Desperté justo cuando sonó el despertador, en verdad estaba cansada pareciera que en este lugar nunca estaré tranquila y en paz, rápidamente bajé a la mini cocina y me preparé avena con manzana ese es uno de mis desayunos favoritos, ya que mi madre solía preparar eso. Después me di un baño y me puse unos pants con una blusa básica, en verdad estaban ambos muy ajustados tanto que no podía respirar. Ya era la hora para practicar y Ashley aún no bajaba, decidí subir a buscarla y no estaba ahí, es muy raro porque no recuerdo haberla escuchado salir de su recámara. Salí de ahí rápidamente y justo cuando iba bajando la vi y parecía estar muy misteriosa.
-¿Lista?
-Sí claro, ¿Dónde estabas a estas horas?
-¿Quién te crees para preguntar eso?
-Vale, lo siento.
-Vámonos, hay que practicar en el gimnasio.
Seguir a Ashley a esas horas por toda la academia me hacía sentir en peligro. Al fin llegamos y me quedé sorprendida al ver el tamaño de ese lugar, había muchas máquinas y aparatos que imagino deben servir para algo estupendo, sólo que jamás había estado en un lugar así.
-Okay, empezaré por mostrarte para que sirven las máquinas y tendrás que venir todos los días dos horas para ponerte en forma, las clases comienzan a las 8 de la mañana y tenemos 4 horas para comer y descansar, pero en las 2 que son para descanso tú practicarás conmigo.
-Vale, haré todo lo posible para permanecer en este lugar.
-Sí, lo que digas, al final del entrenamiento tendrás que cumplir con tu parte.
-¿Qué es lo que quieres?
-Después te lo diré, no más preguntas.
Durante media hora escuché a Ashley sobre cuantas repeticiones tendría que hacer en cada máquina y para que me ayudaría eso, luego de terminar me dijo que empezara y ella se retiró.
Nunca había sudado así en mi vida, inicié corriendo y después con unas pesas, aún me faltaba la mitad y sentía que ya no podía más, mi única inspiración es la vida de mi madre.
Justo eran las 7 de la mañana y yo estaba agotada, rápidamente me di un baño y me puse el uniforme, el cual era unos pantalones negros ajustados, una blusa azul y una sudadera negra, todo tenía un escudo con 4 estrellas, aún no sé qué significa eso.
Justo cuando iba bajando por el pasillo me encontré con Adam, él siempre era mi salvación y estaba en todo momento conmigo.
-Hola ¿qué tal tu entrenamiento?
-Muy cansado, no sé si tendré energía para el resto del día.
-Te comprendo, pero ahora hay que ir a la primera clase que es uso de armas.
Cuando entré al salón todo el mundo volteo a verme, para algunas personas el llamar la atención de los demás es primordial, pero para mí el salvar la vida de mi madre es lo más importante.
-Bienvenida señorita Alisson, el día de hoy haremos una demostración para que vea lo avanzados que estamos y se ponga al corriente.- dijo un señor de edad avanzada que era el profesor.
-Señor, yo podría orientar a Alisson para que sea buena en sus clases.
-Sí, sólo recuerde que eso no le dará créditos extras.
Adam durante toda la clase me mostró el uso de las armas y como se deben sostener, después todos salimos a un campo donde al final había un tablero con la imagen de un cuerpo parecido a un humano. Adam y otros lazaron con una especie de pistola y le daban justo en el centro. No se veía tan difícil ya que cada arma tenía un mirador para ver la dirección en la cual se dirigirá el proyectil.
-Alisson inténtalo- dijo el profesor.
-Vale, lo haré.
Tomé el arma le apunte hacia donde estaba la cabeza, imagino que si le das ahí a alguien lo matas al instante, mi tiro fue acertado ya que dio justo donde quería. El profesor me dijo que estaba bien y siguiera practicando con otras armas.
-Alisson está muy bien lo que hiciste, muchos aún no pueden hacer eso.
-Gracias Adam.
Seguí practicando con más armas y no era difícil su manejo, el tiempo se fue volando sin darme cuenta habían pasado 4 horas, me sentía muy cansada ya que la avena con manzana no da muchas energías, debo de comer algo más pesado para aguantar todo el día, al terminar la clase pasamos al comedor donde se sirve sólo la comida.
El comedor era muy grande y en el centro había una gran variedad de comida, Adam me explicó como hay que balancear todo para no subir de peso y no bajar, al terminar de comer tenía que ir con Ashley para mi entrenamiento.
Justo cuando iba a entrar a mí habitación alguien me habló a lo lejos y era Will, lo recocí por la voz, se acercó a mí y me dijo:
-Hola Alisson. Sólo te quiero pedir una disculpa por el percance del otro día. Fue un accidente.
-Sí, yo entiendo.
-Gracias, te parece si vamos por un helado, es una forma de pedirte disculpas.
-En verdad no hay problema y el helado tendrá que esperar, tengo que practicar mucho y estudiar.
-Alisson, te estoy invitando yo, ¿Cómo es posible que me rechaces?
-No es eso, simplemente no puedo, lo siento.
-Sabes que, olvídalo es mejor que me aleje de ti.
-No es para tanto Will, no seas tan engreído, las personas no siempre estarán disponibles para ti.
-Emma tenía razón, tú eres la engreída.
En el instante en que me dijo eso se fue sin antes poder reclamarle por haber dicho engreída, no sé porque dijo eso de alejarse de mí, tampoco sé quién era Emma y sobre todo porque dijo eso de mí, tendré que buscarla y pedirle una explicación.
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LA GRAN INVASIÓN
Random¿Qué pasaría si el mundo que conocemos se termina y comienza una nueva era, será mejor o peor? Esa pregunta aparece siempre en mi cabeza, tal vez sería mejor si todo termina, las injusticias, la desigualdad, todo en absoluto. Mi nombre es Alisson y...