Nuestros labios estuvieron tocándose durante unos 10 segundos... Yo estaba paralizado, no sabía que hacer, como reaccionar... De repente Pedro se apartó corriendo, y se fue a una esquina de la habitación como asustado, con miedo.
-No me pegues... Por favor...- Dijo él temblando.
Me acerqué hacia él, que cada vez estaba temblando más... Y le devolví el beso...
-¿Pero... por qué?- Preguntó el un poco más tranquilo.
-Primero... creo que tú me debes una explicación...
-Verás... Cuando tú llegaste nuevo al colegio me llamaste la atención y no solo físicamente... Me has hecho experimentar sensaciones que ninguna chica antes me había hecho sentir... Contigo estaba realmente a gusto en todos los sentidos... y pues... creo que soy gay...- Dijo Pedro.
-Pedro... Creo que ahora es el mejor momento que tengo para decírtelo... Soy gay.- Le respondí.
-...
-¿Pedro?
-¿Me lo estás diciendo en serio?- Dijo él con la sonrisa más brillante y más grande que le había visto nunca.
-Claro Pedro, es más... Cuando yo llegué el primer día te vi y fue como un flechazo... Por fin mi angelito alado ha tirado la flecha al chico perfecto... Y por si tienes dudas... Pedro, me gustas...
-Yo no soy perfecto.- Dijo Pedro
-Sí lo eres.
-Tú sí que lo eres.
-¿A que te callo?- Dije yo en tono desafiante.
-Atrévete.- Contestó él.
Entonces volví a acercarme a él y le besé pasando mis manos por su pelo y por su pecho... sus abdominales... metiendo la mano por dentro de la camiseta... Empecé a introducir mi lengua en su boca y el hizo lo mismo... Sentía como las dos lenguas se tocaban y jugueteaban... me encantaba esta sensación.
-Vamos a volver a la habitación y seguimos con la play, ¿vale?.- Dijo Pedro con una cara de felicidad indescriptible.
-Vale.- Contesté.
Estuvimos jugando por un rato más, le volví a pedir que me explicase los controles porque estaba muy perdido y él hizo lo mismo, se sentó detrás y me agarró las manos con el mando... Pero esta vez empecé a sentir una respiración en el cuello... Y en seguida sentí sus labios besándome el cuello... Era mi punto débil, solo un beso en el cuello me ponía muchísimo y más si era de Pedro. Se me llegó a escapar algún pequeño gemido pero el solo se rió un poco y volvió a besar mi cuello. ¿Qué podría ser mejor?
-Mierda...- Dijo Pedro
-¿Qué pasa?
-Creo que te he dejado marca...
-¿¡UN CHUPETÓN!?- Dije yo. -Dime que se ve poco... como lo vea mi madre me mata.
-No se ve mucho, la camiseta puede taparlo.
-Me acuerdo de una noche que yo tenía un chupetón y fui sin camiseta a hablar con mi madre y no se fijó y a la mañana siguiente lo vio y me dijo: ¿es un chupetón? Aun que ayer por la noche no lo tenías... Y yo le dije que me habría dado un golpe mientras dormía o algo. La excusa cuela una vez, y malamente, así que dos no.- Dije yo riéndome.
-Tranquilo guapo, es pequeño, tardará poco en irse.
-Estoy ya cansado de jugar a la play, ¿jugamos a otra cosa?
-¿A qué?
-Que me dices de...
Le ayudé a levantarse, le pegué un empujón, le tiré en la cama y yo me tumbé encima y empecé a besarle por toda la cara y todo el cuello.
-Me parece genial.- Dijo él
Me encantaba dar besos en el cuello, pero si hay algo que me guste más que dar besos en el cuello es recibirlos.
-Quítate la camiseta.- Le dije yo
Empezó a quitarse la camiseta y yo le ayudé... La perfección existe. Lo pude confirmar en cuestión de milésimas de segundo. Tenía el cuerpo perfecto, no había visto un cuerpo tan perfecto nunca. Simplemente me encantaba. Empecé a tocarlo con mis manos mientras le besaba y era genial. Decidí empezar a bajar con los besos... volviendo a pasar por el cuello... Luego cada uno de los pectorales con sus respectivos pezones... Seguí bajando hasta los abdominales. Estaban muy marcado, en definitiva me encantaban y empecé a besarlos uno a uno... y seguí bajando hasta llegar a la zona de la goma del calzoncillo; es una zona que me encanta, me pone mucho ver la goma... Volví a subir y volví a besarle.
-... Me toca.- Dijo Pedro quitándome la camiseta.
Me tumbé en la cama y el empezó a besarme... recorrí todo su cuerpo con mis manos... pero cuando Pedro estaba besándome en la barriga... llamaron a la puerta y la puerta se abrió.
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La Curiosidad Mató Al Heterosexual
Teen FictionSeguramente tengas más de un amigo gay, aun que tú no lo sepas, o puede que ni ellos mismos lo sepan... Quizás ese amigo heterosexual no es tan hetero como cree ser o como dice ser... Alberto es un chico gay que se ha mudado a Salamanca y en el nu...