Never let go | j.b | o.s

Capítulo 8.

-Es hora de salir al escenario. -Comunicó el anfitrión, encargado de coordinar el espectáculo que tenía preparado Justin.

Por lo que Katie sabía, ésta exhibición en especial, estaba destinada a un público adulto en específico, así que, dudaba mucho que se desatara algún tipo de histeria. De todas formas, los guardaespaldas de Justin, prometieron mantenerse alerta.

Con un último intento de controlar su ansiedad, Katie divagó entre la idea de quedarse encerrada allí o simplemente, enfrentar lo que había prometido. La fogata había sido parte de un momento altamente insólito y dudaba mucho que pudiese volver a imitar tal escena con precisión.

Alentada por las palabras de Justin, finalmente accedió a cantar unas cuántas canciones, a veces en solitario y otras, en compañía de su amigo.

Cuando acabó la lista de las baladas que debía interpretar, Justin vaciló un momento, permaneciendo sobre la butaca que daba hacia el público y de antemano, exigiéndole a Katie que tomara asiento en un sitio particularmente reservado.

Francamente, aquello la tomó por sorpresa. No le había anticipado nada de esto, aunque en cierta forma, le gustaban las sorpresas.

-Esta canción lleva un tiempo olvidada en mi álbum. Pero con la presencia de una persona en especial, es bueno poder recordarla. -Con tan solo forjar la primera nota, Katie supo a qué se refería. Esa canción había sido una de sus favoritas y lo seguía siendo.

"Fall" es la canción que tanto esperó que Justin le dedicara.

Y ahora que estaba ocurriendo, no podía evitar sentirse tremendamente consternada.

Hasta que Justin llegó al coro y se olvidó de todo lo demás.

¿Si ella caía, él la levantaría?

Como si estuviese leyendo sus pensamientos, él se volteó hacia Katie, ofreciéndole un guiño intrigante. Por un momento, supuso que la miraba por puro compromiso. No obstante, Justin no apartó la mirada hasta que hubo terminado.

Con el pulso precipitado, Katie lo siguió con la mirada. Posteriormente, él se bajó del escenario, muy seguro de sí y con su guitarra en mano. Cuando estuvieron cara a cara, Justin no dejaba de sonreír y por alguna razón, Katie tampoco.

-Katie, ¿Te gustaría ser mi novia?

Cuando estaba a punto de responder, el semblante de Justin se volvió difuso. Trató de pestañear para aclarar su vista, pero no tuvo mucho éxito.

Volvió a intentarlo una vez más, hasta que su alarma comenzó a sonar como desquiciada.

Sólo había sido un sueño...

Un muy buen sueño.

***

Los siguientes días, repasó aquella alucinación tanto como pudo. Se había sentido ligeramente atraída a cierto desasosiego con cada recapitulación experimentada, pero luego de un periodo, se recordaba a sí misma que eso jamás pasaría. Ella tenía muy claro que su relación con Justin no traspasaría la frontera de la "Friendzone", porque... ¡Vamos! Era imposible que alguien como él, se fijara en alguien como ella.

Sus mundos habían coincidido por un tiempo prologado, pero en el presente, esa no era una opción aceptable. La realidad de Justin era completamente distinta a la de Katie y sería absurdo que volviesen a encajar en un mismo punto de referencia.

Cubierta por un par de sábanas, Katie leyó las notificaciones que habían irrumpido su celular durante la noche.

El día anterior, Justin subió unas cuantas fotos a su Instagram, cosa que no animó en ningún ámbito a sus fans. Katie, básicamente, era una intrusa para ellas.