Capitulo 2

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Capítulo 2

• Narra Adele •

Laura se veía preciosa en su vestido blanco. Y más que bella se ve súper feliz y yo estoy muy contenta por ella. Danny, su prometido es muy atento con ella, no creo que cambie con el matrimonio. Los dos son muy locos, no será un matrimonio normal, sin duda.

—¿Adele? —Laura notó mi distracción.
Sacudí la cabeza. —¡El verde! —grite.
Laura soltó la risita. —Sólo hay plateado y dorado Adele.
—El dorado es muy bonito...
Laura se me quedo mirando con desaprobación. —Te hace falta salir más, despejar tu mente y no pensar tanto en Alex. Mañana prometo que bailaras hasta que te duelan los pies, lo prometo.

Y por un momento había olvidado que no iba a ir a su boda ¿Cómo decírselo?

—Sabes muy bien que sólo bailo cuando estoy ebria... ósea no lo haré.
Ella sonrió picara. —Puedes traer al Sr. Controlador, bueno no. No quiero que estés de amargada toda la noche.
Reí ante sus comentarios, tenía razón 'Sr. Controlador'.

Regrese a casa. Gracias a Laura mi estado emocional había mejorado, abrí mi guardarropa y mire algunos vestidos que no me había puesto antes.

—¡Uy! Este es hermoso. —Me puse el vestido por encima.

Busque más vestidos entre mi ropa y tenía bastantes, todos eran hermosos y todos tenían etiqueta. Luego pensé en convencer a Alex de ir a la boda de Laura, total cuando regresará de su trabajo ya vendría de mejor humor, al igual que yo.

Entre todas mis cosas miré mi vestido de bodas. Impecable en la caja.

• Recuerdo •

—Puede besar a la novia. —Dijo el Padre.

Alex tomo el rostro de Adele. Sonrió y posteriormente se acercó a ella para besarla por primera vez, como su esposa. Adele tomó la mano de Alex y le dio un pequeño apretón.
—Por siempre. —Alex susurró al oído de Adele.
—Para siempre amor. —Adele sonrió y abrazó a Alex.

Todos los invitados empezaron a aplaudir. Laura, como todo lo que la distingue, empezó a gritar 'viva los novios' en plena iglesia. Danny, su en ese entonces novio, tuvo que taparle la boca ya que todas las miradas se centraron en ella.

Alex tomó la mano de Adele y la besó. Después salieron de la iglesia tomados de la mano.

• Fin del recuerdo •

Narra Alex

Llegué a casa y las luces estaban apagadas, a excepción de la de nuestra recamara. Eran las 11:30 y Adele seguía despierta. Me acerque a la recamara y estaba la puerta abierta. No me introduje mucho a la habitación, solo me puse por la puerta. Mire vestidos y zapatillas por todos lados. Mire hacía todos lados tratando de encontrarla.

Mi mirada se detuvo en ella, ahí estaba, frente al espejo. Tenía un vestido rojo, unas zapatillas negras y un peinado que hacía que su cabello se mirara más voluminoso de lo que es. Su piel blanca resaltaba y sus ojos eran tal cual los de un gatito. Lucia hermosa. Estaba modelando frente a ese espejo, no quise interrumpirla, pues tenía una sonrisa en su hermoso rostro.

• Narra Adele •

Con tanta ropa holgada que usaba, había olvidado que tenía curvas. Este vestido era hermoso. Me gire y volví a verme al espejo. Después pude ver el reflejo de Alex, que me miraba detrás de la puerta.

—Llegaste. —Me giré y camine hacía el.
El entró a la habitación. —No quería interrumpirte, te mirabas muy contenta.
Sonreí, al parecer estaba de buen humor. —Estaba esperándote...
—Aquí estoy. —dijo riendo.
—¿Te gusta? —Me giré para que mirara el vestido.
—Luces hermosa. —Hizo una pausa. Luego volvió a hablar. —No quiero decir que no seas hermosa, pero este... te ves muy hermosa.
—Gracias. —Sentí mis mejillas calientes, supongo estaban rojas.

Camine hacía el espejo y me volví a ver en él. Alex se puso detrás de mí y me abrazó. Tome sus manos y cerré los ojos.

• Narrador normal •

Alex abrazó con fuerzas a Adele, deslizó sus manos por su cintura y después aspiro el dulce aroma del cabello de Adele.

—¿Qué nos ha pasado? —Dijo Alex en un susurro.
Adele mantuvo los ojos cerrados.

• Narra Adele •

Esta es la manera en que quiero recordarlo, siendo romántico y no malhumorado. Quiero sentirme protegida y no apartada, quiero que me muestre el cielo y no el infierno, quiero que me haga reír y no llorar, quiero ser suya y de nadie más.

Mi respiración se empezó a hacer superficial... me giré y nuestras miradas se encontraron. Me acerque lentamente y sus brazos envolvieron lentamente mi cintura. Lo besé. Pude sentir sus cálidos labios sobre los míos, danzando al mismo ritmo.

Tomó mi mano y sin dejar de besarnos, nos fuimos acercando a la cama. Sus cálidas manos hacían una perfecta combinación con mi fría piel. Me recostó sobre la cama, no dude ni un segundo, quería volver a ser suya.

• • •

Desperté por el estruendoso ruido que hacían los árboles. Me moví para alcanzar mi celular, pero el agarre de Alex me lo impidió. Luego recordé lo sucedido y mi rostro se ilumino. Me acercó más a él y entonces decidí dormir otro rato más.

Todo lo que pidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora