Siendo yo la mayor de mis 4 hermanos, y teniendo a un padre y una madre que pasaban su vida en las distintas oficinas, de las cuales eran dueños, era yo quien tenía que estar pendiente de ellos. Bueno yo y el ejército de mucamas y niñeras que habían en nuestra lujosa pent-house en manhattan.
Toda la falta de atención de nuestros padres era cubierta por obsequios y objetos carísimos y muy exclusivos, cosa que nos daba alegría momentáneamente. Aparte de que papá viajaba cada mes, Dios sabe a dónde, lo que si es que llegaba con mucho más dinero, y con uno que otro rasguño, pero nunca nos contaba el porqué.
Pero todo el ostentoso estilo de vida solo duro hasta que yo tenía 8 años, pues, un día en una de las parrilladas que hacían mis padres para sus amigos, uno de los compañeros de papa se levantó y ambos desaparecieron por la puerta.
Aquel hombre venía con un niño de más o menos unos 12 años, y mientras yo estaba mirando la puerta por donde papa acababa de entrar, ese niño me abrazo y yo solo lo golpee y Salí corriendo al "cuarto de la paz", como yo lo llamaba.
Cuando toda la parrillada acabo, papá y mamá estaban discutiendo en la oficina de mi padre, al oírlos salí corriendo a ver dónde estaban mis hermanitos, y Andrew estaba con Steven en el cuarto de juegos.
No tenían ni idea de todo lo que cambiarían nuestras vidas a partir de allí.
Aunque bueno, yo tampoco me lo esperaba la verdad. Después de ese día nos mudamos a Staten Island y mamá trabajaba cada vez menos, papa ya o usaba los ostentosos trajes. Mamá vendió su empresa y se quedó con nosotros cuando por ultimo nos mudamos a Queens.
Esto sucedió cuando yo ya tenía 15 años, Andrew 14, Steven 10, y nuestra nueva hermanita solo 4, por eso ella es la menos damnificada.
Pero ahora todo ha cambiado para mal, y... y yo ya no ser que hacer.