This is just another lie.

The beginning of lying; parte 1.

Jul:
¡Jul es Hannah te habla para desearte un buen día!
Escuche a mi madre con su entusiasmada voz a lo lejos...le alegraba la idea de que hiciera nuevos amigos.

Me levante y hable con Hannah, pensé que si me tardaba no llegaría a clases, pero por desgracia la pila de el móvil se apago, aún tenía tiempo para "arreglarme", no tardé más de 3 min ya que no soy de esas chicas que se duchan, se maquillan, se peinan, se visten, etc...lo que toda tipa plástica haría, como decíamos Lia y yo.

Me puse un crop top de cuadros negra, un jeans más claro que la camisa y unos convers negros también, no estaba de humor como para usar algún otro color, iba como todo un vagabundo pero no me importaba la reacción de los demás.

Al llegar a la escuela mi madre me dijo:
-No intentes matar a nadie, te amo.
Con toda mi falta de entusiasmo yo solo le dije:
-No te prometo nada...

Lia:
"Lia, abre la puerta; no puedes llegar tarde a tu primer día de clases en tu nueva escuela".
Escuché la voz de mi madre a través de la puerta de mi habitación.
Desde aquel día, me consideré una de esas personas a las que no solían importarles nada, me daba igual la escuela, los amigos y a veces hasta la familia.

Bueno, supongo que para una persona que se está rompiendo por dentro siempre es así.
Cuando conozco a una persona, no suelo ser muy agradable, y eso antes no era así, antes me encantaba conocer personas, porque tenía a mi mejor amiga conmigo.

Recuerdo cuando Jul y yo hacíamos todo juntas, casi siempre nos regañaban pero a la vez teníamos imagen de alumnas ejemplares en noveno grado.

Cuando ella hacía algo mal, la cubría; y ella hacía exactamente lo mismo.

Nunca nos gustaron las bandas del momento, pensábamos que eran tonterías.
Jul y yo siempre llevábamos una copia de un disco de nuestra banda favorita de los viejos tiempos, T-Back3. Dios, aquellos tiempos en los que podías usar algo diferente y eras original y genial.
Extraño noveno grado.
Bueno, y a Jul, a Hannah y a Jake también.
Jul era la clase de persona con la que podías hacer tonterías sin límites, con la que podías reírte cien veces de lo mismo y nunca aburrirte.
Todo sigue bien entre nosotras, hablo con ella todos los días, sigue siendo mi mejor amiga, al igual que Hannah.

Bueno, con Hannah ya no hablo mucho, pero todo sigue igual entre nosotras, sigue siendo parte de mi vida.

De las tres, Hannah es la más pequeña. Luego estoy yo, y luego Jul.

Jamás esperaré encontrar personas como ellas y ni siquiera he llegado a imaginar que existan.

-Lia, ¿estás lista?-la voz de mi madre sonó de nuevo. Me despojé de mis pensamientos y me preparé para mi nueva escuela.

-Enseguida voy-. Contesté de mala forma, aunque no creo que mamá lo haya notado.

-Okay, pero apresúrate-. Replicó mamá.

Me puse lo primero que encontré: Unos Jeans color negro, unos tenis marca Adidas que para mi gusto, era muy cool; y la playera especial que tenía con Jul.
Tenía el logo de nuestra banda favorita T-Back3 y por detrás, estaba el año en el que nacimos cada una. Jul era mayor sólo por unos meses, aunque nacimos el mismo año.
La de ella decía Jul, y la mía, obviamente decía Lia.

Aquella playera era algo nostálgica, pero después de todo era mi playera favorita, ya que me la había dado Jul el año anterior.

Subiendo al auto, estaba sonando mi CD de T-Back3, con la canción de "I will not stop", casualmente, era la canción favorita de Jul, Hannah y mía.

Dios, las cosas que estaban pasando no me ayudaban en ese momento, y aunque obviamente no quería olvidarlas, sentí como dos pequeñas lágrimas brotaron de mis ojos. Cuando por fin llegamos al edificio de mi nueva escuela, mamá me abrazó.

-No quiero ir-. Susurré.

-Todo estará bien, cariño-. Respondió mamá.

En es momento no pude aguantar más, y sentí un mar de lágrimas recorrer mis mejillas. Dios, estaba llorando enfrente de todos, como un pequeño niño de tres años que cursará su primer año en una escuela. Supongo que hasta él sería más fuerte en esa situación que yo.