9 de diciembre, 2015. Miércoles. Residencia Bieber. 10:35 am.
Sorprendentemente para el matrimonio, Justin había accedido a desayunar en su casa, junto a su esposa. Cassandra sabía que sólo lo hacía para no levantar ninguna sospecha; sin embargo, el chico estaba pendiente todo el tiempo del móvil, lo que la hacía destruirse mentalmente al saber de quién se trataban los mensajes que a él le llegaban insistentemente. Hailey.
Bieber se levantó de la mesa y sin mirar a su esposa, se decidió por mirarse en el espejo del pequeño mueble que había a unos pasos de la puerta de entrada. Él acomodaba su vestimenta, cuando pudo ver como su pequeña mujer se posicionaba detrás de él mirándolo fijamente por el reflejo del espejo.
"Te preparé el almuerzo, para que lleves. Ya sabes, debes alimentarte porque cada día te veo un poco más flaco." La voz de Cassandra sonó más aguda de lo que ella estaba queriendo. No podía evitar recordar los mensajes que había encontrado en la computadora de Justin hace tan sólo unos días atrás.
"No hacía falta que me prepares nada. No voy a comer en el estudio. Hoy tengo una junta de trabajo, ya sabes." Bieber le sonrió -lo que luego se transformó en una mueca - mientras se despegaba del espejo para quedar frente a Cassandra, observándola mientras ella se movía de manera nerviosa sobre su lugar.
"Claro que sí. No hay problema, está bien." Ella le mostró los dientes en una pequeña sonrisa que no pudo evitar formar al ver lo apuesto que se veía Justin. Acercándose a él, acomodó el cuello de su camisa, abrochando uno de los botones que habían quedado sueltos en su pecho. "Dame un beso y ya puedes ir." Cassandra soltó en un murmuro.
Se sentía la persona más masoquista que había en la tierra pero no podía dejar de sonreír cuando los tibios y carnosos labios de Bieber se juntaban con los de ella en un beso tímido, que se podía considerar como un pequeño roce de labios insignificante.
Justin no esperó respuesta de ella, y se retiró de su lugar. Viendo como su esposa lo miraba desde la puerta entre abierta, saludándolo con su mano, la cual agitaba suavemente en su dirección, siguiendo el automóvil con la vista él cual se retiraba con rapidez del porche de su casa.
La angustia que recorría el cuerpo de Cassandra era mayor de lo que alguna vez había sentido. Sin poder evitarlo, se adentró en su casa, recapitulando lo que había pasado momentos antes. Y por supuesto, su esposo la había abandonado nuevamente para irse a encontrar con su amante, Hailey Baldwin. La excusa que él había utilizado la creería si no fuese porque sabía cada uno de sus actos infieles en los últimos tres meses.
Limpiando las lágrimas que caían salvajemente por sus mejillas, se decidió por dejar de lado lo que había pasado, y recordar los momentos felices que había tenido con Justin. Y sin haberlo evitado, ya se encontraba sentada en su cama, observando el vestido blanco que había utilizado en su boda, con una copa de vino tinto en una de sus manos. Sentía como nuevas lágrimas caían sobre el vestido, dejando en él pequeñas manchas negras a causa del maquillaje que ella llevaba en ese día.
Revolvió el vino suavemente sobre la copa, antes de tomar un leve trago y observar el anillo que yacía en su dedo anular. El esperado anillo de casamiento se encontraba allí como cada uno de sus días. La mente de Cassandra vagaba entre aquel objeto y su esposo, preguntándose si era tan condenado como para usar su alianza de bodas mientras se acostaba con otra mujer. ¿Realmente lo haría?
Se paró de su cama, dejando el vestido manchado sobre el suelo, y la copa de vino a un costado de éste. Bajó las escaleras hasta toparse con la sala de estar, llevando su vista hacia aquel libro de fotografías que ella tanto conocía y apreciaba. Allí estaban todas las fotos que habían sacado en su boda y en la fiesta de celebración que habían llevado a cabo en uno de los locales más caros de New York.
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Infiel ➸ jb | OS
FanfictionCassandra Moore teme que su matrimonio está pasando por una fase extraña. Está casada con Justin Bieber hace años y nunca sintió que tendría el peso de soportar sus llegadas tardes debido al trabajo, su extraño comportamiento, los mensajes y llamada...