➸ Epílogo.

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18 de Marzo, 2016. Viernes. Corte suprema de New York. 11:30 am.

El auto avanzaba con rapidez por las calles de New York, mientras la mirada de Justin Bieber seguía el movimiento de las personas que merodeaban por el centro de la gran ciudad. Su mano estaba entrelazada contra la de la muchacha que yacía a su lado, mientras la escuchaba susurrar aquellas palabras de aliento para lo que estaban yendo a hacer. Y con palabras de aliento, se refería a todas las cosas que podrían hacer luego de firmar aquel divorcio y poder ir a la casa del chico. Sin embargo, Bieber no estaba prestando atención a las palabras que Hailey decía contra su oreja. Lo único que podía hacer es pensar en su ex -a punto de serlo- esposa.

Había conocido a Cassandra cuando tan sólo tenía dieciséis años y había caído en su dulzura de inmediato. Había sido la chica que él soñó toda su vida: amable, hermosa, graciosa, y extraordinaria. No podía pedir nada más en su vida, que tenerla a ella junto a él. Un año luego de haberse conocido, él le declaró sus sentimientos en una fiesta de navidad en la casa Moore y desde ese momento, no volvieron a separarse. Como todas las parejas tenían problemas y discusiones, pero nunca habían dudado de su amor por el otro en ningún momento. Cuando la chica cumplió sus veinte años, estando él en sus veintiuno, le propuso matrimonio en la oficina en donde ella trabaja de editora.

Conocer a Hailey había cambiado su vida por completo. Estaba en un momento crucial con su esposa, en donde ella no quería tener momentos íntimos con él por el temor de perder su trabajo; estaban en tiempos difíciles y lo que más necesitaba en aquel momento era algo -o alguien- que lo haga olvidar la situación difícil que pasaba puertas dentro de su casa. Pero nunca pensó que conocer a Baldwin lo cambiaría tanto. Sabía que no estaba enamorado de ella, ni que estarían juntos en algún momento, pero la necesitaba a su lado en aquel momento.

"Aquí estamos. Son diez dólares, señor." Murmuró el señor que conducía el taxi, asomando su mirada por encima de su hombro para mirar a Justin fijamente, sacándolo de su transe momentáneamente. Luego de entregarle el falo de billetes, tomó la mano de Hailey, y juntos bajaron del auto, dirigiéndose a la corte en donde firmarían los papeles y se desharía de su alianza.

En el momento que el frío ambiente chocó contra su pecho, no pudo evitar dudar de lo que estaba a punto de hacer. Estaba arrepentido de haber engañado a la mujer de su vida, a la única que lo había enamorado de pies a cabeza desde el primer momento, y estaba a punto de renunciar a ella, tan sólo por una niña de veintitrés años que no merecía la pena.

Su abogado se acercó a él para avisarle que el juez lo estaba esperando en el pequeño cuarto, y que debían apurarse si no querían perder el turno para los papeles, y en ese momento era lo que más quería en su vida... no firmar los papeles.

Y por primera vez en tres meses, la volvió a ver. Volvió a respirar el aroma de su perfume, y el exquisito olor que desprendía su piel. No pudo evitar quedarse mirándola con una mueca en los labios, recordando cada extremo de su cuerpo antes de separarse de ella por siempre.

Arregló la corbata que caía contra su camisa blanca y pasó las manos por los puños de su saco negro, dándole una mirada nerviosa a su abogado, antes de sentir la mano de Hailey contra la de él, exigiendo de su atención antes de besar rápidamente su hombro.

Miró a su acompañante unos segundos antes de llevar su mirada al frente y observar a un hombre que no pasaba de su quinta década, con los papeles en mano. Se giró sobre su propio eje y se acercó a Cassandra unos pasos, para escuchar junto a ella las palabras que el señor tenía para decirles.

Infiel ➸ jb | OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora