Cayó el tercero

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-Liss, encontré una puerta. - Informó Joe desde la cocina.

Liseth se encaminó hasta donde se encontraba el muchacho.

-¿Dónde? - Preguntó.

-Aquí detrás. - Señaló Joe un trastero viejo de madera. - Mira. - Dijo corriendo un poco el mueble.

Efectivamente, tras el trastero había una puerta bastante estrecha, Liss se acercó a ella y la empujó intentando abrirla, pero parecía estar atascada.

-Parece que le han echado llave desde dentro. - Dijo.

Joe la miró.

-Eso quiere decir...

-Sí, hay alguien dentro. - Concluyó ella sacándo su pistola y apuntando al cerrojo, disparó unas dos veces y éste se rompió, con una patada la puerta se abrió violentamente dejando ver unas escaleras hacia abajo.

-Vamos. - Dijo ella caminando de primera.

Empezaron a bajar escalón por escalón pero todo se volvía cada vez más negro conforme bajaban.

-Joe, la linterna.

Joe obedeció sacándola de un lado de su chaqueta y encendiéndola, permietiéndoles ver su camino, al parecer era un sótano. Cuando llegaron hasta el último escalón, un fuerte golpe en la espalda de Liseth los sorprendió dejándola a ella tendida en el suelo. Joe reaccionó de inmediato y empujó al hombre, éste se defendió lanzándo un puñetazo en la cara del muchacho pero éste logró esquivarlo y con un derechazo directo en el estómago lo dejó retorciéndose en el suelo, dándole tiempo de tirarse junto a Liseth.

-Liss. - La sarandeó. - Despierta.

En ese momento, con el rabillo del ojo vio como el hombre se levantaba intentando escapar, Joe lo tomó por la sucia camiseta que llevaba y lo empujó escaleras abajo, derrivándolo. Pero el leve movimiento de Liss que yacía en suelo, distrajo a Joe, el hombre aprovechó la distracción y con un movimiento ágil de su pie, hizo que Joe cayera, dejándo caer tambien su arma a un lado, el viejo la tomó y lo apuntó.

-Di tus últimas palabras. - Habló el hombre. Joe estaba tendido en el suelo con los ojos como platos, asustado.

Y justo en el momento en que apretó el gatillo un fuerte golpe en su nuca lo desorientó, haciendo que la bala rozara apenas el hombro de Joe. El hombre se volteó con una mano en su nuca intentando saber quien le había dado tremendo golpe, miró a Liseth quién sostenía su arma frente a sus ojos.

-Tú. - Habló hombre.

-Suelta el arma. - Le ordenó Liss firme y éste le obedeció. - Joe, átalo. - Dijo sin apartar la mirada del horrible hombre frente a ella. Joe se levantó del suelo, apretándo su mano contra la herida, aún así, tomó una cuerda que había tirada en el suelo y lo ató de manos y pies.

-¿Estás bien? - Le preguntó Liss, cuando Joe acabó y se situó junto a ella.

-Sí, es algo superficial. - Dijo mostrandole la herida llena de sangre. Liss arrancó un pedazo de la camiseta azul de su amigo e hizo un torniquete en su brazo. - ¿Por qué no rompiste tu camiseta? - Preguntó enojado-divertido.

-Porque eres tú el herido. - Habló ella seria, pero Joe sabía que enrealidad ella estaba siendo divertida, muy pocas personas podían identificar eso en sus ojos, de hecho sólo Joe podía. Él rió. Luego miraron al hombre que estaba atado en el suelo.

-¿Samuel Cox? - Preguntó Joe. El hombre no respondío. - ¡Responde! - Exigió, pero nada y Liseth estaba empezando a molestarse.

Se acercó a él y le dió una fuerte patada en el estómago, el viejo se retorció de dolor en el suelo.

-Haber imbécil, suficiente problemas me has causado hoy, así que habla de una buena vez. - Gritó la muchacha. - ¿Eres Samuel Cox? - Él asintió rapidamente.

-¿Qué quieren de mí? - Preguntó adolorido.

-¿Por qué te escondías? - Preguntó Joe.

-Porque me dijeron que ustedes vendrián.

-¿Quiénes? - Preguntó Liss, el hombre guardó silencio. - No me hagas preguntarlo dos veces. - Pero tampoco dijo nada.

Liss miró a Joe y éste entendió. Se acercó a Samuel y otra patada fue depositada en su estómago, haciéndolo gemir de dolor.

-¡Responde! - Gritó Liss.

-Me matarán... si lo hago. - Habló entrecortadamente.

-¿Y crees que yo no lo haré si no? - Preguntó Lisseth apundánlo con su arma. El hombre la miraba con miedo, sabía que era así. - Ahora dime ¿quiénes te avisaron?

-No sé sus nombres.

-¡Mentira! ¡Dilos! - Gritó Joe golpeándolo otra vez.

-Está bien, está bien... pero dejen de golpearme. - Suplicó ahora con su boca ensangrentada.

-Habla entonces.

-Henry... Henry Martínes, con él fue con el único que tuve contacto. - Se detuvo. - Era él quien me informaba de las vueltas que el jefe nos mandaba a hacer.

-¿Cuál jefe? - Preguntó Liseth.

-No lo sé, nunca mencionaron su nombre.

Joe y Liss se miraron como analizando la situación, finalmentte tras un suspiro la muchacha se volteó hacia el aturdido y aterrorizado hombre tirado en el suelo.

-¿Tienes algo más qué decir? - Preguntó apúntandolo de nuevo con el arma.

-N-no. - Tartamudeó.

-Muy bien. - Liseth sonrió con malicia. - Fue un placer conocerte, maldito bastardo. - Y apretó el gatillo.

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¡Hola! ¿Cómo están todos? Aquí está el nuevo capítulo, espero les guste. Si fue así, bueeeeeeeno, saben que hacer, votar, comentar kilométricamente y hacerse fans xD jaja...

Besos y abrazos a todos desde mi hermosa y adorada Costa Rica. :3

La novia de negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora