Capítulo 21 - Demasiadas preguntas.

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Agarré mi bolso y bajé a mi encuentro con Marc.

- ¿Estabas durmiendo?- me preguntó tras saludarme con un par de besos en la mejilla.

- ¡Que va! Estaba limpiando un poco la casa - mentí para que no pensara que era una gandula, aunque en realidad me encantaba dormir.

- Pues tu cara no dice lo mismo jajaja - dijo riendo.

- Vaaale, si - ¡Mierda! Me había pillado - pero solo estaba descansando los ojos un rato jajaja.

- Ya ya... Seguro que era eso - dijo riendo.

Seguimos caminando sin rumbo a ningún lugar concreto. Ya empezaba a oscurecer y yo empezaba a tener frío por lo que me estremeci y me encogí de hombros mientras cruzaba mis brazos.

- ¿Tienes frío?- este chico siempre tan atento.

- Si.. - dije sonrojada - se me ha olvidado coger mi chaqueta.

- ¿Quieres que vayamos a mi casa? Allí al menos no tendrás tanto frío.

- Esta bien.

Pusimos dirección a su casa y en unos 10 minutos aproximadamente llegamos.

Abrió la puerta y me hizo un gesto con la mano para que entrara yo primero.

- ¿Que quieres hacer? - me preguntó después de cerrar la puerta tras de si.

- No se... ¿que propones tú?

- Mmm... ¿nos echamos unos FIFA's? - dijo mientras cogía dos mandos de la play.

- Vale, si quieres que te humille... - dije intentando aparentar superioridad aunque sólo quedó en eso, en un intento ya que no pude evitar reírme ante mi comentario.

- Ya veremos quien humilla a quien - dijo mientras me guiñaba un ojo y me entregaba uno de los mandos.

Marc configuró todo lo del juego. Él se eligió al Barça, como no, y yo escogí el Atlético de Madrid.

Empezamos a jugar e íbamos bastante igualados ya que hasta el minuto 35 no llegó el primer gol que fue de él...

- ¿Quien iba a humillar a quien?- dijo con tono de burla.

- Aún no ha acabado - bufé.

Era obvio que estaba un poco molesta porque no me gustaba perder en nada, ni siquiera a la play, así que me concentre aún más en el juego para intentar marcar lo antes posible. Y lo conseguí. En el tiempo de descuento añadido para el descanso conseguí marcar mi gol y no pude evitar estallar de alegría.

- ¡Tomaaa! - grité con toda felicidad.

- Ya está feliz la niña jajaja - dijo - pero como tu has dicho antes, aún no ha acabado.

Comenzamos la segunda parte y él volvió a marcar y lo celebró repitiendo lo que yo había hecho unos minutos antes cuando había marcado. Eso hizo que mi rabia aumentara un poquito más.

- Va, no te enfades, que va dedicado a ti - dijo mientras pasaba su brazo por detrás mía como si quisiera consolarme.

Seguimos jugando. De repente uno de los jugadores que él manejaba tiró a uno de los míos dentro del área y el arbitro del juego pitó penalti.

- ¡No mires! - dije apartando el mando para que no viera hacia que lado lo iba a tirar.

- No estaba mirando. Venga, tira ya, si no vas a marcar - siguió con su burla.

Me incline hacia atrás en el sofá hacia el lado contrario al que él estaba sentado al lado mía tratando de que no viera el botón que iba a pulsar cuando de repente, no se como sucedió pero él calló sobre mí.

Quedé recostada en el sofá, con Marc Bartra encima a unos escasos centímetros de mi, apoyado sobre sus manos que se encontraban a ambos lados de mi cara.

Nuestras respiraciones cada vez más cerca la una de la otra, y veía como iba a acabar esto pero, realmente no me importaba.

Cerré los ojos esperando que aquel beso llegara... Pero nunca llegó.

Sonó mi móvil que se encontraba encima de la pequeña mesa de cristal que se encontraba entre la tv y el sofá.

Rápidamente, ese momento mágico que se había creado desapareció y ambos nos separamos.

Cogí mi móvil, era mi madre. "Gracias mamá por arruinarme el momento" ironice en mi mente. Pero cuando iba a descolgar la llamada, colgó. Genial.

- Bueno, creo que ya es hora de que me vaya - dije sonrojada- ya es tarde- fue lo único que atiné a decir.

- ¿Ya? ¿Quieres que te lleve a tu casa? - preguntó.

- No, gracias, ya me pido un taxi. Adiós Marc.

- Como quieras, adiós... - fue lo último que escuché.

Cerré la puerta de la casa de Marc tras salir de ella.

Hacía frío. Tenía frío. Pero no iba a pedir ningún taxi. Volvería a mi casa andando, pensando sobre lo que había estado a punto de pasar... Pero que finalmente no ha pasado.

30 minutos andando por las frías calles de Barcelona hasta llegar a mi casa, pero 30 minutos que daban para pensar mucho.

¿Porque deseaba tanto que ocurriera? ¿Porque me ha molestado tanto que finalmente ese beso no haya llegado? ¿Siento algo por él? ¿Me estaría enamorando de Marc? No creo, o... Quizás si. No lo se.

Había sido un día muy largo y necesitaba dormir.

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¡Holiiis! Bueno, ya sabéis lo de siempre, espero que os haya gustado el capítulo y agradecería vuestros votos y comentarios :) Nos leemos la semana que viene con más, adiós <3

Bendita casualidad | Marc Bartra y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora