Capítulo 5

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Autrim no era un planeta común, de los pocos recuerdos que tengo de este; existe uno que recuerdo claramente y fue cuando un grupo bastante grande de espíritus malos llegaron a nuestro planeta, ellos no tenían figura alguna, pero eran perversos, asesinaron a millones de seres del planeta Autrim, aquellos espíritus malignos habían llegado de un planeta muy cercano que se encontraba a muy pocos años luz, aquellos espíritus habitaban en dicho planeta ya que eran los más perversos espíritus que hayan podido existir y todos ellos estaban pagando una gran condena en aquel planeta; pero se habían escapado y llegaron a nuestro planeta Autrim a deshacer a muchos seres. Nosotros los seres de Autrim no sabíamos cómo reaccionar a dicha guerra, ya que para nosotros no existía la guerra ya que nuestro desarrollo con respecto a la razón ya estaba avanzado se encontraba en un 26% aproximadamente, y con ese porcentaje en desarrollo era casi imposible darle a la violencia más violencia.

Todo era una catástrofe en el planeta Autrim, aquellos espíritus causaron demasiado daño a nuestro planeta; en mi caso yo logre sobrevivir:

-¿Y qué hacemos con este? Pregunto uno de los espíritus malignos a uno de sus líderes.

-Puedo ver claramente en él que será muy útil para nosotros. Respondió el líder.

Y así fue aquellos espíritus malignos decidieron no asesinarme ya que ellos tenían la habilidad de con tan solo mirar a un ser, descubrir lo que aquel ser podía hacer; ellos vieron mis habilidades, mis conocimientos y mi conciencia; por eso decidieron no acabar conmigo ya que tenían planeado hacer de mí su esclavo. En ese momento no sabía qué hacer, no sabía cómo actuar ni que pensar; sin embargo las leyes divinas existen; y una de ellas dice claramente que están prohibidos los ataques entre planetas, por tanto de un momento a otro todos aquellos espíritus malignos empezaron a desaparecer, a desvanecerse poco a poco; hasta irse por completo de nuestro planeta. Lo anteriormente relatado fue solo un recuerdo de mi paso por Autrim; mi tiempo se estaba agotando en este planeta. Como ya lo había mencionado en aquel planeta los seres ya nacían con el conocimiento de absolutamente todo lo que iban a hacer en dicho planeta, conocían hasta el día de su muerte y para morir en aquel planeta de debía beber el agua del lago en donde nacían los seres; como mi tiempo se estaba agotando ya que solo me faltaba un siglo para tener que beber de aquella agua y por consiguiente marcharme a otro planeta; por todo eso decidí hacer algo realmente bueno durante el poco tiempo que me quedaba.

Antes de comentarles acerca de que fue aquello que lleve a cabo antes de mi muerte en el planeta Autrim, le mencionare la quinta razón:

"Nuestro espíritu es tan fuerte, tan grande, tan extenso; más fuerte que la fuerza en nombre propio, más grande que el universo, más extenso que su desarrollo y su transformación"

No sé si ustedes pero yo me he preguntado muchas veces, ¿de que se encargará Dios aquel ser supremo?, ¿Convivirá con otros seres superiores iguales a él?; me pregunto esto ya que es un misterio para todos, ¿Quién creo a Dios? ¿Su grandeza es tanta que se creó solo?, muchos ateos aseguran que el hombre creo a Dios, y cuando yo escucho eso me da un gran pesar de aquellas criaturas que tienen un grado tan alto de ignorancia que creen que el hombre creo a Dios, es lo más ilógico que he escuchado; ya que es lógico que la creación del universo, de las galaxias, de los planetas, de la tierra, de las constelaciones, de todo en absoluto debe tener una causa, debe tener alguien o algo que lo provocara, que provocara su creación; y ese alguien con certeza es Dios la causa de todo, el principio y el final de todo lo que existió, existe y existirá. Dios es aquel ser supremo, aquel que provoco que todo se creara, todo tiene una causa y esa causa llamada la causa del principio no fue ocasionada de la nada, fue ocasionada por Dios. 



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