El viento sacudió el cabello de Katie, quién se hallaba parada frente a las inmensas olas que adornaba el mar.
Había pasado un tiempo prolongado desde que no visitaba la casa en la playa y que sus padres decidieran hacerlo, le pareció una idea sumamente reconfortante.
A pesar de que se negó rotundamente a invitar a algunos de sus amigos, se sentía a gusto con su propia compañía. Desde que sucedió lo de Justin, se aferró a la idea de que, su soledad, podía ofrecerle la cordura que tanto necesitaba para atenuar sus inconvenientes.
Días atrás, la frustración había resultado exhaustiva. No tenía ni la menor idea del por qué de estos cambios repentinos, pero, a decir verdad, no podía controlarse.
Miró el océano por enésima vez, sintiéndose absorbida por los lamentos de la nefasta brisa. Sus lágrimas hicieron de las suyas, marcando una ruta de abandono por su rostro. Katie quitó la esencia cristalina en cosa de segundos, negándose a mostrar debilidad.Pero, lo cierto era que, le dolía. Tanto, que su pecho se encargaba de englobar el poco aliento que la acometía.
Sollozó un par de veces, agradeciendo el hecho de que sus padres no estuviesen allí para verla.
¿Por qué era tan difícil olvidar? Si no lo quisiera tanto, no tendría por qué aguantar tantas desgracias.
Las cosas habían estado bien entre ellos y que todo se derrumbara de un momento a otro, la tomó totalmente desprevenida.
Quería remediarlo.
Fingir que no le importaba, que no sentía nada al respecto.
Sin embargo, aquello sería mentirse a sí misma. Y odiaba representar un papel que, simplemente, no le quedaba.
Sin precedente alguno, su celular vibró contra su muslo, desatando un incomodo removimiento en su interior.
Le habían enviado un archivo adjunto, proveniente de un número que no conocía.
Tomó una corta bocanada de aire, imaginando lo que vendría a continuación. Sin embargo, nadie la preparó para enfrentar lo que sus ojos veían.
En aquel instante, todo tipo de tranquilidad la abandonó. Sus lágrimas volvieron a nublarle la vista, cayendo directamente en la pantalla de su móvil. En él, podía reconocer a una chica de cabello negro, quién abrazaba a Justin por los hombros.
Al pie de la foto, podía apreciar claramente lo que trataba de emitir: "Nuestro amor es incondicional" Leyó Katie, para sí misma.
A continuación, otro ataque de ira la invadió, provocando que lanzara su celular directamente hacia el mar.
–¡Ya deja de torturarme! –Exclamó, desquitándose con el ruido brutal de las olas. –¡Por favor! –Imploró, debilitándose contra la arena. Sentía como si la presencia del chico la hubiese acompañado hasta allí.
Y quería que se detuviera.
***
Katy estaba tendida sobre el modesto sillón que adornaba la cabaña. Sus padres habían salido a recorrer la zona y le prometieron que estarían allí para la cena. Debido a esto, a la chica no le quedó otro remedio que esperar.
Se había quedado en el mismo lugar por un par de horas, mirando con fijesa las vigas que adornaban la estancia.
A pesar de que su cuerpo estaba allí, presentía que su mente estaba fuera de cualquier alcance terrenal.Se negaba rotundamente a la posibilidad de aceptar que estaba pensando en él, pero claramente, sus instintos la engañaban. Los recuerdos se congregaban en torno a ella, impibilitando el hecho de conservar cualquier tipo de tranquilidad. Más bien, las sensaciones que experimentaba, se encargaban de desgastar la poca disposición que la mantenía en pie.
A pesar de que sus padres estaban enterados de los acontecimientos, se limitó a lucir tranquila frente a ellos.
Mostrar su verdadero estado, solo le acarrearía un sinnúmero de problemas que no estaba dispuesta a tolerar.Cuando creyó que sus desgracias no podían empeorar más de lo que aparentaban, la puerta principal se abrió, revelando una figura conocida.
Al principio, imaginó que se trataba de Justin, pero luego se percató que su visión la había engañado.–Así que, los rumores eran cierto. –Habló Ryan, a modo de saludo.
Se limitó a observarlo, atónita de que se encontrase allí.
–Me he visto peor, creéme. –Se defendió la chica, dándole un gran abrazo al rubio.
Inmediatamente, se arrepintió de haberlo hecho. Estaba comenzando a detestar su parte sensible y las ganas que la invadían por querer llorar sin razón aparente.
–No tienes que fingir conmigo. Lo sabes, ¿verdad? –El labio de Katie tembló.
Ryan la sostuvo entre sus brazos, ocupándose de acariciar su cabello con sutileza.
–Es mi mejor amigo, pero eso no quita que sea un completo idiota. –Murmuró, ocasionando que Katie se sintiera apoyada.
Seguidamente, se separaron. Ryan se dispuso a alzar la bolsa que había captado la atención de Katie con antelación. Francamente, él haría todo lo posible por reconfortarla. Siempre había sido así.
–Sé que te gustan éste tipo de cosas tanto como a mí, así que, me tomé la molestia de arrendar un par de películas y asegurarme con bocadillos. –Ensanchó su sonrisa, transmitiéndole esa energía positiva que tanta falta le hacía a su amiga.
Cuando acabaron de instalar las cosas, Ryan alzó su teléfono, seleccionando la cámara frontal.
–Mi cara está hecha un asco. –Se quejó ella, tratando de cubrirse.
–Solo una. –Le imploró, sacando a la vista su indiscutible puchero. –Por favoooor.
Lo pensó durante unos instantes.
–Que más da. –Ubicándose junto a Ryan, hizo su mayor esfuerzo por lucir "decente". No obstante, éste notó la incomodidad con la cual lidiaba su amiga, de tal forma que, apoyó sus labios sobre una de sus mejillas, ayudándola con esa forzada sonrisa.
Prontamente, los planes de Ryan dieron resultados. Ante aquello, sonrió de oreja a oreja.
–Nada mal. –Observó él, mientras publicaba la dichosa foto en su red social. –Te etiqueté, por si quieres darle me gusta.
–Lamento decepcionarte, pero asesiné a mi teléfono esta mañana. –Él rió, imaginándose tal escena.
De pronto, una serie de solicitudes inundaron la pantalla de su celular, opacando la sonrisa del rubio.
–¿Qué está mal?
Ryan le mostró lo que le había disgustado, apuntando hacia una notificación en particular.
Era de Justin.
Su semblante decayó, al igual que el de su amigo. Tomó el móvil entre sus manos, intentando leer lo que decía a continuación.
"@justinbieber ha comentado: Cuidado con mi chica, Ryan. Te prohíbo tomar ventaja en mi ausencia ;)"
ESTÁS LEYENDO
Never let go | j.b | o.s
Fanfic❝Porque nena, cuando estás conmigo, es como si un ángel viniera y me llevara al cielo❞ Queda prohibida su adaptación o copia. Portada: @KidrauhlHistory.