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Sol once.

       Hoy es lunes, primer día de clases para el nuevo año, a decir verdad, es un asco. Y lo es por muchas razones. Para empezar creí haber estado llegando tarde. Cuando en realidad y seguramente, la profesora ni siquiera se ha despertado. O quiere hacernos creer que no llegará, emocionándonos inútilmente, y nosotros creyendo en la fantasía de que no llegaría. Pues hasta el punto no ah llegado. Ojalá no llegue.

       Por la mañana, a eso de las 6:40 a.m. me desperté, prácticamente fue ocasional, ya que me estuve despertando a cada hora por las 8 horas anteriores a esa. Pero, ya una vez despierto a esa hora, me decidí a encender el teléfono, y a revisar las notificaciones acumuladas durante todo mi sueño. Encendí también la conexión inalámbrica, y vi un mensaje, el mensaje es obviamente de Diana. En él me daba los buenos días, no literalmente, —para mi desgracia—, a lo que le contesté lo mucho que la amo, también que deseaba lo mismo, unos buenos días para ella, y que tuviera un precioso día, además de que le recordé, le afirmé que pensaré en ella durante el resto del día, aquí en este maldito instituto. Yo estoy seguro de que ella piensa en mi, tanto como yo en ella, esto es difícil, lo es en gran manera, sería insoportable ah no ser porque ella es fuerte, y porque ella es mi fortaleza. Yo soy fuerte, y soy su fortaleza.

       Hace 7 soles y 7 lunas que no escribí, y si recuerdas bien, tengo pésima memoria, muy mala, —diría como la de un pez, pero no es así tampoco, ya que un pez, incluso un pez, tiene mucho mejor memoria que yo, tal vez hasta 100 veces mejor— por lo que ya no recuerdo ni la más mínima, pequeña...

       Dame un segundo, intentaré recordar.

       Punto y aparte; te diré, ella tiene una maldita y gigantesca tolerancia de media hora, nosotros de un cuarto, ¿dónde está la igualdad? Y aún cuando su maldita tolerancia es de gran tamaño, se atreve a superarla, ya casi un cuarto para la siguiente hora y ya se habrá tardado 45 minutos. Vaya inicio de clases.

       Ojalá y esto signifique algo, me refiero a que, ojalá y esto nos sirva.

       Mientras tanto, mucha actitud.

       Hay que tener mucha tolerancia con ésta mujer.

       Vamos, yo sé que puedo.

       Diana, te amo, te amo...
Mi sol, mi luna y mis estrellas.

       Hablaré con la profesora, es realmente tedioso. Creo poder con ello pero, debo ser más inteligente con esto. No hable con ella. Mierda, considero que soy capaz. Siempre eh logrado lo que me propongo. Así va a ser.

       De ahora en adelante, quiero decir; desde hoy. Tendré el tiempo suficiente para escribir todos los días, es por el hecho de que el instituto en si, es realmente aburrido. Lo es y mucho.

       Es en gran manera, una de las cosas que preferiría evitar. Porque de hecho, esto impide que pase todo el tiempo con ella, o al menos eso quiero creer.

       Aunque siempre digo que «todo se puede, sólo falta querer» está vez me inclinó a pensar que en realidad estoy aquí por obligación, o por indecisión. Estoy aquí también por la misma razón que no estoy allá.

       Joder, muero de risa, ¿y qué quiero decir con ello? No quiero decir nada, es simple. No te pido que entiendas pero, se trata de que no sé qué es lo que quiero de mi vida. La quiero a ella, y estoy convencido, quizá por eso estoy aquí...

       Pienso darle un gran futuro, aún cuando mis principios y creencias van en contra de necesitar el dinero para ser feliz.

       El dinero no es malo, malo son sus usos. Y malo es la gente con gran avaricia. Supongo que sí pongo atención, encontraré más y más «malos» lo cual es muy cierto.

       Acabó de sobrevivir a la primera clase del año, con la peor profesora de inglés que pudo haber existido en toda la historia de la humanidad, por lo que me siento bien, relajado, es como sobrevivir a una gran guerra, debo seguir adelante. Con el tiempo sabré dónde desenvolverme.

       Una cosa, el mundo es algo así como una bolsita llena de popo. Como mi hermano llamaría a algo realmente asqueroso.

       Hablando de mi hermano, él ya sobrevivió seguramente a su primer día de clases, estudia en el mismo instituto que yo, a diferencia de que el lo hace por la mañana, en el turno matutino, y yo lo hago, en la tarde, vespertinamente. Lo que me recuerda lo porquería que es está situación...

       Tuve más aciertos, una mejor calificación final y aún así quedé en este horario, a pesar de que Carlos, obtuvo calificación apenas y necesaria, a pesar de que tuvo poco menos aciertos que yo, quedó en la mañana.
Y no es que uno sea bueno, y lo otro malo. Es que a mi, bueno, ahora preferiría ir en la mañana, aunque no me quejo de ir en la tarde. Es algo con lo que se puede vivir.

       Me traje una manzana, nunca la lavo. Y mamá se molesta por ello, yo no veo necesidad en lavarla pero, algún día —ojalá y no— diré lo contrario.

       Decía, mi preferencia al turno de la mañana se da porque podría salir temprano, a la una a más tardar, con lo que tenía tiempo suficiente, incluso de sobra, para pasar por ella a su escuela, aunque resta poco más de cinco meses, en realidad cuatro cerrados, y unos cuantos de compensación. Y espero sea fácil esperar.

       De todos modos, aquí estoy, esperando al siguiente profesor, y Dios, la clase de química promete ser muy buena, —la anterior clase— y bastante relajada, aunque no me agrada eso de las fórmulas y demás estupideces. Sin embargo, contrasta totalmente con la de inglés, esa si fue una verdadera y magnífica bolsita de popo.

       Puse a sonar en mi teléfono una de las mejores canciones del mundo, es deliciosa, en serio.

       All i want is, and all i needed.
To find somebody, I'll find some body... Like you, ooouuu...

      La redacte mal, eso seguro. La corregiré después, tranquilos.

       Además de ser una de mis canciones favoritas, también lo es el vídeo clip oficial. Y más bien, son mis dos vídeos favoritos. Son dos, y aparecen como Parte 1, parte 2. Obviamente.

       Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... Mi número favorito es el siete, y lo considero de la suerte aún cuando el zodiaco diga que es el ocho. Jamás lo aceptaré, lo siento. Jamás.

Escribir no es fácil, nada es fácil. Para escribir tienes que concentrarte realmente en todo, duplicar la efectividad de tus sentidos, poner atención a tus pensamientos, a lo que percibes afuera, lejos de ti. Es complicado, y más a mi que detesto el ruido que hace la gente, a excepción de la música, si alguien toca algún instrumento, canta o hace sonidos al bailar, queda libre de mi mal genio.

Ya me dio un poco de sueño, y no falta mucho para que la batería se agote, escribiré quizá en la libreta, eso en lo que llega el profesor.
Tercera y última clase del día de hoy. Termina en dos horas.

Diana, sigo amándote.

Carta a DianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora