·Narra Jason·
Mis ojos se abrieron a causa de los rayos del sol que entraban por la ventana. Jodida ventana abierta. Noté una respiración pausada a mi lado, y recordé todo lo que había pasado la noche anterior. Emily en mi habitación, y el beso. Dios, esos labios eran adictivos.
Me incorporé en la cama y me la quedé viendo durante un largo rato. Estaba preciosa, con su pelo pelirrojo esparcido por la almohada y sus labios entre-abiertos.
Me gustaba sí, y mucho. Pero estaba confuso, nunca me había sentido así por una chica, nunca me había llegado a gustar ninguna de mis novias, solo estaban buenas y eran buenas en la cama. Pero con ella había un sentimiento extraño que crecía más y más en mi estomago, nervios, celos, confusión. ¿Me estaría enamorando de ella? la pregunta del millón, la que todo el rato rondaba por mi cabeza. Lo que si sabía, era que quería que estuviera a mi lado. Por el mayor tiempo posible.
Me levanté de la cama y tal como iba, en boxers, fui a la cocina y puse dos vasos de leche en el microondas, me bebí el mio y subí de nuevo a mi habitación.
-Dormilona.-La zarandeé suavemente, pero nada.-Pequeñaja, despierta que son las diez.
Gruñó algo y se quitó la sabana de encima, mostrando su hermoso cuerpo cubierto solo por una camisola rosa, la cual estaba levantada y mostraba sus largas piernas. La chica me provocaba hasta dormida . Sin poder resistirme, le di un pico en los labios, y luego otro y otro hasta que se despertó por completo.
-Buenos días.-Dije con una sonrisa al ver su cara sonrojada.
-Umm...-Murmuró escondiendo su cara en la almohada.-¿No te tapas?
Miré abajo y solté una gran carcajada.
-¿Ahora te da vergüenza? A noche iba igual y no te importo lo más mínimo.
-Idiota.-Murmuró incorporándose, cogió el vaso de la mesita y bebió.
-¿Has dormido bien?-Le dije con tono de burla.
-La verdad es que sí.-Dijo sacándome la lengua.-Sobre lo de anoche...
-¿Qué?
-Osea yo... yo te gusto. Y tu me gustas... y nos gustamos. ¿De verdad? Osea, es que estoy flipando... ¿Esta realmente esta pasando?-Dijo nerviosa y mirando abajo.
Joder que mona era, nunca la había visto tan avergonzada y tímida. Adiviné a donde se dirigía y sonreí tontamente.
-Ajá.
-Joder, mierda, lo que quiero decir es si somos novios o solo soy un lío para ti, o que soy. Porque yo soy de pillarme mucho, te aviso.-El tono de voz fue bajando a medida que pronunciaba la frase.
-Pídemelo.-Dije mirándome fijamente con una sonrisa.
-¿Qué?-Preguntó mirándome confundida.
-Pídeme que sea tu novio.
-Si hombre, eso lo hacen los chicos, tienes que de pedírmelo tu.-Dijo terminando su vaso de leche.
Estaba luchando para no reír.
-Eso es machismo, ahora las chicas tienden más a pedirlo ellas, ¿porque siempre tiene que ser el hombre el que pida las cosas? O el que pague en las citas... tenemos que ser un poco más modernos, ¿no crees?.-Dije risueño, guiñándole un ojo.
-Pero yo soy más tradicional, jope.-Hizo un puchero. Me estaba partiendo el culo internamente, que cosas tenía esta chica, me volvía loco.-Y no me gustan esas tonterías de decir: eres mi chica especial, sin admitir que es tu novia, porque eso es poner escusas, y no querer llamar por su nombre a las cosas.
-No me jodas que eres de esas que quieren quedarse vírgenes hasta el matrimonio.-Solté bruscamente, poniendo las manos en mi cabeza.
-¡No!.-Me gritó sonrojada.
-¿No que? ¿No eres virgen, o no quieres llegar virgen al matrimonio?.-Dije serio.
-Deja de liarme, tonto. Y de preguntar preguntas estúpidas, que no voy a responder.-Dijo levantándome.
-Si nadie va a pedirle a nadie, ¿entonces que somos?-Pregunté para ver que respondía.
-Eres mi No-Novio.-Me guiñó el ojo de vuelta, y a continuación salió de la habitación.
Que ocurrencias tenía esta niña, me costaba admitirlo, pero me traía loco.
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Os re-re-re-re-re quiero muchito y estoy super contenta de los comentarios y votos que he recibido, por vuestro apoyo y toda la pesca. Alé, besicos.
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El chico que vive en mi casa
Roman pour AdolescentsEmily es una chica de dieciséis años divertida, competitiva y un poco inocente, que vive felizmente con su tía. Un día, se encuentra una sorpresa en su casa, un tal Jason, que viene a pasar el verano con ellas por asuntos familiares. Él tiene dieci...