Corazones que se aman nunca deben despedirse...

Una voz inconfundible

Narra Daka

En la mañana un rayo de luz entraba por la ventana, lo cual era la señal para levantarme. Un espasmo horrible me ataco en el vientre ¡Simplemente insoportable! Me sentía mareada y no veía con claridad, no pude evitar gritar.

Silvania y mi mamá entraron a la habitación.

-¡Daka! Hija ¿Que sucede?- me dijo mi madre con preocupación.

-Me siento mal... No es nada, debo alistarme para la escuela.- le dije aguantando las ganas de llorar.

-¡¿Estás loca?!, ¡Daka estas ardiendo en fiebre! No iras a la escuela- me dijo Silvania ordenándome

-¡tranquilas! Iré y es mi ultima palabra- dije segura de mi decisión, me arregle, tome mis cosas y salí de casa.

Silvania todo el camino me regañaba, no paraba de gritar-¡Estas loca Dakaria!- acelere el paso tratando de evitar sus irritantes comentarios, sabia que ella solo quería ayudarme y protegerme.

El dolor no disminuía, era obvio que por ser mitad humana tenia posibilidades de enfermarme, -pero justo hoy que es el ultimo día de clases y quería disfrutarlo ¡Demonios!- murmure mientras caminaba.

El día iba normal, terminaron las clases y decidimos ir al lago un rato a disfrutar del atardecer.

Verlos a todos divertirse era genial, yo me sentía muy mal y decidí solo sentarme bajo un árbol, podía notar como Jacob y Silvania cada día estaban mas enamorados, me sentía tan feliz por ellos. Elena y Ludo... Bueno ellos solo reían y corrían por ahí, hasta que se dieron cuenta de mi ausencia.

-Daka... ¿Te pasa algo?- dijo Elena tomando mi hombro

-No me lo creerás, pero tengo un presentimiento...- le dije con la mirada perdida

-Se trata de el ¿Verdad?, ¿Lo extrañas?- me pregunto con cierta tristeza en los ojos

-...s- no termine de hablar, tenia la sensación de que alguien estaba mirándonos, así que voltee pero para mi sorpresa no había nadie, era algo extraño...

Narra Murdo

Llegue a Bedburg y sin avisar me dirigí a la vieja estación, en donde fue mi primera cita con Daka, -¡Que recuerdos!- dije con cierta nostalgia, sabia que de ahí podría obtener su aroma para poder rastrearla...

Emprendí vuelo rastreando su aroma, tarde unos cuantos minutos pero la encontré.

-¡Al fin! Ahí esta- dije en voz baja para que no me escuchara, ella estaba en el lago, justo el mismo en el que la vi por ultima vez, no me había percatado de cuanto ha cambiado, -¡Se ve hermosa!- me dije. Su cabello era mas largo que antes, se vestía diferente pero conservando su estilo, ¡en fin! Ya no era una niña como la recordaba, sin duda se estaba convirtiendo en una bella señorita.

La mire un rato, intentando escuchar lo que hablaba con su amiga, la note triste y parecía sentirse mal centre mi mirada en ella y volteo, afortunadamente no noto mi presencia...

Tenia que aguantarme las ganas de salir y abrazarla, aunque tenia miedo de su reacción.

Narra Daka

Di por olvidada esa sensación de una mirada tras de mi, continue hablando con Elena, acerca de cuando lo extrañaba.

-¿Daka? ¿Estas bien?- me dijo Ludo mirándome fijamente -te ves algo pálida- Creo que olvido un pequeño detalle, los vampiros eran pálidos, pero tenia razón -¡Rayos tienes fiebre Daka!- dijo tocando mi frente

-Daka... Deberíamos regresar a casa te ves muy mal- me dijo Silvania con cierto tono de preocupación

-Silvania tiene razón Daka, deberíamos irnos no te ves nada bien...- Dijo Jacob afirmando y abrazando a Silvania

- ¡Relájense! ¿Quieren? Estoy bien nada de que preoc...-no pude terminar me ataco ese mismo dolor en el vientre, quise levantarme pero me desvanecí y caí al suelo pegando un gran grito de dolor, lo ultimo que escuche fue la voz de alguien diciendo...
-¡DAKA! ¡NO!- ¿Era quien imaginaba?... Ya no supe mas y perdí el conocimiento...