaaaaaa, cuantas ganas tenía de que volvieras, te he echado de menos.-Dije melancólica.
-Y yo peque, ¿quieres quedar?-Preguntó.
-Sí, aunque esta tarde pesaba hacer unas cosas que tenía pendientes...
-Digo, si puedes quedar ahora. No esta tarde.-Dijo divertida.
-¿Ahora? ¿tan temprano?-Pregunté extrañada, a saber.
-Sí, por cierto, estoy delante de tu casa junto con Maia, así que vístete y baja.-Colgó.
Mi amiga definitivamente no era normal. Suspiré con pesadez y abrí el armario para ponerme cualquier cosa, en este caso unos shorts vaqueros y una camiseta de tirantes blanca con encaje en la parte de abajo, era muy fina y quedaba muy bien.
El orangután seguía durmiendo en su habitación así que me ahorré un mal de cabeza y bajé silenciosamente la escalera, cuando abrí la puerta de la calle, Kiara y Maia estaban sentadas en el suelo, Maia mirando el móvil con una sonrisita tonta y Kiara reía.
-Eh, ¡desaparecida!-Kiara se levantó y me aplastó con un abrazo de oso.-Sí, yo también te quiero.-Pasaron unos minutos.-Ya me puedes solar...-Reí
-Ey.-Me saludó Maia, y yo a ella.
-Esa sonrisa como que me la conozco yo.-Le dije sonriendo.-Eh pillina, que te he pillado.
-No es nada de lo que tu piensas.-Su cara se puso de color rosado.
-No que va.-Me senté a su lado en el portal.-Dime, ¿Quién es?
-Tía, vas a flipar.-Dijo Kiara super motivada.
Maia miró el móvil una vez más y otra estúpida sonrisa tonta le salió de la cara.
-Vale si, me has pillado. Se llama James, es el que conocí en la discoteca que me encantó, ese que te dije.
-¿Y como es físicamente? ¿Como vais?.-Le pregunté levantando las cejas repetidamente.
-Pues tiene el pelo castaño, y los ojos de un verde impresionante, dios... no pasó nada en la discoteca por que me tuve que ir temprano, pero me dio su número y ahora no paramos de enviarnos mensajes.
-Wow, que suerte tienes tu, ¿cuantos años tiene?-Le pregunté sorprendida.
-Tiene veinte.-Dijo bajando su mirada al suelo.-Si mis padres se enteraran de que me gusta un chico de veinte no me dejarían salir de casa.
-Bah, tampoco os lleváis tanto...-Dijo Kiara. A ella le gustaban los mayores, y para que mentir, a mi también. Al menos parecía que tenían más cabeza que los de nuestras edad, que solo van a lo que van.
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El chico que vive en mi casa
Novela JuvenilEmily es una chica de dieciséis años divertida, competitiva y un poco inocente, que vive felizmente con su tía. Un día, se encuentra una sorpresa en su casa, un tal Jason, que viene a pasar el verano con ellas por asuntos familiares. Él tiene dieci...