Luego de que por fin pudiera llamar por ayuda llegaron los paramédicos, los cuales tomaron el cuerpo de la simbólica y rápidamente detectaron que estaba muerta. Les conté lo que había sucedido y por supuesto les costó mucho creer mi historia, pero todos ellos conocían mi imagen y mi historia, así que sabían que ya había vivido cosas de ese estilo.
Se llevaron el cadáver sin vida de la mujer y, dada la sucesión de los acontecimientos, estimaron que la causa de muerte no fue el disparo, sino la pastilla que ella había ingerido segundos antes de morir, la cual posiblemente se trataba de cianuro.
Todos mis amigos llegaron a la escena. Mientras que Bill y Edward hacían las observaciones pertinentes para el caso, Alisse y Paula fueron a revisar mi estado y a que les contara lo que había pasado. Les conté cada detalle para que pudieran darle la información lo mas acertada posible a Edward o Bill si yo no podía hacerlo, para que ellos pudieran trabajar mejor en el caso entre ellos y a la persona que le asignaran la dirección del caso.
Cuando todo el evento terminó y pudimos irnos a nuestras casas, lo primero que hice fue tirarme en la cama con mi esposa para terminar el día de mi cumpleaños con un final bastante pesado.
En la madrugada comencé a soñar que era un perro y que tenía súper poderes, el cual era un sueño recurrente muy divertido que siempre terminada cuando mi capa se atoraba el algún sitio y yo no podía salir. Luego de ese sueño todo estaba completamente oscuro, por lo que supe que aun estaba soñando; de pronto una luz muy brillante se fue intensificando hasta que emitió unas palabras.
— Parece que todo salió bien esta noche— Me quedé unos momentos sin decir nada ya que me dio cierta impresión que esa luz estuviera hablándome, es decir, que una luz te hable es extraño, incluso para un sueño.
— Yo no diría que salió bien precisamente, hubo un inocente asesinado y ahora se que gente muy poderosa, y que es creyente de una religión diferente a cualquier otra religión que haya conocido en mi vida, quiere matarme— Finalmente las palabras salieron de mi boca.
— Estas avanzando en tu camino hacia lo que buscas, eso es un progreso y una ganancia— Aquella voz era angelical y a la vez profunda, serena y completamente limpia.
— No te entiendo bien, ni siquiera se por que puedes hablar conmigo ¿Qué es lo que busco exactamente?— Dije tratando de disimular mi frase grosera por una mas educada.
— Eso lo sabes tu muy bien, solo que aun no lo tienes claro ni sabes lo que soy— Dijo y acto seguido me alejé involuntariamente de la luz muy rápido, tal cual como la última vez.
Abrí los ojos lentamente y luego de que mi visión se aclarara pude ver a Paula semidesnuda y amarrando soga a mi brazo, por lo que intenté sentarme pero fui detenido por la soga que ataba mi otro brazo a la cama.
— Paulita ¿Puedo preguntar por qué uno de mis brazos esta atado a la cama y por qué el otro tiene una soga amarrada?— No se para que pregunté si ya me imaginaba la respuesta.
— Bueno...es que me parece muy triste no utilizar el regalo de Bill— Dijo y se dio la vuelta para buscar en la mesilla de noche el "juguetito" que por alguna extraña razón Bill me había regalado a modo de broma, así que aproveché para tomar un frasco de cloroformo que tenía en la mesilla de noche junto a mi y con mucho cuidado le quité la tapa, lo cual me costó ya que solo tenía una mano libre.
— No es que no esté de humor para tus juegos eróticos, pero me parece que no es el momento y que es de mala educación intentar intentar usar ese vibrador conmigo sin mi permiso— Mientras le hablaba ella seguía buscando, dándome la espalda, por lo que con cuidado, pero rápido, le puse un poco de cloroformo a un pañuelo que estaba junto al frasco— Aunque cometiste un pequeño error.
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Los Cinco Simbólicos
Mystery / Thriller( Secuela de "El Asesino De Los Atrapasueños") Mi nombre es Alex O'brien y mi historia es muy conocida, o al menos una parte de ella. Luego de que por fin pude derrotar al legendario "Asesino De Los Atrapasueños" todo ese mundo de miedo y muerte se...