Never let go | j.b | o.s

Capítulo 3.

Katie se congeló al escuchar lo que tanto se temía. Atravesó con su vista el sitio completo, indagando, escudriñando la vaga posibilidad de que alguien o algo la socorriera.

-¡No sean tímidos, chicos! -Animó Chris, agitando los hombros de su amigo. -Estamos en confianza, ¿Lo olvidan?

Katie intentó una vez más, consignando unas cuantas señales que Caitlin no entendió.

-Si lo que buscan es privacidad, -Inició Ryan, rodeando a Katie por los hombros. -tendrán que encerrarse en el armario. -Justin estuvo a punto de protestar, sin embargo, Ryan no lo escuchó. -Y no, no me importa que seas claustrofóbico. Solo serán unos cuántos minutos. Lo prometo.

Por la sonrisa maliciosa que conservaba Ryan, Justin pudo predecir las segundas intenciones de su mejor amigo. Él sabía todo acerca de él, desde los percances más extravagantes, hasta los más corrientes. De hecho, hace un rato se había enterado de la inaudita aventura que Justin había tenido en el festival de Cannes, cosa que lo dejó sin mayores opciones.

No podía permitir que Katie se enterara de ello. Hacerlo, sería como atarse una soga al cuello o peor; perder su absoluta confianza.

Estaba rodeado, lo que significa que, si no ponía de su parte, Ryan no dudaría en abrir la boca.

-Está bien. -Aceptó, de mala gana. Sus amigos lo ovacionaron.

A su vez, Katie pudo sentir un extraño vacío bajo sus pies. Lo siguiente que supo, es que, Chris la empujaba hacia el interior de la vivienda, dirigiéndola hacia lo que parecía ser su habitación.

Primero, entró ella. El lugar no era muy espacioso, así que, tuvo que sacar unas cuántas prendas del guardarropa para que su rostro no quedara cubierto por una cantidad contundente de telas.

Cuando se percató, Justin estaba frente a ella, demasiado nervioso como para poner atención a lo que Katie tenía para decir.

-Oye, escucha. -Lo forzó a mirarla, mientras situaba ambas manos en torno a sus hombros. -Si te empiezas a sentir mal, el juego se acaba. No tienes por qué hacer esto, ¿Correcto?

Él asintió. Sus palabras lograron aplacar el rastro de sudor, enmarcado sugestivamente en las líneas de su frente.

-¿Tendremos que fingir que nos estamos besando o...? -Katie se sintió incapaz de reprimir una sonrisa, divulgando un prototipo de dominio en su consulta.

-O solo podríamos charlar. -Añadió Justin, entre risas. Sus preocupaciones estaban flaqueando, después de todo.

Después de un silencio efímero y miradas furtivas, Katie volvió a hablar.

-Así que Cannes, ¿Eh? -El rostro de Justin empalideció. A ciencia cierta, no se lo esperaba.

-¿Q-Quién te contó?

Katie arqueó una ceja, preocupada. ¿Había algo que se había perdido?

-Le dije a Ryan que guardara silencio, maldición. -Se quejó, tirando las fibras de su cabello.

-Creo que estás hiperventilando. -Katie se burló, percibiendo el extraño tic que ostentaba al expresar su inconformidad. -¿De qué estás hablando?

Por otro lado, Justin advirtió que algo no andaba bien. Quizás, había exagerado más de la cuenta.

-¿Tú de qué estás hablando? -Respondió con otra pregunta, sintiéndose increíblemente abochornado.

-De tu participación en Cannes, obviamente. -Al oír eso, el talante de Justin se volvió más estable. -Leí que te la estabas pasando muy bien, hasta que tuviste que volver con nosotros.

-Eso no es cierto. -Exageró su tono, fingiendo estar ofendido. -Tenía muchas ganas de estar aquí, contigo.

-¿Aquí? ¿En este preciso momento? -Se mofó ella, removiéndose en su lugar.

-Todo lugar es bueno, siempre y cuando te encuentres en él. -Ella palideció. Se había atragantado con sus propias emociones. -Las cosas siguen iguales, ¿No es así?

Justin buscó la mirada de Katie, quién se empeñaba en desviarla cada que se vinculaba con la suya. Al no conseguir respuesta, él se acercó un poco más, consiguiendo amparar su mentón en alto.

-Eso creo. -Contestó, sin quitar la vista de sus labios.

-Lo siento, Kat. Nunca te he dicho lo mucho que me arrepiento de no haberte llevado conmigo. -Acarició su mejilla, sin dejar de admirar el destello que poseían sus ojos. -Te hubiese llevado conmigo, con o sin el consentimiento de tus padres. En mi mochila, en mi valija, donde fuese... Es sólo que... -Se detuvo, relamiendo sus labios. -Fui egoísta. Todavía lo soy. No quería que ellos supieran lo increíble que eras, porque en aquel entonces, te quería solo para mí. -De pronto, las piernas de Katie desistieron. Si no se apoyaba en Justin, posiblemente, desfallecería frente a él. -Todavía te quiero para mí, Kat.

-No trates de jugar conmigo, Justin. -Susurró ella, sin saber qué más decir.

-No lo estoy haciendo. -Intervino, abruptamente. -Yo... realmente quiero recupera el tiempo perdido. Ya sabes, los planes que teníamos antes de que yo me convirtiera en esto: visitar la playa, irrumpir en una propiedad privada, lanzar fuegos artificiales en plena madrugada o adueñarnos del mundo... -Justin quitó unos cuantos mechones de su rostro, logrando desnivelar a la chica. -Solo dime que no es demasiado tarde, que todavía estoy a tiempo.

Y sin más preámbulos, Katie lo besó; lento, sin ninguna prisa. Tal como había deseado hace muchísimo tiempo.