Capítulo 4

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En "Autrim" no existía ni hombre ni mujer, simplemente todos los seres eran iguales, cuando digo iguales me refiero a que todos tenían el mismo género, no me refiero a que todos eran literalmente iguales, ya que todos en absoluto eran diferentes. Aquel género era llamado en Autrim como "Ereal"; en aquel planeta cada ser era independiente, no existía el amor de la forma en la cual existe en la tierra y en Celk, todo era diferente; los nacimientos en el planeta Autrim se llevaban a cabo por medio de un lago, el cual era el lago sagrado para todos los seres de aquel planeta, nacían máximo 4 personas diariamente; el desarrollo con respecto a la razón oscilaba entre el 23% y el 26%.

En el planeta Autrim los seres tenían una manera de crecimiento bastante peculiar, ya que todos en absoluto morían de la misma edad, pero nacían en tiempos diferentes, la edad en Autrim equivalía como a un siglo, ósea que cuando los seres cumplían años, cumplían realmente siglos; y todos los seres morían cuando completaban los ocho siglos; en Autrim todo era demasiado rápido. Aquel planeta para mi tenía poca chispa, ya que cuando cada ser nacía, nacía con los conocimientos acerca de su futuro, sabia claramente que era lo que debía hacer, en que momento y en qué lugar. La figura de los seres era muy parecida al cuerpo humano, pero lógicamente con mucha mucha resistencia casi parecido a Celk con muy pocas diferencias. En Autrim los seres tenían ubicado el cerebro en el lugar en donde nosotros tenemos el corazón y el corazón en donde nosotros tenemos el cerebro; así ellos tenían la capacidad de sentir con razón y pensar con el corazón. En este planeta todos los seres se podían comunicar por medio del pensamiento, podían a la vez mover los objetos con la mente; también existían seres con mayores capacidades que otros.

Los recuerdos que tengo acerca de este planeta son muy pocos, ya que este no marco profundamente mi existencia, sin embargo en aquel planeta aprendí muchísimas lecciones e hice cosas que jamás había imaginado hacer; mi espíritu ya estaba desarrollado un 26%, había sido maravilloso mi paso por la tierra, por Celk y por Autrim. Más adelante contare un episodio realmente increíble el cual presencie en Autrim y este suceso los sorprenderá a todos ustedes, por ahora continuare con la razón número cuatro:

"El espíritu que cada uno posee es supremamente fuerte, supremamente capaz de aprender absolutamente todo lo que los planetas tienen para ofrecernos, cada avance es un paso, cada paso es una transformación". 


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