Mario abandono la carcel bajo fianza y bajo vigilancia policial 24 horas al dia, un dia Mario se metio en una tienda de ropa y al abandonar la tienda salio vestido de mujer logrando asi el despiste policial. Tras abandonar la tienda fue derecho a la estacion de autobuses para coger un autobus que le llevara a Benidorm.
Roberto, Amelia, Keko y Helen se despidieron ya que estos dos ultimos se fueron a otro lugar de vacaciones, Punta Cana.
Roberto quiso dar una sorpresa a su novia Amelia y se la llevo al campo donde se crio con sus abuelos.
El sol brillaba en la piel morena de Amelia, y la brisa enredaba sus cabellos. Los pájaros trinando y volando en busca de comida y las vacas paciendo alrededor de Roberto y Amelia.
Cuando el sol empezo a bajar Roberto recordo cuando los chiquillos del pueblo solian ir a jugar con el a ser fantasmas.
Amelia: En que piensas amado mio.
Roberto: En lo feliz que fui en este lugar, recorde cosas maravillosas.
Amelia: Si, ami este sitio me esta sentando genial estoy muy relajada. Cuentame lo que recordastes.
Roberto: Recorde como jugaba con los chicos del poblado, tambien recuerdo que una chica se me acercaba y nos hicimos mucho mas que amigo. Estube apunto de pedirle que se quedara conmigo para siempre, pero nunca me atrevi, quizas seria porque no seria eternamente para mi y mira aparecistes tu que para mi si lo eres.
Amelia: Ohhh eso es maravilloso amor, aunque me cela un poco eh!
Roberto: Cariño tengo que contarte algo que me ocurrio tambien... un recuerdo muy malo, quise venir aqui tambien por intentar olvidar todo ese mal recuerdo.
Amelia: Escucho con atencion Rey.
Roberto: Un buen dia, justo cuando empezaba el invierno, todo cambio de repente. Era un dia gris, lluvioso y frio. Las vacas no habian venido a pacer. Los pajaros tampoco volaban y casi ni piaban. Llegaron unos hombres muy antipaticos y desagradables. Llevaban una cuerda y enseguida comprendi. Intente luchar y defenderme ferozmente. Les golpee y les arañe, pero eran demasiado fuertes y yo estaba solo. Me ataron de pies y manos, me levantaron a peso, y me cargaron en su furgoneta. Queria chillar, aullar, pero no podia. Un miedo irracional se apodero de mi.
Amelia: Oh dios.... pero quien pudo hacerte eso! Sigue amor.
Roberto: Desperte en un mercado, atado de pies y manos. A mi lado habia muchos otros, secuestrados como yo, atados y a la espera de un destino incierto.Aquello me hizo pensar en los antiguos mercados de esclavos. Mil ojos nos miraban, cien manos nos tocaban, muchos se reian, otros mostraban indiferencia. A saber que pensaban hacer con nosotros...
Amelia: Fuistes tu aquel chico que desaparecio de Salamanca en aquella tarde de invierno?
Roberto: Si... Mi padre era muy conocido en Salamanca, el fue ministro de interior del estado y sali en todos los medios de comunicacion, este secuestro fue muy comentado.
Amelia: Si, lo recuerdo, bueno sigue contandome.
Roberto: Un hombre, rodeado de tres ruidosas criaturas, se paro ante mí y les pregunto que les parecia y si yo era el mejor. Los tres chiquillos se pusieron a saltar y a gritar a mi alrededor gritando ¡Sí papa! ¡Este es el mejor! ¡Es el más fuerte! No paraban de tocarme y de enredarme en el pelo. Al rato me volvieron a meter en la furgoneta llevandome a su casa mientras la angustia y el miedo me tenian el cuerpo paralizado. Cuando llegamos, me llevaron directamente a un salon y me liberaron de las ataduras. Me senti muy aliviado cuando pude volver a mover las manos y los brazos con libertad. Me sorprendio el padre, regañando a los chiquillos para que no me hicieran daño. La casa era muy acogedora. Por un gran ventanal podia ver la calle, pero no habia prados, ni vacas, ni pajaros. Solo coches y gente muy ajetreada. Me vistieron con los atavios mas lujosos.
Amelia: Un momento... pero te secuestraron o querian de ti que fueras su esclavo...
Roberto: Dejame que te cuente... Debo reconocer que no me desagrado. Ahora tenia un aire mucho mas distinguido. Ya no era aquel pobre desarrapado y solitario que vivia en la cumbre de un cerro con sus abuelos. Como me hubiera gustado que me viera mi amiga. Como añoraba su voz y su dulce sonrisa. Pero ella no sabia donde estaba yo. Los dias pasaban lentamente y los niños ya no me molestaban. Y cada noche, despues de cenar, cantabamos dulces canciones. Yo no las conocia, pero les acompañaba con mis silbidos. Era una vida tranquila y agradable. Todo fue bien hasta que, pasadas cuatro semanas, todo acabo tal y como habia empezado. Un buen dia por la mañana, entre todos, sin ningún miramiento, me desnudaron y me despojaron de todo lo que me habian dado. Me volvieron a atar de pies y manos y me volvieron a cargar en una furgoneta llena de otros muchos que, como yo, se preguntaban que era lo que estaba pasando. Pasamos la noche en la furgoneta, apiñados y muy asustados. Al dia siguiente a primera hora nos pusimos en marcha y salimos de la ciudad. Dejamos atras los grandes edificios, el transito y los gentios. Los minutos fueron pasando y cuando me di cuenta de donde estabamos se me corto el aliento. Por unos instantes no me lo podia creer. Aquellos hombres me bajaron de la furgoneta y... me dejaron en mismo lugar donde me habian secuestrado cuatro semanas antes. Me pregunte porque paso todo eso y porque me volvieron a soltar. Aquella chica corrio hacia ami nada mas verme y me conto como sus padres pagaron una fianza que esta familia secuestradora habia pedido por mi. Su madre era la alcaldesa de la ciudad y gracias a ella consegui hacerme un hueco en el mundo de la politica aun creando mi propio partido alli en Chiclana.
Amelia: Que experiencia mas rara amor... y dime has vuelto a saber algo de aquella chica?
Roberto: Nunca volvi a saber nada tras mudarme. De echo no he querido saber nada.
Amelia: Vaya, y ahora como estas tras contarme todo?
Roberto: Estoy bien, me siento genial al poder contartelo a ti. Nadie mas lo sabe, nadie sabe que ocurrio.
Amelia: Me siento privilegiada. Gracias por confiar, te amo.
Roberto: No me las des, yo tambien te amo.
Amelia se fue a descansar a la casa donde Roberto pasaba largas temporadas con sus abuelos mientras Roberto se quedo fuera tomando el aire y la brisa calida del lugar, de pronto alguien se acerco con varias cuerdas...
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Un Verano equivocado
Teen FictionCadiz, 23 de junio 2014. Comienza un día soleado en el pueblo gaditano de Chiclana de la frontera, elecciones para la alcaldia del pueblo. Roberto gana las elecciones y dentro de su legislatura conoceria a su amor Amelia. Tras 6 años Roberto y Amel...