·Narra Emily·
Miré el reloj del salón, tragando saliva, eran las cinco en punto de la tarde. El ruido sonoro de la manecilla, tic, tac, tic, tac. Jason estaba nervioso a mi lado, frotándose las manos y repitiéndome siempre la misma pregunta.
-¿Estas segura de que quieres decírselo?
-Sí, mi tía y yo nunca nos ocultamos nada, así que si estamos saliendo tengo que decírselo.
-Pero y si me manda...
La frase se cortó con el sonido de la puerta principal, los tacones retumbaban por el parqué hasta que Laura entró al salón con una sonrisa.
-Hola chicos, ¿que tal?-Dijo actuando extraño. Algo le pasaba, de eso estaba segura.
-Bien...-Contestó Jason, y su mirada paso a ver la televisión, sin atreverse a empezar a hablarle.
-Me alegro cariño, hoy estoy cansadisima.-Dijo recogiendo cosas en la cocina. Ya que nuestra cocina y nuestro salón-comedor eran una sola habitación, era un espacio abierto por lo tanto si tu estabas viendo tranquilamente la televisión podías observar la acogedora y moderna cocina, con barra americana.
Le dí un codazo mirándole mal.
-Se lo dices ya, ¿o mañana?.-Le susurré.
-Emily, esto es muy difícil.-Dijo nervioso frotándose las manos.-No le va a caer bien. Díselo tú, anda, que es tu tía y tienes más confianza.-Me puso ojitos de cordero. Cobarde miedica.
Joder, yo no me podía negar a esos ojitos tan bonitos.
Me aclaré la garganta.
-Tía, tenemos que decirte algo importante, que pienso que deberías saber.-Le dije.
-¿Sí? ¿que cosa?.-Levantó la cabeza mirándonos.
-Pues, es que hoy pasó algo...-Dije mirando al suelo y sonrojandome sin poder evitarlo.
-¡¿Qué?!-Gritó abriendo los ojos desmesuradamente.-Cuando los vi esta mañana no pensé que ya estuvierais haciéndolo, ¿Estas...? osea digo, ¿lo habéis hecho...? Madre mía.-Dijo yendo de un lado a otro nerviosa.
-¿Nos viste?-Preguntó Jason alterado.
-¡Si! Pero no pensé en que vosotros haríais algo, y menos sin protección.
-¿Sin protección?-Pregunté confusa.
-Hay dios mio, cuando planeamos Mary y yo juntaros, nunca pensé que tan pronto vosotros... ¡y menos lo de quedarte embarazada!.-Gritó cogiendo el abanico y haciéndose aire en la cara.-Mira que lo sabia, que no me podía fiar, que los chicos de hoy en día...-Miró mal a Jason.
-¿Embarazada?-Preguntó confuso Jason mirándome con el ceño fruncido.
-Vamos a ver si me entero bien.-Dije sorprendida.-Tu y la madre de Jason hicieron un plan contra nosotros para que fuéramos novios, nos viste esta mañana en la cama, ¿y ahora crees que estoy embarazada?-Dije mirándola como si tuviera dos cabezas.
-¿No lo estas?-Preguntó con cierta duda.
-¡Pues claro que no!.-Grité indignada.-¿Que imagen tienes de mi? Madre mía, estamos todos locos ¡o que!.-Esta situación me parecía irreal.
-¿Entonces que cosa importante a pasado para que te sonrojes de esa manera? Recorcholis, que susto me he llevado, ¡pensaba que te había embarazado!.-Dijo acusando al chico a mi lado con el dedo, y ella seguía dándose aire con el abanico.
Jason soltó una risotada enorme que me contagió enseguida.
-Recor... ¿ha dicho recorcholis?-Siguió riendo tumbado en el suelo.
ESTÁS LEYENDO
El chico que vive en mi casa
Novela JuvenilEmily es una chica de dieciséis años divertida, competitiva y un poco inocente, que vive felizmente con su tía. Un día, se encuentra una sorpresa en su casa, un tal Jason, que viene a pasar el verano con ellas por asuntos familiares. Él tiene dieci...