Dance Academy (Adaptada)- Cameron Dallas & Tú

Capitulo 23

**PENULTIMO CAPITULO**

Al bajarnos del avión, aún no se presenciaba el desastre que había dejado el huracán, pero la angustia me comía por dentro, necesitaba ver a mi familia sana y salva, luego de eso me los llevaría de acá. Tía Amanda y Raúl habían venido con nosotros, ella estaba igual de preocupada que yo. Había intentado comunicarme con alguno de mis padres unas treinta veces, pero no contestaron a ninguna llamada. Encontramos un auto que tenía las llaves puestas, era una camioneta de campo. Nos subimos y Raúl manejaba mientras yo le indicaba el camino regreso a casa.

—¡Para Raúl, para!— grité y Raúl paró de repente, me desabroché el cinturón y abría la puerta mientras veía a una señora recogiendo los restos que quedaron de su casa, mi casa.—¿Mamá?— chillé y mi mamá alzó la vista, había llorado. Corrí hasta ella y suspiré aliviada.

—Mi amor, que felicidad que estás aquí— empezó a llorar mientras yo la apretaba más a mí.

—¿Dónde está papá, dónde está Garret?— la sacudí levemente de los hombros y ella agachó la mirada.

—Habían salido a jugar béisbol— se mordió el labio inferior tratando de contener las lágrimas.

—Oh, no— susurré y me tambaleé incapáz de contenerme de pie.

[Dos semanas después...]

Al final, Garret y papá se habían escondido en un sótano de una casa abandonada antes de que el huracán los atrapara. No pude convencer a mi madre de que se viniera a California, decía que ese era su lugar, siempre ha estado ahí y que de ninguna manera se iba de Kansas.

Ahora estábamos en el sillón de mi casa viendo Guerra Mundial Z, estaba apoyada en uno de los "apoya brazos" mientras pasaba mis piernas por su regazo.

—¿Cameron...?— susurré mientras veía su rostro de perfil.

—¿Uhmm?— contesta sin dejar de ver la pantalla.

—Ya casi se cumplen dos meses que nos conocemos...—

—Ajá— afirmó.— ¡Uy, sí, pégale, pégale. Iugh, cuanta sangre!— exclamó mientras veía la película.

—Uhm... Quería decirte algo...— me acerqué a él hasta quedar a su lado.

—Lo que quieras, baby— su vista se giró y me lanzó una mirada pícara.

—Quería... Em, darte las gracias por todo lo que haz echo por mí— dije un poco nerviosa, al parecer lo notó y se rió ligeramente.

—¿Cómo qué?— susurró acercándose a mí.

—Pu, pues... Ya sabes... Em, lo del huracán. En la boda de mi tía, en todo eso— sonreí nerviosa.

—No hay de qué— se encogió de hombros y puso una mano en mi mejilla, la acarició suavemente y besé sus labios de una vez por todas.

—¿Piensas que podríamos ganar las nacionales?— pregunté aún muy cerca de él.

—Con una bailarina cómo tú, es obvio que sí— sonrió y le imité, me acosté apoyada en su pecho y pasó su brazo por mi espalda mientras volvíamos a ver la película.

*

—¡Cameron!— escuchamos un grito masculino, nos giramos y venía Nash corriendo en nuestra dirección.— Te están esperando en la sala de danza.— dijo con la respiración agitada.

—¿Quien?— dijo él sin soltar mi mano.

—Em...— empezó a chasquear los dedos tratando de recordar.