Capítulo 3

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Capítulo 3

Llevaba unas copas demás, pero eso no me paró en atreverme a coger las llaves de mi moto con la intención de alejarme de todo. Sentía una necesidad de aislarme de todo y reorganizar los pensamientos de mi cabeza. Había un lugar que para mí que era sagrado, un sitio escondido entre las montañas  donde había un pequeño rio que formaba un lago cubierto por un árbol enorme. Ese era mi santuario porque me hacía recordar los momentos más preciosos con Elena.

-¿¡A dónde piensas que vas!?- me gritó mi hermana y de repente sentí como su mano me agarraba el hombro.

-¿Qué quieres Andrea?- se lo dije poniendo los ojos en blanco, en ese momento no quería hablar o discutir, solamente quería irme.

- Viene la psicóloga ahora y esta vez no te escaparás – el carácter de mi hermana eran aún más abrumador que el de Alex, así que era inútil intentar negarme.  

Al acercarse pudo oler el olor a alcohol y su rostro cambió, de enfadada a asustada. Ella sabía que bebo, pero siempre tenía cuidado de que no se dé cuenta y esa vez  había fallado.

-¿Dime que te pasa?-

- Nada, me voy a casa de Alex – mentí para que se tranquilizara un poco, pero al escucharme a mí mismo sonaba a mentira.

-No creo, podría haber venido él a buscarte y más aún si estás bebido – a mi hermana la cosa más difícil era mentirle, el día que consiguiera mentir a mi hermana, significaría que habré llegado al máximo nivel de fingir expresiones.

-¡Joderrr…!- el timbre de la puerta sonó y eso fue la salvación de mi interrogatorio

En mi puerta se presentó una señora de unos 40 años, delgada, de la misma altura que yo, con tacones, falda larga, camisa y el pelo largo recogido en un moño. Era mi psicóloga que me daba 2 sesiones a la semana en mi casa.

-      Hola señorito Blue – murmuró ella acompañada de una sonrisa profesional

-      Hola Carla- intenté sonreír pero en ese momento no estaba de buen humor

Carla al notar una pequeña tensión entre mi hermana e yo me hizo una señal para que vaya hacia la habitación especial donde me daba las sesiones.

Abrí la puerta y encendí la bombilla que conseguía iluminar solamente los dos sofás antiguos que venían con la casa al comprarla. Era una habitación que nunca me gustó, no tenía ventanas, era pintada de un marrón oscuro y tenía muchas grietas por todas partes y el suelo estaba hecho de una madera vieja que crujía al pisarla.

Me senté en el sofá pensando en que tipo de preguntas me haría esta vez. Ella al entrar cerró la puerta despacio, sesentó en el otro sofá mientras sacaba del bolso un cuaderno que llevaba escrito mi nombre con letras doradas.

-      ¿Cómo estas Blue?        

-      Bien –

-      ¿A todos tus pacientes les haces cuadernos así de monos?

-      Aquí la que pone preguntas soy yo – Carla parecía que empezaba a marcar su territorio - ¿Por qué has bebido alcohol?

La pregunta no me gustó, pero fingí haciendo un esfuerzo para que no me afectara.

-      Porque tenía ganas – Carla en ese momento se quitó las gafas y me dirigió una mirada de sangre fría, sus ojos brillaban de sinceridad y seriedad, ya sabía que me iba a seguir preguntando.

-      ¿Hoy estamos a 25 de agosto… verdad?- el dolor se apoderó de mí, y sin poder aguantar más, ese sentimiento se manifestó sobre mi rostro.

-      Sí, hoy han pasado 4 años – la rabia y el odio parecía que circulaban por mis venas por el simple hecho de pensar que han pasado 4 años desde entonces.

-      No pasa nada Blue, vamos a hablar de otra cosa, hoy quiero que me expliques cómo te va con los amigos, ya sabes que ellos son importantes para que te recuperes ¿Dime, has vuelto con Esther?

-      Sí, estamos bien de momento, solo que ya sabes… - ese “ya sabes” lo entendía perfectamente.

-      Ya lo sé Blue, es difícil, pero esfuérzate un poco, puede ser que en un futuro…

-      No, no lo creo, pero vale, lo seguiré intentando, prometo- la vi un poco desanimada por haberle contestado así, pero por el simple hecho de que estaba allí ese día podría agradecérmelo.

-      Vale- me dijo en voz baja- Cuéntame algo… ¿Por qué Alex es tu mejor amigo?

-      Porqué es interesante – agradecía que había cambiado de tema.

-      ¿Interesante… sólo eso?

-      ¿Sólo “eso” dice? Para mí, ser interesante lo significa todo. Alex es diferente, parece que nunca sabré todo sobre él, siempre me sorprende con alguna cosa. Él no es solo una cara bonita, también es muy listo.

-      Vale, veo progresos ¿te gusta hablar de él...no? Dime que es lo que te molesta sobre él.

-      Mmmm… no lo he pensado mucho, puede ser el hecho de que siempre acabo escuchando lo que me dice.

Se tomó unos minutos anotando algunas cosas en su cuaderno secreto y de vez en cuando me echaba una mirada fugaz.

-      Muy bien, sigamos con las preguntas ¿Te has sentido atraído alguna vez atraído por…? - en ese momento sonó el timbre del reloj marcando el final de la sesión de psicología. – Parece que te has escapado,no habrán más preguntas para hoy Blue, cuídate – empezó a recoger sus cosas y se apuntó unas cosas en su cuaderno de letras doradas, después se levantó, la acompañé hasta la puerta y se fue.

En silencio me fui a mi dormitorio, no sabía qué hacer y tenía miedo del silencio, porque eso me hacía recordar momentos afligidos. LA echaba de menos y me sentía culpable así que antes de que empezara a derramar lágrimas  me tomé acompañada de agua una pastilla de Prozac.

BLUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora