POV TRAVIS
Ella, esa chica, fue tan extraño de veras pensé que era Alex, pero no, y aparte de eso la muy desgraciada no ha salido de mi cabeza desde que la vi. Me hizo olvidar mis planes de buscar una chica, nadie me había hecho algo parecido, aún estoy pensando en sus hermosos ojos azules, un azul índigo, o bueno, eso creo ya que no se mucho de colores.
¡Vamos!, estoy en mi auto, yendo a casa, esperando un regaño o un par de gritos de parte de mi padre, y ni así se me sale de la cabeza aquella chica, su cabello castaño hasta la cintura, algo ondulado, su rostro tan parecido al de Alex. Que aunque es adoptada, para mi es lo único que considero familia, y que debo proteger y cuidar con mi vida, solo que el cabello de Alex es liso y hasta más abajo de los hombros, y sus ojos son verdes, igual a los míos, así que si parecemos hermanos.
- Hasta que llegas, tonto – dice Alex que estaba sentada en la puerta principal.
- Jajajaja, claro, un hombre debe hacer lo que un hombre debe hacer – le digo y ella tuerce los ojos, se ve tan graciosa.
- Okay... - dice – bueno, estaba aquí para avisarte que , primero, papa está muy muy enojado; segundo, llego esa tal Jade con su papá; y tercero papá te espera en su oficina, así que hermano "que la suerte te acompañe" – dijo, se paró y lanzo un beso.
- Eres muy dramática Alex.
- Sip, lo sé. Pero si mueres, me quedo con tu cuarto, y lo convierto en spa – dijo y se fue en dirección a la piscina.
Aquella chica era muy, muy graciosa, y por eso la quiero. Pero como cosa rara lo bueno nunca dura mucho, ya que apenas entre a la casa, mi padre me llamo, bueno más bien grito que fuera a su oficina, me vio por qué el hombre tenía un problema con la inseguridad, y tenía la casa llena de cámaras de seguridad (que conste que la razón la desconozco).
La cosa es que llamo, y apenas entre, vi a un hombre y una chica de espaldas a la puerta, la chica tenía una cintura pequeñísima, su cabello era negro y liso hasta la cadera, y a medida que gire vi que aquella chica era muy hermosa, las facciones delicadas, los labios rosas, y los ojos grandes color esmeralda y muy bien maquillados.
Perooooo... apenas abrió la boca, hecho todo a perder, con su estresante vos chillona y de niña mimada, aparte de eso mi padre los presento como el señor Roberts y su hija, la famosísima Jade. Así que con eso ya no quería saber más de lo que sea que mi padre tuviera preparado. Solo les di la mano, sonreí hipócritamente, y le dije a papá que quería hablar con él a solas, este frunció el ceño pero igual se disculpó y salió de su cómoda oficina.
- Para que haces tanto drama, Travis, no te diste tiempo de conocerlos, además ella es la chica con la que te vas a casar y... - dijo pero yo lo pare.
- ¡DEMONIOS! Ese es el punto, yo nunca te dije que la quería conocer, es más si es muy linda, pero hasta allí llega, su voz es estresante y eso ya dice mucho. Padre yo tengo todo el derecho de escoger con quien quiero o no casarme, y quienes o no son mis amigos, y de seguro la familia Roberts no entra en mis planes – conteste con cierta rabia en mi vos
- Eso no lo decides tú, lo decido yo, tú eres mi único hijo varón, y es tu deber casarte con ella para mantener las riquezas y las empresas, porque ambas serán tuyas – empezó a decir.
- Papá, estoy estudiando la carrera que tu elegiste, es más la disfruto, pero ya no aguanto esto de tener que casarme con alguien que no amo, y ni siquiera conozco – empezó a decir más calmado, pero papa ya estaba que reventaba, y lo hizo.